Otras dos mujeres de Archidona reprochan la actitud del padre Roberto: "Me incomodaban sus comentarios fuera de lugar"

Mensajes "inapropiados", "fuera de lugar" y "continuados" tanto en persona como por whatsApp son algunas de las situaciones que lamentan haber vivido con el cura

El Obispado aparta de sus "tareas sacerdotales en Málaga" al padre Roberto denunciado por acoso

"Vivo todos los días mirando a mis alrededores, en estado de alerta", el relato de la denunciante del cura por supuesto acoso

El padre Roberto tras la celebración de una boda. / M. G.

Reacciones a historias de Instagram así como mensajes "inapropiados", "fuera de lugar" y "continuados" tanto en persona como por whatsApp que, aseguran, les "incomodaban" son algunas de las situaciones que denuncian ahora públicamente otras dos mujeres de Archidona por parte del padre Roberto durante su estancia como párroco en este pueblo de poco más de 8.000 habitantes.

Se atreven a alzar la voz después de que esta semana se hiciera público que el párroco -hasta hace unas horas- de Canillas de Aceituno, Sedella y Salares supuestamente habría quebrantado una orden de alejamiento que tenía con respecto a una mujer con la que había convivido y que se presentó hasta seis veces en diferentes comisarías del territorio español para explicar a los agentes que la estaría acosando. A las vecinas de Archidona con las que ha podido hablar este periódico, la noticia no les ha sorprendido, reconocen. "Solo hay una denunciante, aunque podríamos y deberíamos haberlo hecho alguna más", comentaba una de ella en sus redes sociales.

El padre Roberto fue ordenado sacerdote en 2015 y aterrizó en Málaga en 2018, concretamente como cura de Archidona en las iglesias de Santa Ana y de la Victoria, así como en el convento de Las Mínimas. Tiempo después, ya en 2019, comenzó a coincidir en diversos actos con Paula (nombre ficticio) por motivos laborales. Al principio, explica que bromeaba sobre su estado civil. "¿Te has echado novio? Tú ya te tienes que casar", recuerda.

Sin embargo, los comentarios "fuera de lugar" escalaron exponencialmente en una convivencia religiosa donde asegura que llegó a relacionar el momento en el que ingería comida con una práctica sexual. "Mi cara y la de la gente de alrededor fue un poema", explica la mujer -de 31 años-. Pese a que relata que recriminó este comentario, no por ello cesaron más del mismo estilo hasta que su madre, que también se encontraba en el lugar, "le paró los pies porque me estaba faltando el respeto".

"Desde entonces, cada vez que coincidía con él en algún evento, trataba de que no me tocara estar cerca de él", cuenta Paula. Si bien, explica que el padre Roberto se hizo con su número de teléfono que utilizaba para el trabajo y entonces comenzó a escribirle de manera continuada, aunque esos mensajes no tuvieran respuesta por parte de la mujer. "Siempre me preguntaba dónde estaba y qué hacía".

Describe también una situación que sufrió con el sacerdote el día en el que se conmemora a la Virgen de Gracia, patrona de Archidona. "Vino después de oficiar su misa a saludarme y empezó a acariciarme el pelo y a hacerme como un masaje. Me incomodó mucho porque no tenía ninguna confianza con él", describe.

La interacción del cura con Teresa -nombre inventado-, otra joven archidonesa de 22 años, comenzó por Instagram. "Me respondía a las historias que subía con corazones, pero yo nunca le contestaba de vuelta", explica. En octubre del pasado año, cuando el sacerdote ya vivía en Canillas de Aceituno, la joven anunció a través de esta misma red social que vendía entradas para un evento y el cura le dijo que podrían ir juntos. "Yo consideré que estaba fuera de tono y lo eliminé como amigo". Si bien, aprovechó que la joven se abrió públicamente el perfil para ver diariamente las fotografías que subía, siempre según el relato de ella.

Más tarde, ambos coincidirían en una boda de un amigo en común, donde el padre Roberto se hizo con el número de teléfono de Teresa con el pretexto de que esta le enviara una foto que había hecho. "Hola guapa, ¿cuándo vas a venir a Canillas a verme?" fue uno de los mensajes que recibió del cura días posteriores. Este comportamiento del párroco disgustó a la joven, que decidió contárselo a la persona que mantenía una relación amistosa con los dos. "Él entonces me dijo que lo bloqueara de todas partes porque ya sabía lo que estaba pasando con la chica que decía ser su prima", relata.

Esa mujer que presentaba como una familiar lo denunció por primera vez el 28 de octubre de 2022 en Madrid, donde contó que se había trasladado huyendo del cura pues aseguró encontrarse "atemorizada". Después de esa interpondría otras cinco denuncias más en Alicante, Torremolinos, Cartagena y Málaga. En la cuarta, por primera vez, comentó a los investigadores que habría mantenido una relación sentimental con el sacerdote desde marzo de 2021 hasta junio de ese mismo año.

Las dos jóvenes de Archidona, conocedoras de que no son las "únicas" a las que el cura ha proferido estos comentarios, no han denunciado y, por el momento, tampoco se plantean hacerlo ya que en su caso "la situación -confiesan- no ha ido más allá". Además, Teresa considera que "si después de todo lo que ha pasado esta chica (la denunciante), él está en la calle y la única medida cautelar que tiene es una orden de alejamiento de 300 metros que se ha saltado muchas veces, creo que no merece la pena".

No hay comentarios
Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último