Mercadona apuesta por el aguacate nacional

La firma Trops es uno de sus principales proveedores, correspondiendo el 50% de sus ventas nacionales a las tiendas de la cadena en España y Portugal

Mercadona incrementa la compra del mango de Málaga en un 65% con respecto a 2023

Operadores de Trops durante el proceso de envasado.
Operadores de Trops durante el proceso de envasado. / Javier Flores

La apuesta de Mercadona por el producto nacional tiene en Trops a uno de sus claros ejemplos. La cooperativa afincada en la Axarquía, que tiene asociados 4.000 agricultores y gestiona unas 10.000 hectáreas de producción, repartidas entre la comarca malagueña, Costa Tropical, Cádiz, Huelva, Valencia y sur de Portugal, es uno de sus grandes proveedores de aguacates y mangos españoles de temporada en sus tiendas. Un producto que tiene un gran prestigio entre los jefes, como denominada Mercadona a sus clientes. Un éxito en ventas que tiene un mismo origen, la exigencia de máxima calidad por parte de la cadena y la exigencia autoimpuesta por parte de los productores de responder adecuadamente a la misma. Además, su actividad le convierte en uno de los grandes empleadores de la zona con una plantilla media de entre 500 y 600 trabajadores que llega a tener picos de más de 1.000 empleados.

En la actualidad las ventas a la cadena española suponen casi un 50% de su distribución en España, siendo su gran cliente nacional. Además, destacaron la importancia que tuvo llegar a sus tiendas para dar a conocer dos productos como el aguacate y el mango entre los clientes españoles y que pasen a ser muy apreciados por los mismos.

Y es que el control de calidad de estas frutas empieza en los propios agricultores aplicando sistemas de cultivo sostenibles y garantizando de este modo un producto que solo consume los recursos estrictamente necesarios para su crecimiento.

De hecho, las fincas de los asociados mantienen la cubierta vegetal para retener más agua y humedad y cuentan con sistemas de control de riego que permiten suministrar a los árboles solo la cantidad de agua que necesitan y en el momento adecuado.

Control para eliminar piezas dañadas tras la recepción.
Control para eliminar piezas dañadas tras la recepción. / Javier Flores

Además, la recogida manual de los frutos y un manejo con sumo cuidado de cada pieza hace que las frutas no sufran daños en el proceso de transporte desde las plantaciones hasta la planta de procesado. Allí comienza otro camino de control de cada ejemplar desde que es recepcionada hasta que es colocada en cada uno de los formatos de envase con los que trabaja Mercadona.

En un primer momento, se realiza un análisis de laboratorio para comprobar que cumple con las cualidades organolépticas demanda das. Una vez que se recibe el visto bueno se procede llevar la fruta a las cámaras de frío para su estabilización. Un proceso que puede tardar entre 24 y 48 horas.

Tras ello entran en la cadena de preparación y tienen que pasar un control manual en el que se eliminan aquellos que presentan pequeños defectos como zonas rayadas o algún golpe. Aunque pasar este corte no les garantiza llegar a las tiendas, y es que un nuevo sistema automático se encarga de revisar que el control visual directo fue el correcto y ninguna pieza no apta a los requisitos pedidos se escapó a las ágiles manos de los operadores. Tras ello son sometidos a un proceso de maduración en cámaras con temperatura y humedad controlada que permite darle el punto exacto solicitado.

Una vez superada esta fase los aguacates vuelven a la gran cadena que se encarga de la parte final del proceso de envasado y etiquetado. Es aquí cuando las manos expertas de sus trabajadores tienen la última palabra. “Toda la fruta no madura del mismo modo, por lo que si los operarios que colocan cada pieza manualmente detectan que alguna no está en su punto óptimo proceden a eliminarla automáticamente”, explicaron. De este modo se garantiza que los clientes encuentren homogeneidad en la maduración cuando realizan la compra en tienda.

Cadena final de envasado para el envío a tienda.
Cadena final de envasado para el envío a tienda. / Javier Flores

“Nuestra intención en seguir creciendo juntos, tanto en el mango como en el aguacate, tanto en España como en Portugal, y es que se trata de una empresa que está alineada con nuestra filosofía que es buscar la máxima calidad para el consumidor y eso es lo que nosotros perseguimos, está en el ADN nuestro”, afirmó Víctor Luque, director general de Trops.

