Mubeo: la tarjeta para cohesionar a los universitarios... mediante descuentos

Estudiantes de Marketing de la UMA ponen en marcha un proyecto centrado en crear eventos

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Hugo y Diego, en Teatinos, junto a una tarjeta Mubeo.
Hugo y Diego, en Teatinos, junto a una tarjeta Mubeo. / M. G.

Apenas están en tercero de carrera, pero ya han puesto la base a un proyecto empresarial con muchas posibilidades. Se trata de Mubeo: una tarjeta por y para universitarios que, bajo el sencillo y amigable gancho de los descuentos, busca formar una gran comunidad que les de pie a la celebración de eventos. También dar facilidades a los estudiantes en el plano económico (más allá del ahorro): sueñan con la opción de poder lanzar una plataforma en la que pongan en contacto tanto a demandantes de prácticas laborales con empleadores como a buscadores de pisos con ofertantes. Aunque, según aseguran sus creadores, no se les caerían los anillos por tirar esas dos ideas a la basura y hacer otra cosa.

Pero... ¿Por qué tanta precipitación en un proyecto que se dice sólido? La respuesta es fácil. Mubeo estaba pensado como un proyecto para la asignatura de Creación de Empresas que sus tres impulsores (en aquel entonces, cuatro) todavía cursan en la Universidad de Málaga: Marketing. Hasta que en un momento dado aquella idea, nacida de un brainstorming, empezó a coger velocidad y se desbordó. "Al mes y poco ya sabíamos que sus dimensiones habían superado la asignatura...", cuenta Diego Juárez, una de las caras visibles de la iniciativa.

En pocas semanas, han conseguido que más de 600 estudiantes de la UMA se hagan con una para disfrutar de descuentos en locales como La Carmela Baker, Sushi Panda o Why? Sneaks. El abanico completo (15 sólo en Málaga capital) abarca restaurantes, peluquerías, estudios de tatuajes o tiendas eróticas. En los que se aplican rebajas de entre el 5 y el 15% o, directamente, una cantidad de euros fija. Además, han adquirido un paquete para que los más intrépidos gasten menos a la hora de pagar su entrada para acceder a parques de atracciones como Warner y PortAventura.

Eso sí, no hay que olvidarlo, el corazón de Mubeo late para crear una comunidad, un club joven con intereses compartidos, para poder quedar. Hasta la fecha sólo con los umeños, aunque ya trabajan en integrar a gente de otros centros. "En principio, tanto las empresas como los estudiantes lo están recibiendo bastante bien", relata Hugo Fernández, otro de sus impulsores. Falta a la cita Manuel Cánovas, al que sus compañeros describen como el estratega en la sombra del proyecto, ya que es el único con experiencia previa en esos derroteros.

Porque también de eso, de conseguir experiencia, va Mubeo. "Cada día aprendemos algo nuevo. En la universidad se aprende lo que se aprende, pero luego en la vida real todo es práctica", relatan estos jóvenes, que van más allá todavía con el vínculo que sienten con su creación. "Es nuestro bebé", resaltan. Tanto es así que todavía va a pérdidas (la tarjeta es gratis), aunque con vistas, si la cosa sigue fluyendo, a ponerla de pago el próximo curso, así como dar el salto al formato virtual.

Otra cosa que hay que saber de Mubeo es la retahíla de eventos que promete impulsar, con el valor añadido como requisito fundamental. "Nosotros, como estudiantes, hemos ido a fiestas a discotecas con nuestros amigos, nos lo hemos pasado bien, claro, pero ya está. Igual que esas hay miles al año por todos sitios". Por ello, quieren poner de acuerdo a cuantos más colaboradores resulte posible para realizar citas siquiera algo más tematizadas, juntando a todos los que estén dispuestos, y así de paso crear sinergias.

La clave para que estos se suban al barco, según cuentan, es muy sencilla. Sólo hay que poner en práctica todo lo que se suponía que no había que hacer desde hace años, cuando se optó por digitalizar hasta el más mínimo trámite: o sea, tocar a la puerta de los sitios y darse a conocer. Un viejo método que está dando frutos a estos jóvenes, quizá porque tienen frescura. "Estamos seguros de que si tuviéramos otra cara, más de treinta años y fuéramos en traje no confiarían en nosotros", reflexionan a la vez que explican lo desesperante que puede llegar a ser para las empresas que potenciales colaboradores los frían a llamadas o enviando a comerciales al uso. "Están muy cansados de eso, no suele funcionar".

Y así, dando la cara por su proyecto, quieren seguir. "Nos hemos tirado a la piscina. Puede salir bien o mal, pero no tenemos nada que perder. Tampoco somos unos cerebritos. Ojalá. Sólo tenemos ganas de aprender y emprender". No se sabe si la suerte seguirá sonriendo a Mubeo en el futuro, pero, como poco, hay que reconocer que hay buenos mimbres.

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