La ONU recomienda a Málaga medir el consumo de agua al turismo y aplicar penalizaciones o bonificaciones
Constata que el uso del visitante es mucho mayor, "como cambia el del residente un día laboral o en fin de semana" y pide un cálculo ponderado con su aporte económico
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Las peticiones son claras: hay que medir el agua que consume el sector turístico; pero también aplicar penalizaciones o bonificaciones a empresas y administraciones para conseguir un consumo sostenible del líquido elemento. Son algunas de las conclusiones de un informe que han realizado investigadores de la Universidad de Agronomía de Viena, de la mano de ONU Turismo y el Observatorio de Turismo Sostenible de Málaga.
El director de Desarrollo Sostenible del Turismo de la ONU, Dirk Glaesser, defiende la necesidad de avanzar en el debate sobre la sostenibilidad del sector y ha valorado positivamente que Málaga acoja este debate y este informe. "La sostenibilidad no es un check que se marque, no es un objetivo, es un camino y Málaga está en ese camino y estamos muy contentos", ha avisado.
Aunque Málaga está en la buena senda, señala, es necesario aplicar medidas como la "medición del consumo de agua, tanto desde administraciones como desde las propias empresas". Sin embargo, rechaza la medición clásica: "No se puede comparar el uso de un turista con el de un residente, por lo mismo que el residente gasta más un fin de semana que entre semana". En esa línea, propone una medición ponderada, en el que se le dé otros valores como el aporte económico que genera. "La compración del uso entre turista y residente genera una confrontación que sería bueno evitar", se ha extendido.
Aunque no han compartido datos de esta diferencia de usos entre locales y visitantes para la ciudad, en otras localidades estudios lo sitúan en el doble o el triple. En Málaga, los residentes consumen, de media, 180 litros de agua diarios.
Además, Galesser, defiende que se apliquen, tanto a empresas (véase hoteles, pero no solo) como administraciones, penalizaciones o bonificaciones, incentivos económicos para que se adscriban a la vía del consumo sostenible de agua. También ha defendido la necesidad de reutilizar el líquido elemento.
El quinto apartado del informe se dedica a la medición del consumo de agua, analizándolo a dos niveles: la escala de las instalaciones (contadores) y la escala del destino (consumo directo de agua y huella hídrica). Y se señala la importancia de la medición del consumo de agua para aplicar medidas específicas de ahorro de agua.
Ambas escalas de mediciones, el de las instalaciones y el del destino, sirven para analizar también el ahorro de agua en el sexto capítulo del informe. Así, recomendaciones sobre planificación paso a paso, técnicas sencillas de ahorro y reutilización del agua son algunas de las claves que sugiere el informe para aplicar en las instalaciones del sector turístico. Por su parte, a nivel destino, el informe contempla acciones como la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH), la búsqueda de soluciones basadas en la naturaleza, la inversión en infraestructura, las labores de sensibilización o la mejora de la gestión del agua a través de procesos participativos como un taller celebrado en Málaga. Cabe recordar que el observatorio de Málaga reunió a distintas partes interesadas, como comunidades locales, organismos gubernamentales y empresas de los sectores de la hostelería y la gestión del agua.
Respecto a otras recomendaciones para los destinos, recoge, entre otras: sensibilizar sobre la complejidad del sector, soluciones a medida para distintos destinos, priorizar las actuaciones de gestión del agua, aumentar las mediciones de agua, colaborar en la recogida y el intercambio de datos, sensibilizar a los turistas y residentes locales, promover la reutilización del agua y soluciones innovadoras, y cambio hacia el ahorro de agua.
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