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Carmen Pérez
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Málaga/Tarde de nuevas incidencias en la red ferroviaria de Málaga, en la que se han visto afectados un AVE Málaga-Madrid , que se ha tenido que dar la vuelta al poco comenzar la marcha, y un Cercanías, que ha tenido que ser suprimido. En ambos casos los problemas se han debido a "incidencias técnicas", según han indicado desde Renfe.
En el primer caso, un tren de alta velocidad que salió a primera hora de la tarde de este viernes en dirección a la capital madrileña con 265 pasajeros a bordo ha sufrido una avería que le ha obligado a regresar a la estación María Zambrano poco después de echar a andar.
El AVE tenía fijada su salida para las 15:55 horas, con llegada prevista a Atocha para las 18:57 horas, y según han comentado algunos pasajeros a Málaga Hoy, el viaje ya comenzó con unos treina minutos de retraso. Después de esto, los mismos viajeros aseguran que, a los diez minutos, el tren se detuvo en mitad de la vía y "se dio la vuelta a la altura de Campanillas".
Fuentes de Renfe han confirmado que el problema se produjo a las 16:40 horas, cuando el tren detuvo la marcha entre Los Prados y Álora "por una incidencia técnica". Minutos después, a las 16:54 horas, según Renfe, se autorizó al tren que retrocediera hasta la estación María Zambrano, donde se ha procedido al cambio de tren y al trasbordo de los pasajeros que, desesperados, han tenido que esperar más de 20 minutos dentro de los vagones hasta que se han abierto las puertas.
Con todo, los 265 pasajeros han reiniciado el viaje a Madrid 1 hora y 45 minutos después de lo previsto. Muchos de ellos ya dan por perdidas las conexiones que tenían en Madrid, como un joven que ha explicado a este periódico que tenía que coger un tren hacia Valladolid a las 19:53 horas. "Mañana se casa mi mejor amigo en Valladolid y a ver cómo llego", decía.
Pero no ha sido la única incidencia ferroviaria de la jornada en Málaga, porque en el servicio de Cercanías el tren que debería salir a las 16:30 horas desde la estación de Centro Alameda llegó al andén, pero con el indicativo "Sin servicio" y no ha llegado a abrir sus puertas. Desde Renfe aseguran que han debido suprimir esa frecuencia por una "incidencia técnica" y que el resto del servicio está circulando con normalidad en estos momentos.
La cuestión es que llueve sobre mojado, y que muchos usuarios tienen la sensación es que lo de viajar en Cercanías es cada vez más una ruleta rusa de si le tocará a él o no la incidencia en su destino a casa o al ocio. "Siempre que intento subirme al Cercanías en Málaga se rompen o le pasa algo y tengo que esperar al siguiente", lamenta una usuaria a este periódico. En el andén, ya repleto, ha tenido que esperar veinte minutos a que pase el siguiente tren.
"Esto es peligroso, está la estación repleta y no hay espacio, literalmente no cabemos", continúa narrando, a la vez que subraya que no han obtenido explicación alguna, "sólo un trabajador, estaba gritando por el andén que fuésemos hacia el fondo, que no nos aglomerásemos". "Los turistas me preguntaban, con la aplicación en la mano, qué pasaba, porque les decía que tenía que pasar un tren en dos minutos, pero no ha recogido pasajeros y ha salido de vuelta sin que diesen explicación".
Una vez ha llegado, continúa, "parecíamos sardinas en lata, estábamos hacinados". Es el resultado de que los trenes vayan, según un infomre de Adif, completos en el 80% de los viajes. En el momento en que un tren falla, el siguiente debe asumir la capacidad de dos. A esto se suma que, debido a la gran afluencia, narra el usuario, el tren se ha demorado más de lo normal entre paradas. En un trayecto que debía haberle ocupado 15 minutos, finalmente han sido 25, por lo que en las siguientes estaciones también ha acumulado retraso.
Uno de los problemas a solventar en la línea C-1 de Málaga, es que un tercio de la línea –entre los que se incluye el tramo entre María Zambrano y Alameda– esta discurre en vía única, lo que no permite ni reducir las frecuencias de paso ni que, en caso de una avería, pueda usarse la segunda vía para adelantar al convoy estropeado.
El Gobierno está trabajando ya en duplicar la vía entre el aeropuerto y Campamento Benítez, una obra que, por sí sola, no servirá para reducir el tiempo de espera entre trenes, pese a que fue el anuncio que hizo el ministro de Transportes, Óscar Puente, "el Cercanías pasará de 20 a 15 minutos y, si podemos, a menos", anunció en el Congreso. De momento habrá que esperar. Sí servirá la obra, que se extenderá tres años, para recomponer los horarios ante una posible avería.
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