Disparos de nostalgia en una cámara analógica
Aumentan las ventas de cámaras desechables de carrete con capacidad limitada en sus disparos
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Málaga/La ironía de las modas. Vuelven los vaqueros de tiro bajo, los álbumes en discos de vinilo y las cámaras de carrete, en una era donde todo es digital. Romantizar el pasado en un revelado en negativo o en un film con efecto retro. Crear tendencia sobre tendencias dosmileras. Resurgen las cámaras desechables. Ahora, que existen los móviles de más de 12 megapíxeles y donde cada vez, las marcas, luchan por ver quién tiene el mejor angular. Que pensaría George Eastman, quién patento la primera analógica en 1888, si viera que a pesar de los avances foto-digitales se sigue disparando con una Kodak. Aunque sea por puro postureo.
Creación de la cámara Kodak
La Kodak, inventada por George Eastman (1854-1932), es tal vez la cámara comercial más importante que se haya producido. Su característica más importante no era la cámara en sí, sino el nuevo sistema fotográfico que la mantenía.
El 4 de septiembre de 1888 Eastman patentó la primera cámara Kodak. En ese momento, la fotografía cambió para siempre. El domingo, 4 de septiembre, fue uno de los días más importantes de la historia de la fotografía.
Imagina en veinte años, los rostros de la generación zillenial, los que andan entre los veinte y los treinta y tantos, si vieran un joven con una Blackberry entre sus manos; cuando probablemente la gran manzana de Steve Jobs, a este ritmo, ya haya creado un móvil que vuele y te haga de comer al mismo tiempo. Es el vintage contraproducente. La gente está cansada de excesos. "El almacenamiento del Iphone está casi lleno", es el mensaje que aparece en la gran mayoría de pantallas para recordar que se debe recuperar capacidad y que normalmente, se obvia por completo. "La fototeca está saturada". Cien fotos y eliges tres. Quizá es por eso, por lo que se tiende a volver a una esencia auténtica, diferente, exclusiva y algo más pausada.
Valorar cada disparo. Apreciar el momento de la foto única. Las cámaras desechables vienen con una capacidad limitada, que permite ser selectivo a la hora de escoger el momento perfecto. Es ahora, cuando recordamos aquellas abuelas o madres que decían "no tires eso, no sabes cuándo se volverá a llevar". Y qué razón. El síndrome de Diógenes de los "por si acaso"- de la añoranza también.
En la fotografía analógica hay distintos formatos de película. El más popular es el que se conoce como 35 milímetros. Después hay cámaras de formato medio (120) y grandes formatos. En cambio, la tecnología avanza a una velocidad vertiginosa y las cámaras actuales captan la imagen, cada vez más, al detalle, aunque algunas de ellas mantengan una estética retro, aun siendo digitales.
Mientras, las marcas luchan por lanzar el smartphone que haga las mejores fotografías del mercado, la estética de lo añejo, de la imagen imperfecta, se abre paso. También da juego a las nuevas apps de edición, que imitan el aspecto de lo analógico, de una manera instantánea y también a través del objetivo de los móviles, que ofrecen al momento un aspecto antiguo. Por ejemplo, Huji Cam o Dazz Cam lo disimula a la perfección, alguna hasta incluye efectos como destellos de luz, matices verdes, viñeteado, manchas o grano.
En calle Granada se encuentra la mítica tienda de fotografía Foto Vega, de las pocas que quedan en Málaga. Los empleados han explicado que nunca desapareció lo analógico y que siempre "ha estado presente". "Puede haber algo de postureo pero creo que, en su mayor parte, es más la curiosidad de los jóvenes por descubrir las cámaras de sus abuelos o de sus padres", explica Eduardo Lanzas, empleado de la tienda.
“Al ser una tienda especializada, nosotros siempre hemos vendido carretes, pero en estos últimos dos años sí que hemos notado un interés que crece, sobre todo, entre el público más joven”, explican desde Foto Vega, donde han visto crecer sus ventas de cámaras desechables, cámaras compactas y réflex analógicas, carretes y kits de revelado. “Es interesante que esto pase en esta época de la inmediatez, que vuelva a haber un interés por esta fotografía en la que tienes que tomarte tu tiempo para mirar, para seleccionar.
Existe una escasez de películas y carretes en las tiendas especializadas de venta al público por su poca producción . "Mucha gente viene pidiendo revelados de un día para otro, y eso no es posible", asegura Lanzas. Explica que para revelar las imágenes, se necesita una maquina química especializada que a día de hoy las tiendas normales de foto, no tienen, solo grandes fábricas. "El revelado de analógicas es una actividad que lleva mucho trabajo", añadía. Ahora también es algo más caro que antes, se necesita, al menos, mandar más de 4 o 5 carretes a la empresa que tiene la maquina reveladora. "Se necesita mucho químico para poner en funcionamiento la maquina y con un solo carrete no compensa", asegura.
El 'boom' de las analógicas en redes
Todo el mundo tiene su lado friki. En este caso, los hay de la de la película y fotografía antigua, de los que conservan cámaras en casa en forma de colección y otros para utilizarla de manera profesional. Se ha convertido en un básico para los viajes, tanto es así, que Zara Home, una de las tiendas del multimillonario Amancio Ortega, ha incorporado en sus productos una sección de cámaras vintage. Cuando tú vas, Inditex ya ha vuelto diez veces.
Han pasado ya diecinueve años desde la llegada de las cámaras digitales y el mundo confirma un pensamiento generalizado: lo analógico no muere. Un poco lo que pasó con la pintura, cuando la fotografía llegó, la gente pensó que la pintura se había acabado. Ahora, hay procesos creativos en museos que no requieren de la digitalización para tener grandes éxitos.
Redes como Instagram y Twitter acogen en abundancia el resultado de carretes revelados por sus usuarios, publicaciones de jóvenes que experimentan esa emoción de esperar impacientes al fruto de sus capturas, aunque ahora las recogen también en formato digital. Los dedos colocados en el objetivo minúsculo de la analógica ya es un clásico. Es casi como hacer una foto con los ojos vendados. Los zillenials están acostumbrados a ver la realidad a través de la pantalla, no por un visor. Al final, lo mas sano, como decía Arnau Griso en su afamado hit: "La vida en 4K cuando subes la mirada".
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