Los obreros vuelven a La Mundial y retoman los trabajos de demolición

Málaga/Cuatro días después de que el titular del juzgado número 12 de Málaga levantase la prohibición que otro juez había decretado de manera cautelar el 11 de marzo pasado, los operarios han regresado este lunes ayer al tajo. En concreto, a la antigua pensión La Mundial (que también fue residencia de los condes de Benahavís), para reactivar los trabajos de demolición. Su desaparición es clave en el proyecto de regeneración de Hoyo de Esparteros, diseñado por el arquitecto Rafael Moneo y que ahora está en manos de la empresa H10 Hotels, firma que asumirá la construcción y explotación comercial de un hotel de cuatro estrellas de 10 en este espacio.

De acuerdo con los datos conocidos por este periódico, la hoja de ruta trazada para llevar a cabo el derribo del edificio es el mismo que se vio alterado semanas atrás por la intervención del juzgado de guardia. Dos semanas es el tiempo que se maneja para completar la intervención de destrucción de La Mundial, si bien se prevé que la intervención de la piqueta sea una realidad este mismo domingo.

Antes de alcanzar ese hito, los obreros presentes en la parcela se afanaban en el desmontaje de los elementos que sí cuentan con alguna protección, caso de los hierros de los balcones. Los mismos, de acuerdo con el compromiso asumido por Moneo, serán conservados y recuperados para volver a ser instalados en una réplica de La Mundial en el interior de la parcela, inmueble que será destinado a uso de oficinas.

El proyecto de Hoyo de Esparteros quedó desbloqueado definitivamente a principios del pasado mes de febrero, después de que H10 saldase la deuda de unos 6,5 millones de euros acumulada por la anterior responsable del proyecto con el Ayuntamiento de Málaga. Pocos días después de la cancelación del débito, la firma pudo retirar ya expedida la licencia de obras y de demolición de La Mundial. Desde ese momento, transcurren casi dos meses antes de que se haya dado el siguiente paso, que pasa necesariamente por el derribo de la antigua pensión y de otras construcciones existentes en la zona.

El proyecto de regeneración de la zona tiene en el hotel de 10 plantas su principal protagonista. El inmueble tendrá capacidad para 138 habitaciones. Pero a éste hay que sumar otros dos edificios para oficinas (uno de ellos, además, con uso comercial en la planta baja), y un aparcamiento subterráneo para 220 plazas de estacionamiento.