Las muertes con Covid en residencias de la provincia de Málaga se triplican desde enero

Los contagios se multiplican por nueve, lo que significa que el impacto de la infección está amortiguado por la vacunación

Hubo 33 muertes en las últimas 19 semanas de 2021 y 98 en las primeras 19 de 2022

Una anciana con su cuidadora.
Una anciana con su cuidadora. / Julio González

Málaga/El coronavirus aumenta en las residencias de ancianos. Ni de lejos con el impacto de la primera ola, pero se incrementa. Según los datos del Instituto de Estadísticas de la Comunidad Andaluza (IECA), proporcionalmente suben más los contagios que las muertes: los nuevos positivos crecen nueve veces y los óbitos, tres. Una realidad que sanitarios consultados achacan a que la vacunación está siendo eficaz y amortigua el efecto del Covid en los mayores.

Pero los números marcan una línea ascendente de infecciones y fallecimientos. Una tendencia que comenzó con 2022. Desde entonces y hasta principios de mayo de mayo inclusive –las primeras 19 semanas de este año– se registraron 2.535 positivos por Covid en residencias de la provincia de Málaga y 98 decesos con el virus.

Frente a estos números, en las 19 semanas anteriores –las correspondientes a los últimos meses de 2021– se notificaron en estos centros geriátricos 282 residentes infectados y 33 fallecimientos.

Dado que en las últimas 19 semanas del año pasado se registraron 282 contagiados y en un periodo similar de 2022 van 2.535, los infectados se han multiplicado por nueve. En el caso de los fallecidos en geriátricos, de 33 en las últimas 19 semanas del ejercicio anterior se ha pasado a 98 en un lapso idéntico de este año. Supone que los decesos se han triplicado.

Que los fallecimientos crezcan menos que los nuevos positivos es achacado por expertos consultados a que “la inmunización funciona” y hace que los cuadros no sean tan graves como al principio de la pandemia.

Pero a medida que pasa el tiempo, la protección de la vacuna va descendiendo y como contrapartida se incrementan los casos. De ahí que la Junta de Andalucía lleve propugnando desde hace varios días la cuarta dosis en las residencias: para aumentar la protección de los ancianos, que son los más vulnerables frente al virus.

El representante de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales en Andalucía, Manuel Fuentes, aclara que esta organización no se pronuncia a favor o en contra de la cuarta dosis. Entiende que es una decisión que deben tomarla los técnicos sanitarios en función de los datos epidemiológicos.

Lo que sí deja meridianamente claro es que las residencias “son espacios de convivencia”, no hospitales ni centros sanitarios. Por lo tanto, insiste en que las medidas que se adopten deben ir encaminadas a que sean “espacios amigables” porque son “la casa” de las personas que viven allí.

Fuentes remarca que “son las visitas y los trabajadores los que deben adaptarse para protegerlos” porque prevalece el derecho de los mayores ingresados a vivir en la residencia como en su casa. “Porque es su casa en realidad”, insiste el representante de la asociación.

De hecho, los centros geriátricos son algunos de los espacios interiores en los que sigue siendo obligatorio el uso de la mascarilla para trabajadores y visitantes. No así para los residentes, que no tienen que llevarla.

Respecto a la vacunación, las residencias fueron el primer lugar por el que comenzó, allá por diciembre de 2020. Precisamente porque eran las personas más vulnerables, las que mayor mortalidad registraban y porque debido a que compartían un espacio común –a diferencia de los mayores que vivían en sus casas– estaban más expuestos a los contagios. Y también fueron los primeros en recibir la tercera dosis de refuerzo.

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