La operación Yedra suma nueve detenidos por tráfico de armas y delitos urbanísticos

Nueve personas son objeto de investigación en la operación Yedra que comenzó con una investigación de oficio de la Fiscalía de Málaga por delitos urbanísticos en la sierra de Churriana y que ha derivado en la aprehensión de un importante alijo de armas en Rincón de la Victoria. Entre los detenidos por la Guardia Civil en esta causa figuran el empresario Luis Andrés F., detenido a comienzos de julio. El juez que dirige la investigación ordenó su ingreso en prisión con carácter preventivo por su presumible relación con las armas intervenidas.

Entre las personas sujetas a investigación también figuran familiares suyos y empleados de algunas de las sociedades con las que está relacionado, además de dos inspectores de urbanismo del Ayuntamiento de Málaga y un agente de la Policía Local, detenidos en mayo como sospechosos de haber sido conniventes con actuaciones urbanísticas fuera de la legalidad.

Finalmente, en el procedimiento también está imputado el ciudadano de origen finlandés Ricardo H. Este hombre es, al menos formalmente, el titular de los suelos de Churriana que originaron la investigación. Inicialmente, la Fiscalía de Málaga abrió unas diligencias informativas tras denuncias vecinales relacionadas con parcelaciones ilegales y sospechas de que determinados funcionarios de urbanismo estuvieran haciendo la vista gorda.

Entre los suelos que originaron la investigación inicial hace más de un año figura El Albaricocal, un terreno de cerca 370.000 metros situado en Churriana. Luis Andrés F., en representación de los titulares formales, firmó en 2012 un convenio con el Ayuntamiento de Málaga que contemplaba la cesión de 56.000 metros de suelo protegido. Previo a ese convenio se había acordado que el propietario podría edificar en 18.000 metros cuadrados, mientras que el suelo restante pasaría a manos municipales. No obstante, ni el municipio ha recibido nada ni el propietario ha desarrollado la finca todavía.

A partir de las primeras pesquisas la investigación se amplió y complicó. De los delitos urbanísticos iniciales se pasó a investigar el blanqueo de capitales e incluso relaciones con el tráfico de drogas. El último paso fue la intervención en Rincón de la Victoria de un arsenal de armas que incluía hasta piezas de artillería.