"Ésta es nuestra nueva normalidad, la de la convivencia entre elementos extremos"
José Damián Ruiz Sinoga | Catedrático de Geografía Física de la UMA
Asegura que el patrón pluviométrico está cambiando y cuestiona que la presa de Cerro Blanco sea la solución contra las riadas
Los embalses de Málaga casi triplican el agua que tenían hace un año

Borrasca tras borrasca, la provincia de Málaga lleva encadenando lluvias desde el 28 de febrero. Para la próxima semana, los pronósticos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) son, después de muchos días pasados por agua, menos generosos con las precipitaciones. De haberlas, serán más débiles. Pero por más que este episodio parezca amortizado aún le quedan muchas claves por desgranar por parte de los expertos. A continuación, las ofrecidas por el catedrático de Geografía Física de la UMA José Damián Ruiz Sinoga.
Pregunta.Hemos visto que en lo que llevamos de mes la provincia de Málaga ha registrado una de las precipitaciones medias más importantes de toda España. ¿Ha sido un accidente que no se repetirá?
Lo que ha sucedido forma parte de una dinámica pluviométrica que se ha repetido en las últimas ocasiones. Si antes el ciclo de lluvias se producía en otoño y primavera, ahora podemos afirmar que ha cambiado el patrón pluviométrico y en medio de un periodo seco pueden producirse eventos más o menos duraderos de precipitación intensa, que realmente están siendo los responsables de recargar nuestros embalses.
Dicho en román paladino, si le preguntamos a nuestros mayores, nos dirán que las lluvias de estos días se parecen mucho a las lluvias de siempre, es decir, a llover desde el oeste. Por tanto estamos asistiendo a un episodio cuya referencia está en la circulación general atmosférica, es decir, en nuestro caso a las oscilaciones del anticiclón de Azores. Esta es nuestra normalidad, la de la convivencia entre eventos extremos.
P.El mes de marzo no es uno de los más lluviosos tradicionalmente
Efectivamente. Pero yo me encuentro en la lectura de los datos. Afortunadamente tanto de la Red AEMET como de la Red SAIH y de su lectura y análisis hemos de aprender que en estos tiempos de cambio climático las tradiciones son relativas y quizá más importantes son los datos estadísticos, y eso nos muestran un cambio de patrón pluviométrico. Ni llueve igual que llovía hace 40 años, ni la lluvia tiene las mismas características en relación a su duración e intensidad... y, por supuesto, ni las consecuencias son las mismas. Que se inunde el río Guadalhorce tendrá o no importante en función de las tierras que anegue, por ejemplo, no será igual si son campos de cultivo a si es una zona residencial. Pero esta importancia se la damos nosotros. El río tiene un lecho de inundación que lo utilizará dependiendo de las características de la lluvia que provoque tal o cual caudal.
P.Más de 50 hectómetros cúbicos tirados al mar. Llevamos años pidiendo agua y luego no tenemos capacidad de almacenarla. ¿Qué opinión le merece esta situación?
El territorio es complejo y cada embalse tiene su área de abastecimiento. Su cuenca alimentadora. Y cada una es diferente dependiendo de distintos factores sean climatológicos, litológicos, fisiográficos… Hemos de evitar las generalizaciones. Que un embalse determinado con unas características concretas tenga que desaguar no supone nada más que eso porque en la provincia las grandes reservas como La Viñuela o Guadalteba apenas están al 45% de su capacidad. Eso sí, queda mucho por hacer en materia de infraestructuras hidrológicas e hidráulicas y, llegados a este punto, tal vez habría que plantearse seriamente la interconexiónn de cuencas en el sector occidental de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas.
P.Volvió a haber revuelo con el proyecto de la presa de Cerro Blanco, que actuaría como baluarte para evitar inundaciones y para el abastecimiento de Málaga y el Gualdalhorce. Pero tras las danas de octubre y noviembre usted dijo que no era tan importante. ¿Y ahora?
Sigo pensando igual. Aunque la construcción de un embalse en el ámbito mediterráneo puede ofrecer importantes beneficios económicos y energéticos, también conlleva serios riesgos ambientales y sociales. Es crucial realizar estudios de impacto ambiental exhaustivos y establecer mecanismos de gestión sostenible para mitigar sus efectos negativos. ¿Dónde establecemos la cerrada del dique? ¿Qué territorio inundamos? ¿Cuál es la afección de dicha inundación? Detrás de esta decisión hay un importante contingente de personas involucradas y creo que hemos de avanzar mucho más en optimización de recursos hídricos antes de anegar territorios. El uso de aguas regeneradas, la desalación, la digitalización del agro, que no olvidemos que consume el 75% de los recursos hídricos, tienen mucho que ver con esto. No se puede organizar todo un sistema territorial para cuando haya agua. Puede que sea más lógico diseñar una estrategia mediante la que se determine el potencial de lo que hay disponible en ese momento y a partir de ahí planifiquemos. Es muy simple: se trata de determinar de cuánta más agua podremos disponer, ya sea de lluvia, regenerada o desalinizada, y a qué actividades vamos a dedicarla.
P.Los arrastres han atorado los desagües de fondo de Casasola, limitando su evacuación. ¿No se pudo prever cuando se construyó?
Parece que el alivadero de fondo tiene problemas estructurales que los están intentando solucionar, en cualquier caso, la acumulación de acarreros en el pie de la presa es muy previsible en el ámbito mediterráneo, ya que los ríos en situación de avenida no transportan agua destilada, sino caudal de barro, piedras, troncos y hasta coches. No es para nada extraño que haya sucedido. Lo extraño es que parece que no se hubiera previsto.
P.Después de lluvias así llegan toneladas de cañas y ramas a las playas. ¿Qué habría que hacer para evitar estos sedimentos que causan graves daños?
En 2021 presenté un proyecto cuyo planteamiento se basaba en el control de estos procesos de entarquinamiento de embalses. Precisamente, preocupado por este tema. Tuve la oportunidad de hablar con Tomás Burgos en el antedespacho del presidente de la Junta y de entregárselo. Mostró mucho interés por él y lo trasladó por los cauces correspondientes. Al cabo de unos meses, recibí un email de un subdirector general de la Junta, Óscar Lorente, en el que me dijo que no estaban interesados. Así que no soy el más apropiado para opinar en este sentido. Aunque como ciudadano si debo decir que la gestión de avenidas deja mucho que desear, por lo que parece más fácil curar que prevenir. Es necesario reforestar las cabeceras de las cuencas y construir diques transversales.
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