El Metro de Málaga cumple diez años con la maquinaria en marcha hasta el Hospital Civil
Una vez alcanzado el centro de la ciudad y en su mejor momento de pasajeros, se prolonga hacia el norte y estudia cuál es su siguiente destino: PTA, Ciudad Jardín o El Palo
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El Metro de Málaga cumple diez años este 30 de julio con un sabor dulce en los labios: casi tres lustros después de empezar la obra, llegó al centro de la ciudad, y en este casi año y medio va de récord en récord en lo que a pasajeros se refiere. Pero no se va a quedar ahí, la infraestructura encara ya la ampliación de la línea hacia el norte, al Hospital Civil y estudia cuál será su próximo destino: el PTA, Ciudad Jardín o El Palo.
El avance del suburbano ha sido dispar, tanto en los dieciséis años desde que las máquinas comenzaron a trabajar, como en la década que lleva cursando los raíles tanto bajo el suelo como sobre él. En lo que se refiere a viajeros, el último empujón, el que ha confirmado realmente el idilio de los malagueños con su suburbano, lo ha dado en lo que va desde marzo del 2023 hasta ahora. Los datos son claros: al cierre de 2022 el total de los viajeros registrados era de 46,1 millones. Sólo en 2023 se alcanzaron 13,6, casi una cuarta parte de los que lo habían usado hasta ese año. Y, ahora, según los datos del INE, hasta mayo de este 2024 suman ya 67,36 millones.
Poca duda cabe de que se han superado los 70 millones de viajeros, si no están a punto de hacerlo, cuando todos los meses de este año han superado sobradamente el millón de usuarios. El reto era claro: pasar de los 7 millones de usuarios hasta los 14 millones, al menos en los primeros cursos completos. Ya en 2023, a pesar de que los primeros tres meses no discurrió hasta el corazón de la ciudad, rozó el objetivo, a lomos, en parte, de un descuento que deja el viaje en 33 céntimos de euros si se dispone de título multiviaje, gracias a un descuento del 60%.
La cicatriz de Callejones del Perchel, cerrada tras quince años
Hace sólo unas semanas, la Junta de Andalucía cerró la brecha de Callejones del Perchel, quince años después de iniciar las obras. Fue, sin duda, el punto en el que más se enconaron las obras de la infraestructura, con vecinos y comerciantes en pie de guerra, a la vez que la crisis y los restos arqueológicos obligaban a parar los trabajos a pocos metros del Guadalmedina.
Fue el río otro de los escollos a solventar, este por su dificultad técnica, y que finalmente se salvó con una estructura en forma de X que permite el cambio entre los trenes de la línea 1, la que une el Centro con Teatinos, y la 2, la que va desde el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena hasta la estación de Guadalmedina, junto a El Corte Inglés.
Es justo de esa estación de la que parte el siguiente destino que ya está marcado en la brújula del Metro: el Hospital Civil. Las máquinas ya abren la brecha para construir las pantallas que harán el falso túnel por el que acabarán pasando los trenes. En el primer tramo, el que comprende de Armengual de la Mota a calle Santa Elena, donde se situará la estación de Hilera. Las mismas tienen un coste previsto de 45 millones de euros, para los 637 metros sobre los que discurrirán las vías. Estas deberían terminar en 2027.
El transcurso entre Guadalmedina y el Hospital Civil fue otro de los puntos críticos del Metro. La decisión de llevar el tren en superficie, enfrentó, de un lado, a vecinos y ayuntamientos y de otro a la anterior Junta, gobernada por el PSOE. Los primeros rechazaban esta opción, por la que los segundos se habían decantado. Finalmente, y con el cambio en el Ejecutivo autonómico, el tren en superficie queda reservado –de momento– únicamente para el último tramo que recorren en Teatinos.
La Junta de Andalucía ya ha licitado, además, el segundo tramo de obras, las que llegarán hasta Eugenio Gross, con un presupuesto base de 58 millones de euros. Una vez comiencen las grúas a trabajar, tendrán 36 meses para iniciar el proyecto. Quedará, de esta manera, el último tramo por arrancar, hasta alcanzar el futuro tercer hospital de la ciudad. En cualquier caso, hasta que todo el recorrido no esté finalizado, los trenes seguirán topando en Guadalmedina.
¿Siguiente destino PTA, Ciudad Jardín o El Palo?
También está trabajando el Gobierno andaluz en sendos estudios para discernir cuál de los siguientes destinos sobre la mesa es más rentable: si prolongar hacia el Parque Tecnológico, Ciudad Jardín y La Rosaleda o El Palo.
Parece que el destino que juega con peores cartas a priori es la tecnópolis: a pesar de superar ya los 25.000 trabajadores y tener la vista puesta en duplicarse, los informes que hay hasta el momento señalan que es la menos competitiva de las opciones: su uso estaría concentrado en dos tramos horarios principales, coincidiendo con la entrada y salida de las oficinas, un momento en el que los trenes ya están en hora punta. Mientras, en el resto de horas, el uso sería más residual.
Hace un año, fuentes de Metro, apuntaban a este periódico que, en estos momentos, la opción que tenía mejor color era la de Ciudad Jardín: la bolsa de población es lo suficientemente grande y la prolongación hacia el norte ya lo deja a pocos kilómetros en estos momentos. Además, conectaría con La Rosaleda, estadio del Málaga C. F. que espera una remodelación casi integral y que está en la lista oficial de estadios que albergarán partidos del Mundial 2030, a falta de que la FIFA refrende su presencia.
Respecto a la zona Este, era una ampliación que ya estaba prevista en los primeros albores del Metro. Las mismas fuentes del suburbano sostuvieron que el coste de la infraestructura no se correspondería con una demanda suficiente para sostenerlo hasta que no se llegara al mismo núcleo de El Palo. Sus opciones, además, se empezaron a orillar en el momento en que se descartó, por su alto coste, una estación en La Marina. Si bien, el problema de movilidad en la Málaga oriental vuelve a situarlo con fuerza, donde se da la mano con un aparcamiento disuasorio que el Ayuntamiento plantea en La Araña.
Armengual de la Mota se queda con un carril por dirección hasta el 4 de agosto
A partir del pasado domingo 28, y durante una semana –hasta el 4 de agosto–, la calle Armengual de la Mota quedará limitada a un solo carril, para cada sentido, a la altura de la intersección con calle Hilera y hasta la Avenida de Andalucía. También se cortará de manera temporal el paso de peatones situado en esta calle, a la altura del Banco Santander. Habrá un recorrido alternativo, señalizado, para los peatones al norte de esta misma calle, y de esta forma garantizar la accesibilidad a edificios y locales comerciales del entorno.
Respecto a las líneas de autobuses urbanos que transitan esta calle, la Junta ha explicado que el estrechamiento de la calzada de Armengual de la Mota no afectará el giro a la derecha de los autocares que vienen desde calle Hilera hacia la avenida de Andalucía. En cambio, para el sentido norte, también con un solo carril de circulación, ha sido necesario implantar una columna provisional de semáforos a la altura del paso de peatones.
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