El número de bodas y nacimientos se desploma por culpa de la crisis

"Cuando las cosas vienen mal dadas una persona hace menos planes para el futuro y en eso se incluye una vida común con otra persona o tener hijos". Esta explicación, realizada ayer por fuentes del departamento de Sociología de la Universidad de Málaga (UMA), define claramente el desplome que ha sufrido el número de matrimonios o de nacimientos en esta provincia en apenas un año. Según los datos hechos públicos ayer por el Instituto de Estadística de Andalucía (IEA), en Málaga tuvieron lugar el año pasado un total de 6.006 matrimonios de los cuales 5.869 fueron entre personas heterosexuales y 137 entre homosexuales. Son 1.152 enlaces menos que en 2008 y el menor número de casamientos desde 1996.

El descenso de matrimonios no se ha producido sólo en Málaga sino que es una tendencia general en el conjunto del país. En Andalucía, por ejemplo, se contabilizaron en 2009 seis mil matrimonios menos que un año atrás. Luis Gómez Jacinto, catedrático de Psicología Social de la UMA, indica que la tasa de nupcialidad sufre también los vaivenes propios de los momentos económicos, políticos o sociales. En este sentido, los enlaces cayeron drásticamente en Málaga entre 1991 y 1996, coincidiendo con la anterior crisis económica, y volvieron a repuntar en 1997 teniendo su cenit en 2003, 2004 y 2005, coincidiendo también con el epicentro del auge económico. Ahora, con la nueva crisis económica, la curva vuelve a mirar hacia abajo y posiblemente no se recuperará hasta que haya un nuevo cambio de ciclo.

Gómez Jacinto relaciona directamente el mal momento económico con ese descenso de matrimonios. "Una boda implica muchos gastos y un plan de futuro que ahora no está garantizado con la recesión, el paro y la incertidumbre", apunta este experto, quien también achaca al desempleo un "efecto negativo" muy importante tanto en el aspecto puramente individual como de pareja o familiar. El catedrático señala que el paro puede provocar en la persona problemas de salud como "depresiones, desánimo o falta de esperanza" y "eso altera negativamente la vida familiar o de pareja". De hecho, según Gómez Jacinto, el paro puede suponer la ruptura de un noviazgo y, por tanto, que esa relación no cristalice en un matrimonio. "Hay muchas personas que no tienen o no se sienten con la capacidad para afrontar los problemas de la vida y eso puede generar todo tipo de tensiones y rupturas de pareja", señala este catedrático, a la vez que refleja que la tasa de paro, que en Málaga ronda el 30%, "es todavía más alta entre los jóvenes y eso dificulta más la existencia de matrimonios".

El caso de los nacimientos es similar. Hay menos dinero y menos esperanzas de futuro y, por tanto, menos personas se arriesgan a tener descendencia. En el último año, según el IEA, nacieron en la provincia de Málaga 17.792 bebés, 1.223 menos que en 2008. Se rompe así una tendencia al alza iniciada en 1998 y que ha supuesto once años ininterrumpidos de crecimiento. No obstante, en 1998 nacieron 12.623 retoños, un 41% menos que el año pasado. Gómez Jacinto hace hincapié en que, según los datos oficiales, "han sido los extranjeros los que han mantenido la tasa de natalidad y, con la crisis, muchos de ellos han vuelto a sus países o han frenado el número de nacimientos". De cara al futuro, la previsión no es muy halagüeña y, según el catedrático de Psicología Social, la retirada de los 2.500 euros del cheque bebé tampoco va a ayudar. "La eliminación de esa ayuda va a tener un efecto porque todos los países con políticas más restrictivas tienen menos índice de natalidad", señala Gómez Jacinto.

El 2009, el primer gran año de la crisis, se ha saldado con menos matrimonios y menos bebés. La nota positiva es que también ha habido menos defunciones, un 3,2% menos, aunque eso suponga, valga la broma, un mayor pago de pensiones.