La Rayuela
Lola Quero
El rey de las cloacas
Málaga/El morado pasa a ser el protagonista de muchas calles de Málaga cada vez que llega el mes de mayo por una razón muy simple: las jacarandas. Tan bonitas que dejan a muchos mirándolas detenidamente, pero a la vez llenando las aceras, las carreteras y los vehículos aparcados hasta el punto en que las flores lo cubren todo. A muchos les gusta, les recuerda a los colores de Málaga, ese verde y morado que todo malagueño lleva por bandera, pero otros discrepan, sobre todo, cuando tienen que llevar su coche a lavar para poder eliminar todos los restos que estas flores dejan al caer.
El nombre común de este árbol es jacaranda, pero también se conoce como Jacaranda Mimosifolia y es un árbol alóctono porque procede de América del Sur. En total en Málaga, según el Ayuntamiento de Málaga, hay unas 6.500 jacarandas. No hace falta irse muy lejos porque las puedes encontrar por Pedregalejo, Teatinos, Carranque, El Ejido o algunos puntos del centro histórico.
El doctor en botánica en la Universidad de Málaga, Andrés Vicente Pérez Latorre, sostiene que este árbol se trajo a Málaga por su floración, ya que es muy bonita. Además, señala que sobrevive en la capital porque su clima de origen es muy parecido al clima Mediterráneo. Asimismo, también incide en que en la Península hay “unas temperaturas muy benignas en invierno” que ha hecho que se adapte muy bien.
Eso sí, este árbol tan bonito, también es “polémico”, ya que las flores manchan mucho el suelo. En este sentido, Pérez Latorre remarca que a parte de la flor “a veces hay un pulgón que ataca a la planta cuando está floreciendo y este excreta un jugo pegajoso que cae al suelo junto a la flor y ensucia los coches y las aceras”.
Una posible solución para este doctor en botánica de la UMA es plantar estos árboles en jardines. “Si plantas el árbol en un jardín, las plantas caen al suelo y allí se van descomponiendo, los jardineros pueden estar rastrillando y no pasa nada, pero si estás en una acera pues caen en ella y la ensucian”, asegura.
En el mes de mayo es cuando florece la jacaranda, pero este año, según Pérez, puede que se acorte por la falta de lluvias. Aunque señala que si al final llueve estos días van a pasar dos cosas y es que la floración se va a alargar y “va a haber una mezcla explosiva con flores en el suelo y acera mojada”. Por lo que esto “puede ser peligroso”, ya que una persona o incluso una moto puede resbalar.
Muchas personas se paran a admirar estos árboles tan peculiares que solo muestran sus flores durante escasas semanas. Los malagueños están tan acostumbrados que hay quien considera esta flor como su “favorita”. Este es el caso de Carmen, una joven malagueña que vive en Teatinos. Pasea a su perro todos los días y asegura que “cada vez que veo una jacaranda me paro a mirarla”. Eso sí, lo que no le gusta es como se queda el suelo tras la caída de las flores, ya que “hay veces que paso corriendo por alguna acera con flores y tengo que andar porque más de una vez he estado a punto de caerme”.
Por su parte, José Luis a sus 60 años sostiene que “estos árboles donde tendrían que estar es en jardines, no en las aceras donde ensucian en la carretera”. En este punto remarca que un día vio como un hombre casi pierde el equilibrio de su moto porque el suelo estaba repleto de jacarandas. “Yo sé que limpian porque hay días que en el suelo hay flores y al siguiente no, pero es que deberían de venir más o cambiar los árboles de sitio, más que nada para que no haya accidentes”, asegura.
Desde el Ayuntamiento de Málaga aseguran que entre las ventajas de la jacaranda se encuentra el hecho de que ofrecen una cobertura vegetal amplia, puesto que proporciona mayor oxígeno y también disminuye la temperatura. Además, también elimina CO2, puesto que es uno de los árboles que más lo absorbe, ya que absorbe el CO2 que emiten al día 1.400 vehículos. Como en Málaga hay unas 6.500 jacarandas y cada una de ella puede absorber una tonelada de CO2 al año, en total estos árboles eliminan 6.500 toneladas de CO2.
Por otro lado, también sostienen que entre sus inconvenientes está su floración, ya que al caer las flores al suelo, el morado de estar en el árbol pasa a las aceras. Para poder hacer frente y recoger todas estas flores, señalan que los servicios de limpieza se reorganizan para atender, de manera prioritaria los problemas de suciedad que puedan generar estas jacarandas y otras flores. Por lo que este año se han añadido 25 equipos más para poder actuar con mayor frecuencia en las zonas afectadas. En total, Limasam tiene 80 equipos diarios, entre mañana y tarde, encargados de limpiar las jacarandas. El principal inconveniente con el que se encuentran los servicios de limpieza es que en cuestión de días vuelven a estar repletas de flores moradas, ya que la floración es continua.
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