Tribuna Económica
Carmen Pérez
Un bitcoin institucionalizado
Urbanismo
El hotel de 150 metros que un grupo de inversión catarí proyecta en los suelos del dique de Levante, que en caso de ejecutarse marcará el nuevo skyline de Málaga, puede presumir ya de ser el proyecto de ciudad con mayor contestación ciudadana de cuantos se recuerdan en la capital de la Costa del Sol. Ni la apuesta privada por construir unos multicines en el muelle 2 y la esquina de oro del puerto sumó tantos reparos vecinales como la operación ahora prevista.
En concreto, y a falta del recuento oficial por parte de la Gerencia de Urbanismo, se saben que van a ser más de 1.100 las alegaciones formuladas por colectivos sociales, empresariales y profesionales al ajuste urbanístico necesario para dar encaje a la torre diseñada por el arquitecto José Seguí en esa parcela portuaria. La inmensa mayoría de esas sugerencias contrarias al desarrollo del mencionado establecimiento hoteles, aunque se sabe también de la existencia de unas 150 a favor del mismo.
El Colegio de Arquitectos de Málaga, la Academia de Bellas Artes de San Telmo, Málaga Ahora, Málaga para la Gente, Ecologistas en Acción, el sindicato UGT, Facua… Y sobre todo la Plataforma Defendamos Nuestro Horizonte, que en la mañana de este lunes ha hecho entrega de 1.049 alegaciones. Estos son algunos de los entes que en los dos meses de plazo al que ha sido sometida la modificación de elementos del Plan Especial del Puerto, mediante la que permitir el uso hotelero y una edificabilidad de hasta 45.000 metros cuadrados al solar, se han pronunciado formalmente en contra de la actuación.
El portavoz de la plataforma, Juan Antonio Triviño, ha expuesto las razones del por qué de esta oposición. "Es un proyecto que carece de interés público y general y es además irreversible, no hablamos de la noria que puede desmontarse, sino de entregar una plataforma portuaria por 50 años más prorroga", ha señalado a las puertas de la Gerencia de Urbanismo antes de entregar las alegaciones.
Para el colectivo, que viene haciendo campaña en contra de la iniciativa privada, que cuenta de inicio con el aval del Puerto y del Ayuntamiento de la ciudad, el hotel planteado "no representa icono de modernidad" e incluso sostiene que de ejecutarse haría que se vincule a Málaga "con un modelo que no corresponde a una ciudad milenaria".
"Hablamos de una operación temeraria, con gran riesgo", ha insistido Triviño, quien ha llegado a afirmar que puede llegar a convertirse "en el Algarrobico de Málaga". "Quién se cree que una empresa de Catar, con un capital social de 150.000 euros va a abordar esa inversión", se preguntó, advirtiendo incluso de que, como ha ocurrido en Sevilla con la Torre Pelli, acabe produciéndose una reconversión del uso del edificio.
A modo de ejemplo, ha señalado que de acuerdo con el informe de viabilidad económico, la previsión de la empresa es que el 55% de los ingresos que genere el complejo procedan de la planta baja, que es donde se pretende la implantación de superficies comerciales y un espacio de auditorio, entre otros.
"La ciudadanía no quiere ese edificio en ese sitio; nadie puede discutir que no hay consenso para un proyecto que es de ciudad y si no lo hay el político lo que tiene que hacer es parar el balón y escuchar a los especialistas", ha añadido, incidiendo en la necesidad que en los comicios locales del próximo 26 de mayo todos los partidos políticos deben exponer de manera clara su posición respecto al proyecto. Hasta la fecha las numerosas mociones formuladas en los plenos han mostrado un apoyo amplio a su construcción, con el aval del PP, el PSOE y Ciudadanos.
Otra de las voces manifiestamente crítica con el proyecto es la de la Academia de Bellas Artes de San Telmo. Su presidente, José Manuel Cabra de Luna, habla a las claras del impacto ambiental que tiene la torre proyectada sobre el entorno y apunta que usan como base de su alegación los argumentos empleados por Icomos, "una agencia independiente que es consultada por la Unesco", para incidir que su construcción producirá "una ruptura del paisaje, no solo por la alteración del skyline, sino porque viene a reforzar la imagen de apelmazamiento que ya La Malagueta supone".
"¿La ciudad necesita eso?", se pregunta Cabra de Luna, considerando que se trata de una cuestión sustancial. "Es la pregunta del millón, porque el problema es que esto no tiene vuelta atrás; si esto tira adelante no tiene vuelta atrás y nos pasaremos los 500 años que viene con la ciudad alterada", ha expuesto. Asimismo, en el marco de la alegación se pone e duda que el procedimiento administrativo seguido para enmarcar la operación urbanística sea el adecuado.
Una tesis que viene a compartir el Colegio de Arquitectos en su alegación. En la misma se dice literalmente: "la pretensión de que se está ante una alteración menor de la ordenación previa no es veraz; en nuestra opinión, el alcance de lo que se propone hace oportuna la revisión del Plan Especial en su conjunto". Frente a este argumento, el Ayuntamiento ha optado por una modificación puntual. La posición del organismo colegial no es nueva, ya que fue igualmente crítico en el trámite ambiental.
Y como la Academia de Bellas Artes, el colegio se pregunta: "¿es esto lo que necesita Málaga? Por ahí debería haber empezado este proceso, que curiosamente ya tuvo un precedente administrativo cuando la Gerencia de Urbanismo desestimó en 2007 una idea casi idéntica a la que aquí se propone". Sobre el valor económico de la obra final, el ente llega a barajar entre 135 y 140 millones de euros.
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