Una noche de San Juan entre la 'rúa' y el 'júa' en Málaga

La luna más corta del año, la que da paso al verano, ha concentrado la tradición y la contemporaneidad en dos celebraciones casi paralelas

Así amanecieron las playas de Málaga, los últimos 5 años, tras la noche de San Juan

Arde el 'júa' de San Juan.
Arde el 'júa' de San Juan. / Ayuntamiento de Málaga

El destino ha querido que en Málaga se hayan unido las celebraciones de una noche eterna y de la más corta del año. Que se hayan besado hasta el punto de que el autobús del ascenso del Málaga haya rozado el mar este San Juan. Lo importante, a fin de cuentas, es celebrar que se ha ascendido, que llega el verano o que seguimos vivos.

La de San Juan es una de esas tradiciones que siguen uniendo al Mediterráneo con su pasado lúdico-festivo, pero también con su concepción vital de marenostrum, de mar común, que vertebra, guía y templa un carácter que celebra la noche más corta del año como la llegada del verano. La arena, el agua y el fuego siempre han estado presentes en esta, una de las tradiciones que persisten inalterables en el calendario.

El malaguismo celebró la noche más corta del año.
El malaguismo celebró la noche más corta del año. / J. P.

Más moderna es, qué duda cabe, la de la rúa por las calles de la ciudad, el autobús descapotado en el que los atletas que han alcanzado un hito deportivo se encuentran con sus aficionados. Entre la rúa moderna y la júa que se prende en un rito casi ancestral se concentra todo lo que nos moldea como sociedad.

No se han visto –al menos no en la arena– hogueras este año. La tradición y la seguridad no son tan compatibles como gustaría tantas veces. En cambio, el Ayuntamiento de Málaga ha colocado varias cubas metálicas en las que controlar el caos que pueda suponer la quema de los apuntes o los pecados que, ya saben, se purgan con las llamas. Las han podido encontrar en las playas del Chanquete, de las Palmeras, La Malagueta (frente a calle Gutenberg), La Cizaña y Peñón del Cuervo. Sí han estado presentes los farolillos voladores, eso sí, a ocho kilómetros del aeropuerto.

Fuego en San Juan.
Fuego en San Juan. / J. P.

El júa de este año es una aceitera. Material inflamable para que arda mejor. La idea que manejan desde el Consistorio es representar la subida del aceite y que una vez se pierda entre las llamas favorezca un descenso en su precio. El Gobierno, parece que leyendo sus intenciones, ya ha eliminado el 10% de IVA del producto y anunciado que vigilará que este margen no sea aprovechado por los empresarios para mejorar sus márgenes. Una más de ritos ancestrales.

Velando por la seguridad del malagueño han estado 231 agentes de la policía local que estarán en la calle en el servicio ordinario del día 23, se añadirán otros 95 para cubrir el centro y los litorales Este y Oeste. Este casi centenar de unidades incluye efectivos del Grupo Operativo de Apoyo (GOA), agentes de paisano y una unidad canina. Además de un refuerzo en los servicios de Bomberos y una veintena de personas de Protección Civil.

Primer baño antes siquiera de que se pusiera el sol.
Primer baño antes siquiera de que se pusiera el sol. / J. P.

Esperan desde el Ayuntamiento que la noche sea más limpia que la de años atrás, fruto de su campaña "no me dejes atrás". El incivismo también suele ser norma en este tipo de ritos, como se puede comprobar echando la vista atrás. Para ello, trabajarán desde las 5:30 un total de 227 operarios de Limasam (la empresa de limpieza municipal), de los que 156 lo harán como refuerzo de los 75 destinados habitualmente al mantenimiento del litoral de la ciudad en temporada alta.

El dispositivo de limpieza establecido contará con la participación de 75 vehículos, 16 de servicio habitual a los que le suman 59 del refuerzo especial de San Juan (tractores, máquinas limpiaplayas, camiones cisterna, baldeadoras y recolectores).

Playa de La Misericordia.
Playa de La Misericordia. / J. P.

Tras la quema del júa, se ha dado luz verde a los fuegos artificiales. En total, 3.021 unidades de disparo con 529 kilos de masa bruta y 204,1 kilos de materia explosiva. Los artificios se han desplegado en el cielo durante 14 minutos de duración en cinco fases. Desde los fuegos artificiales hasta la recogida de basura empezaron a contar cinco horas en las que la magia de San Juan promete hacer de las suyas. Quizá algún malaguista le ha pedido que el año que viene puedan volver a encontrarse una noche eterna con la más corta del año.

Fuegos artificiales en San Juan.
Fuegos artificiales en San Juan. / Ayuntamiento de Málaga
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