Un oasis en la Serranía

Cada vez más veraneantes optan por la Cueva del Gato para mitigar el calor y pasar una jornada de baño El proyecto para hacer visitable parte del interior, a la espera de permisos

Javier Flores Benaoján

22 de agosto 2016 - 08:13

Las elevadas temperaturas del verano en el interior de la provincia hacen que residentes y visitantes busquen lugares para mitigar el calor y poder pasar una jornada de relax y baños. Además de las piscinas, los ríos y sus pozas suelen ser los lugares más buscados para pasar un día de baños y relax junto a amigos y familiares. Uno de estos particulares oasis se encuentra en la Cueva del Gato, una paraje natural de gran belleza que es conocido por la majestuosidad de la cavidad, ahora con las visitas restringidas para no federados en espeleología, pero en cuyo exterior se mantiene un lago de aguas cristalinas que es elegido por muchos para luchar contra el calor. Eso sí, el recorrido por los kilómetros de cueva que soporta el agua hace que su temperatura tenga una notable diferencia con la existente fuera del agua.

"Para la circulación es buenísima", dice una de las bañistas que tarda escasos minutos desde que llega con sus sillas, toallas y neveras hasta que toma el primero de los baños. Los más madrugadores tienen la oportunidad de disfrutar de este lago natural casi para ellos solos, aunque conforme avanza la mañana la llegada de más bañistas en continua y llegan a producirse momentos de una numerosa concentración dentro del agua y comienzan a ser pocos los lugares libres bajo la sombra. De hecho, muchos no dudan en cruzar el río con todos sus pertrechos playeros para buscar una lugar más tranquilo y fresco.

Y ante la impresionante mirada de la entrada de Gato, pocos son los que se resisten a subir el camino que conduce hasta la entrada de la cueva, que deja ver la inmensidad de la misma y sus enormes dimensiones. "Es una pena que no esté acondicionada o no dejen cruzarla, daría mucho trabajo y sería un atractivo enorme", se lamenta uno de los lugareños que sigue acudiendo a este enclave y que añora aquellos años en los que era posible cruzarla.

De hecho, algunos no dudan en adentrarse unas decenas de metros en su interior para ver un poco más de una cavidad que sigue generando un gran atractivo, hasta el punto de que algunas empresas de turismo activo tienen listas de espera por si en algún momento se levanta la prohibición de acceso a la misma.

A pesar de todo ello, y de la situación del puente de acceso al paraje, que se encuentra derribado y sin reparar desde que la destruyera una crecida del río Guadiaro a finales del año 2009. Desde entonces, aunque se han realizado pequeñas actuaciones improvisadas para mejorar algo la seguridad, el puente sigue hundido sobre el lecho del río.

No obstante, los problemas para llegar a la zona y las limitaciones para acceder a su interior no son un obstáculo para que decenas de personas acudan a visitar el mismo, en especial, durante el verano. Mientras tanto, según explicó la alcaldesa de Benaoján, Soraya García, el proyecto para hacer accesible parte del interior de la cueva, habilitar un auditorio en sus alrededores y reparar el puente sobre el río Guadiaro ha sido englobado en un mismo proyecto de actuación, que, de momento, está a la espera de conseguir los necesarios permisos.

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