Málaga retoma la obra de su Catedral
El templo marca un nuevo hito en su construcción, dejando la puerta abierta a continuar cuando finalice la cubierta
El Obispo se pronuncia sobre la voluntad de levantar la torre sur
Todo a punto para que se reanuden las obras del nuevo tejado de la Catedral de Málaga
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Málaga/Llegó el día. Aunque los trabajos se habían iniciado oficialmente el pasado mes de junio, este viernes se ha puesto la primera piedra del nuevo a tejado a dos aguas de la Catedral de Málaga. Una obra primordial que vendrá a solucionar los problemas de humedades que sufre el templo de la ciudad. La cubierta a dos aguas, que ya estaba previsto en el proyecto del siglo XVIII.
Vuelven a comenzar las obras de un edificio que, como todas las grandes catedrales, se ha impulsado por fases desde que se iniciasen por primera vez las obras en 1528, hace ya casi 500 años. El de la cubierta a dos aguas, no debe ser el remate, el final, del edificio, sino que todas las instituciones, además del Obispo, han apuntado a continuar con el impulso, señalando a la torre sur.
"La Catedral no es La Manquita, que es un nombre que le pusieron políticos hace treinta años, es una sinfonía inacabada", ha señalado Jesús Catalá, obispo de Málaga, sobre la voluntad de seguir impulsando los trabajos una vez finalice la cubierta a dos aguas.
Catalá ha explicado que desde que asumió su responsabilidad en Málaga está remando para tratar de construir la cubierta a dos aguas, tan necesaria, pero que vio la vía abierta cuando "desde la administración nos permitieron añadir pilastras a una balustrada de la torre sur", después de años de inmovilismo conservacionista, "si nos habían permitido un cambio, debían permitirnos hacer el tejado".
Antes, en 2009, la Junta impuso una segunda capa cerámica sobre las bóvedas de la Catedral, que con el calor se han fracturado, aumentado las filtraciones y perjudicado el proceso de evaporación del tejado, como ha señalado el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, durante el acto de colocación de la primera viga.
De la Torre ha recordado el arduo camino hasta conseguir que la Junta permita el tejado a dos aguas, "necesario para la protección y la conservación de la Catedral" y ha tendido la mano a continuar con su apoyo a futuras obras. "Si hacen falta más recursos, habrá", ha afirmado.
En la línea de esta continuidad de este proceso de obras que ahora vuelve a iniciarse también se ha manifestado Arturo Bernal, consejero de Cultura, que ha subrayado que continuarán las obras una vez finalice la de la cubierta. Además, ha destacado la labor que debe hacer la Junta de Andalucia en pos del patrimonio cultural, justificando su aportación al proyecto.
Francisco Salado también ha subrayado que la Catedral no es un edificio más de la provincia, sino una "obra maestra, de ahí la participación de la Diputación de Málaga, administración que preside, ya que "el edificio había estado en peligro durante muchos años, es importante que hayamos sido capaces de arrimar el hombro". En ese momento ha recordado que la única administración que no ha estado presente en este apoyo es el Gobierno central.
Este, en una respuesta parlamentaria el pasado mes de enero, volvió a indicar que la única vía para financiar parte del proyecto es a través de la convocatoria del 2% cultural. "Todavía puede sumarse, quedan casi tres años de obras", ha dicho Salado, idea que ha compartido De la Torre.
La cuarta gran aportación a las obras es de un privado, la Fundación Unicaja. Su presidente José Manuel Domínguez, ha subrayado la importancia del templo como edificio cultural, no sólo en el ámbito religioso, sino de configuración de la ciudad, motivo que sostiene la colaboración de la entidad que preside. Además, ha señalado que la construcción de las Catedrales siempre se hacen como un acto de fe en las posibilidades económicas del futuro, por lo que esta aportación es "un tributo al pasado, un compromiso con el presente y un brindis al futuro".
En total, las obras cuentan con un presupuesto de 17 millones de euros, para lo que cuentan con la aportación de la Junta de Andalucía, la Diputación, el Ayuntamiento de Málaga y la Fundación Unicaja que cubren un 60% del montante. El plazo máximo de ejecución es de 28 meses a contar una vez iniciadas las obras el pasado junio.
La diócesis adjudicó las obras a las constructoras Hermanos Campano y el Grupo ORP, quienes cuentan con experiencia en proyectos similares en la capital y la provincia. El diseño del proyecto para la colocación del tejado a dos aguas ha sido realizado por Adolfo de la Torre Prieto y Juan Manuel Sánchez La Chica.
El proceso de construcción de la nueva cubierta de la Catedral comienza con la demolición de la capa de ladrillos que se aplicó en 2009 y resultó fallida. Tras este paso, se dejarán las láminas de plomo que se colocaron como base para proteger el edificio en caso de lluvia.
Esta demolición de la capa de ladrillos que se aplicó en 2009 y resultó fallida es el primer paso que tienen que dar en el templo. El siguiente, es dejar las láminas de plomo que se colocaron como base para proteger el edificio en caso de lluvia. Mientras se retire la capa de ladrillos, se realizarán también los preparativos para colocar la estructura de vigas de madera sobre la cual se construirá el tejado. Una vez colocadas las cerchas y las correas se montarán las diferentes capas hasta llegar al tablero marino con su impermeabilización. Antes de esto, se instalarán redes de protección debajo de la cumbrera. Una vez que la estructura y el tablero de la nueva cubierta garanticen la protección contra la lluvia, se retirarán las láminas de plomo de la solución de 2009 y se llevarán a cabo los cerramientos verticales, revestimientos y acabados del tejado.
Así mismo, se tiene previsto la realización de dos ensayos geotécnicos para evaluar la resistencia del terreno, con cinco perforaciones para cada una de las dos grúas que participarán en el proceso de reconstrucción. Estas perforaciones serán sondeos mecánicos a rotación, que permitirán extraer cilindros de terreno con un diámetro de entre 6,5 y 11 centímetros. Estos cilindros de terreno serán examinados por arqueólogos para determinar si existen restos de relevancia en la zona que podrían verse afectados por los anclajes de las grúas, como ha sucedido en otras obras realizadas en el centro de Málaga.
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