Además, también explicó que las inversiones que se están realizando van siempre en esa misma dirección, mejorar todavía más la calidad de sus productos. En este caso se trata de la introducción de tecnología que no solo garantice un producto perfecto exteriormente, también que sea capaz de detectar si la pulpa interna presenta algún tipo de defecto. De igual modo, esta tecnología también busca garantizar el punto de maduración sea justamente el solicitado por Mercadona de forma exacta.

“Nuestro objetivo es que el ‘jefe’ diga que el aguacate de Mercadona nunca falla, y si ese producto lo suministra Trops, estoy seguro de que la relación va a seguir creciendo porque el cliente estará contento, Mercadona estará contento, y será un círculo virtuoso”, señaló Luque

“Son muy exigentes y deben serlo, a mí me encanta trabajar con gente exigente, tanto dentro de la organización como fuera de ella, prefiero a este tipo de cliente que valora la calidad, la innovación y todo el proceso que hay detrás para gestionar una producción que oscila sobre los 65 millones de kilos”, dijo.

La producción de mango es otra de las especialidades de la empresa malagueña que también tiene a Mercadona como uno de sus clientes principales. Una fruta muy apreciada por el consumidor por su calidad y que casi en un 95% se produce en la comarca de la Axarquía. En total son unas 4.000 hectáreas las que existen en la zona.

En este sentido, los responsables de Trops también sostienen que su presencia en esta cadena de alimentación es “vital”. Y es que, según afirmó Luque “en una campaña normal podemos estar hablando de una producción de entre 30 y 40 millones de kilos, Mercadona es la plataforma especial para poder llegar a una campaña que es muy, muy intensiva, sin ellos tendríamos un problema para los agricultores”.

Además, también aseguran que tuvo un papel muy destacado para dar a conocer un producto con una calidad diferencial “enorme” y con unas cualidades gustativas muy superiores a los de importación. Y es que se trata de una fruta que sí madura en el árbol, un hecho que permite recogerla en el punto óptimo y en 24 o 48 horas estar a disposición de los consumidores en las tiendas de Mercadona de España y Portugal. Tal es su apreciación por el cliente que en las seis semanas que dura la campaña nacional se llegan a duplicar las ventas.

Trops cuenta con un centro de innovación para la mejora del manejo de los cultivos y su sostenibilidad.
Trops cuenta con un centro de innovación para la mejora del manejo de los cultivos y su sostenibilidad. / Javier Flores

La empresa malagueña también se encuentra en estos momentos inmersa en inversiones para el desarrollo de productos de cuarta y quinta gama como el guacamole. Un producto en el que reconocen que Mercadona es líder absoluto, hasta el punto de que “han creado una categoría y han puesto en valor un producto que antes era residual”, señaló.

De hecho, tienen previsto poner en funcionamiento una nueva planta para la elaboración de guacamole y desarrollar nuevos productos derivados de sus productos como gazpacho o bebidas funcionales. Y es que la apuesta por la calidad empieza en las propias plantaciones. Allí se trabaja a diario en mejorar la forma de cultivo para aumentar la calidad de la producción. De hecho, Trops cuenta con su propio centro de innovación en el que experimentan para mejorar el manejo de los cultivos para buscar una mayor calidad. Un trabajo del que después que benefician los cooperativistas que reciben formación para poder aplicar estos avances en sus parcelas.

Aquí se trabaja en temas como el manejo de la cubierta vegetal y sus efectos beneficiosos, el control tecnológico de árboles y frutos o la introducción de variedades de árboles polinizadores que ofrezcan un fruto con características similares a las más apreciadas por los clientes en el mercado.

De este modo, con el mismo consumo de recursos los agricultores podrían aumentar la producción y mejorar la rentabilidad de sus explotaciones. Así solucionarían el problema actual, ya que el fruto de los árboles polinizadores no ofrece la misma calidad y tiene que descartarse para su comercialización.

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