El ‘trasvase’ de Muface tensionaría aún más una sanidad pública ya al límite
Un informe alerta que Málaga es una de las provincias en las que “sería muy complicado de absorber” por el sistema público a esos usuarios y que deberían crearse 159 camas hospitalarias
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La continuidad de Muface está en el aire después de que la renuncia de las aseguradoras Adeslas, Asisa y DKV a presentarse para prestar la asistencia sanitaria dejase desierta la licitación que sacó el Gobierno central. Mientras el Ministerio de Función Pública –del que depende– anuncia una nueva oferta, el de Sanidad dice que el modelo es “insostenible” y se plantea la incorporación de sus usuarios al sistema público. Muchas son las voces que se levantan para advertir que el trasvase tensionaría aún más una sanidad pública ya colapsada, con demoras de hasta dos semanas para el médico de cabecera y listas de espera disparadas para operaciones o consultas con un especialista.
Un informe de la Universidad Complutense advierte del impacto que tendría la desaparición de Muface. En el caso de Málaga, la conclusión viene a ratificar lo que estiman muchos profesionales, usuarios y sindicatos. “A nivel de infraestructuras, el sistema público precisaría de 3.975 camas adicionales [en toda España], lo que supondría un 3,8% adicional a la capacidad actual a nivel nacional. Esto, que a priori podría parecer un impacto moderado, en algunas provincias sería muy complicado de absorber por el sistema público, especialmente en Madrid, Sevilla, Valencia, Barcelona, Cádiz y Málaga, entre otras”, señala el documento El mutualismo administrativo: Modelo predictivo sobre la elección de los mutualistas y escenarios futuros de la universidad madrileña.
Según el estudio, la provincia necesitaría 159 camas de hospital más para poder asumir a los usuarios de la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface). Hay que recordar que Málaga es el territorio andaluz más deficitario en este recurso.
El informe precisa que en la provincia hay 59.233 mutualistas de Muface. De ellos, 38.599 son titulares y 20.634 son beneficiarios. Las cinco provincias con mayor presencia estos mutualistas son Madrid (16%), Barcelona (7%), Valencia (6%), Sevilla (5%) y Málaga (4%).
Además, ésta una de las provincias en donde el porcentaje de titulares de Muface eligen la sanidad privada es mayor. Exactamente, el 85,3% elige ser atendido en la sanidad privada, “dato significativamente superior a la media nacional que se sitúa en el 72,9%”, según destaca el estudio de la Universidad Complutense.
El documento señala que “la fuerte presencia de hospitales privados y la insuficiente dotación de infraestructuras públicas, unidas a las variables del modelo anteriormente mencionadas, hace que los mutualistas titulares de Muface residentes en Málaga opten por ser atendidos a través de una aseguradora de salud en mayor porcentaje que la media nacional”.
Cuando estallaron las dudas sobre la continuidad de la mutualidad, el vocal de sanidad privada del Colegio de Médicos de Málaga, Carlos Bueno, dijo que si el sistema público tuviera que asumir a los usuarios de Muface “se colapsaría”. Argumentó también que sería “más caro” puesto que –según sus datos– un paciente con cobertura privada cuesta 1.013 euros anuales, monto que en la pública asciende a 1.736.
Hace unos días, el sindicato CSIF protagonizó una concentración ante la Subdelegación del Gobierno, entre otras cosas, para reivindicar la continuidad de Muface. El responsable provincial de Sanidad de esta organización, Juan Pedro Ruiz, se manifestaba en la misma línea: “La sanidad pública está hecha unos zorros y abandonada. El vaso ya está lleno, no podría asumir la ingente cantidad de pacientes que supondría la desaparición de esa mutualidad”. Y añadía:“Sería una barbaridad sobrecargar a unos profesionales que ya están exhaustos”.
Su homólogo en CCOO, Juan Carlos Navas, también vaticinaba que un eventual trasvase de pacientes de Muface a la sanidad pública “la colapsaría porque tendría un impacto muy fuerte”.
Por su parte, la secretaria de Sanidad en la UGTde Málaga, Carmen Gaona, apuntó que veía con buenos ojos que esos usuarios pasen al sistema público siempre y cuando se refuerce con los recursos adecuados. “Ahora el sistema público no da abasto con la demanda que hay. De modo que esos usuarios no se pueden asumir sin el correspondiente incremento de plantillas y de medios”, argumentó.
Frente a la inquietud de usuarios y profesionales, la Junta de Andalucía asegura que está garantizada una “asistencia de calidad” a pacientes de Muface en el caso de que se incorporen al SAS. No obstante, el consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública, José Antonio Nieto, reconoció a mediados de mes en el Parlamento que aunque “no es fácil la integración”.
Según el informe de la Complutense, con la desaparición de Muface, las listas de espera en el sistema público se verían incrementadas considerablemente a nivel nacional en caso de tener que asumir a estos usuarios. En un 266% para consultas externas y un 115% para operaciones, según sus estimaciones.
De momento, la cobertura continúa. Está en vigor hasta fin de año y se prorroga hasta el 31 de enero. Los usuarios ya han comenzado a recibir cartas de sus aseguradoras en las que se les informa de su finalización, lo que los llena de incertidumbre. Algunos que tenían que operarse en las próximas semanas o iniciar ciertos tratamientos han señalado a Málaga Hoy que los han aplazado porque no tienen claro su seguimiento.
Por su parte, CSIF ha anunciado que el sindicato saldrá a la calle el próximo 14 de diciembre para trasladar la preocupación de los funcionarios por ese tema.
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