Adiós al Invader de la calle Compañía
Retiran otro mosaico de Invader en Málaga
El propietario del edificio frente al Thyssen que albergaba uno de los mosaicos atribuidos al artista francés acata el requerimiento de Urbanismo y retira la obra
El mosaico atribuido al artista Invader del edificio frente al Museo Carmen Thyssen ha pasado a ser historia. El propietario ha decidido esta mañana acatar el requerimiento de la Gerencia de Urbanismo y retirar la obra del artista. Pasadas las 9:30 dos obreros han colocado un andamio y han iniciado los trabajos. Apenas dos horas más tarde la pieza había sido desmontada por completo, con sus pequeños azulejos destrozados apilados en una caja.
Visiblemente molesto, el dueño del edificio -quien prefiere mantener su anonimato- ha explicado a este periódico que se ha visto en la obligación de quitar la obra por orden de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga. «A mí no me molestaba ahí, pero me han dado 15 días para que lo retire y no me ha quedado más remedio», ha comentado.
Sin entender revuelo generado en torno a estas obras, ha asegurado que hasta lo citaron a declarar para comprobar si había autorizado o no su instalación. «Mientras que a mí me hacen retirar esto que no molesta a nadie, el centro histórico está rodeado de fachadas con pintadas», ha aclarado señalando un edificio en la misma calle Compañía.
Preguntado por el valor que pueden alcanzar las obras de Invader en el mercado (puede rondar los 60.000 euros de media), ha asegurado que le habían comentado que la pieza podría tener algún valor, pero que no ha sido posible retirar los azulejos sin que algunos de ellos se dañasen para reconstruir el mosaico después.
En el escrito, el mismo que el Ayuntamiento de Málaga envió el pasado mayo a todos los propietarios de inmuebles del centro histórico donde el artista Invader había colocado sus obras, se explica que los mosaicos han de ser retirados devolviendo las fachadas a su estado original.
Y todo ello a requerimiento de la Delegación de Cultura de la Junta, por tratarse de inmuebles emplazados en el centro histórico (catalogado como Bien de Interés Cultural). De no hacerlo, serán los propios funcionarios públicos quienes se encarguen de la tarea, imputándole al dueño el coste un 2,707,37 euros. Para ello daba un plazo de 15 días.
El pasado mayo, después de un año de polémicas y disputas entre distintas administraciones, los propietarios comenzaron a retirar las primeras piezas con la llegada de los escritos. Desparecieron entonces el pulpo azul ubicado en el Palacio de Salinas y la doble placa ubicada en la esquina de plaza de la Merced y calle Álamos.
Y en junio fue la Fiscalía de Medio Ambiente quien instó a la retirada de los mosaicos, ya que no afectaba a la investigación abierta en torno a su instalación, y además se restablece el orden jurídico perturbado. En total fueron 29 los puntos de la ciudad en los que actuó Invader si bien son 15 los que se encuentran localizados en el entorno protegido del centro.
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