Opinión
Carlos Navarro Antolín
El Rey brilla al defender lo obvio
En un momento en el que el pesimismo puede cundir por la abundancia de las malas noticias que llueven, siempre hay motivos para encontrar luz y asideros para creer en que todo es posible y que la pelea surte efecto. También en esta batalla contra el coronavirus hay casos optimistas.
El pasado domingo 15 de marzo dio a luz en el Materno Infantil una mujer embarazada infectada con Covid-19 de manera prematura antes de llegar a la semana 28 de gestación. Días antes presentaba “una placa torácica alterada” por lo que le hicieron el test y fue enviada a su domicilio. Después se conoció que había dado positivo en la prueba del coronavirus. Finalmente, la mujer volvió al Materno porque había empeorado y, en un primer momento, fue ingresada en este centro hospitalario con un cuadro respiratorio severo por el virus. Ese domingo, en la revisión del equipo de guardia, se comprobó su empeoramiento en distintos parámetros clínicos y el equipo tomó la decisión de realizar el parto por cesárea.
De esta forma aumentaban las posibilidades de tratamiento para la enferma. El objetivo al hacerle la intervención era doble, por un lado para aliviarle la presión física que ejercía el bebé sobre sus pulmones y, por otro, la sobrecarga que necesitaba para oxigenar a la niña.
La niña pesó 1.2 kilos al nacer y fue ingresada en la Unidad de Neonatología. La situación de la madre era bastante delicada y, horas después de la cesárea, fue trasladada a la UCI del Hospital Regional para vigilar la evolución. Afortunadamente, tras una semana en coma inducido, su estado mejoró y este lunes se le despertó y respondió positivamente, aunque su situación aún aconseja prudencia porque todavía permanece débil, pero en mejores parámetros. Pero es un señal muy positiva después de los duros momentos que había atravesado, en los que se temió por su vida. De hecho, hasta pudo conocer a través de un vídeo que le facilitaron a través del móvil las enfermeras a su hija, en un momento lógicamente muy emotivo. La niña también va progresando. Se le da tratamiento para acelerar la maduración pulmonar, principal preocupación en neonatos, y crece según los parámetros.
La mujer, de 33 años, había ingresado una semana antes de la cesárea al presentar una neumonía. Es una enfermera de un centro de salud de Málaga, que acudió a Urgencias del Materno Infantil tras encontrarse con problemas respiratorios hace varios días. Se trató del primer positivo de una embarazada por coronavirus en la provincia malagueña y uno de los primeros de España. De momento, su estado va mejorando.
Temas relacionados
También te puede interesar
Lo último
Opinión
Carlos Navarro Antolín
El Rey brilla al defender lo obvio
Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
Inventarios de diciembre (4). Desigualdad
Editorial
Rey, hombre de Estado y sentido común
No hay comentarios