La noria tendrá autorización para un año más de actividad en el puerto
El Consejo de la Autoridad Portuaria se reunirá el lunes y después Urbanismo dará la licencia

La promotora de la noria del Puerto de Málaga tendrá que conformarse finalmente con un año más de autorización. A pesar de que su deseo era ampliar a los próximos dos ejercicios la actividad de la atracción instalada en Muelle Heredia y parada desde el pasado 22 de agosto, cuando finalizó la vigencia del permiso que tenía concedido, finalmente el Consejo de la Autoridad Portuaria, que se reúne el próximo lunes, sólo le concederá un año. Básicamente porque legalmente es el periodo máximo que puede otorgarse mediante la fórmula de la autorización y no de la concesión.
Una vez superado este primer trámite, que se da por seguro, la sociedad podrá dirigirse a la Gerencia de Urbanismo para formalizar la solicitud de la licencia de utilización, imprescindible para que la noria vuelva a girar. Dentro de este calendario, es posible que la atracción se reactive a mediados del mes que viene.
La posición del ente municipal, a día de hoy, es claramente favorable a otorgar ese permiso, al considerar que no existen razones legales para impedirlo. Hasta hace unos meses, tanto Urbanismo como el propio alcalde, Francisco de la Torre, ponían sobre la mesa para extender el periodo de explotación de la noria la necesidad de que la empresa alcanzase un acuerdo con los vecinos afectados y disconformes con su mantenimiento en el actual emplazamiento.
Con todo, la empresa, Mederyt, tiene la posibilidad, finalizado el plazo podrá solicitar un nuevo permiso para continuar más tiempo en este espacio, algo que no parece descabellado dado el interés de esta misma mercantil por poner en marcha un proyecto más ambicioso y definitivo, que incluye la instalación de una noria de 100 metros de alto (30 más que la actualmente disponible) y la creación de una especie de plaza urbana junto al edificio que sirve de sede a la Autoridad Portuaria.
Esta intervención, objeto de conversaciones desde hace algunos meses entre la promotora privada, el Puerto y el Ayuntamiento, cuenta inicialmente con los parabienes de ambas administraciones públicas, si bien la envergadura de la actuación y la inversión necesaria, calculada en unos 35 millones de euros, hacen que el camino que tiene por delante sea aún largo. A ello se suma la necesidad de, si finalmente se mantiene la apuesta, superar no pocos procesos administrativos, incluyendo, previsiblemente, una modificación de elementos del Plan Especial del Puerto para hacer factible una instalación de ese tipo en ese punto concreto.
Otro de los escollos con los que, de inicio, puede toparse es el del movimiento de vehículos en el interior del recinto portuario, así como el hecho de que la ubicación elegida esté al lado de la estación del Melillero. De hecho, la propuesta elaborada por el arquitecto Jerónimo Junquera plantea el uso de la cubierta de ese edificio como acceso a la noria. A este elemento se suma una gran pasarela que, desde la altura más o menos del Palmeral de las Sorpresas transitar hacia la nueva atracción.
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