Una opositora pierde su portátil en una parada de autobús y la ciudad se vuelca en su búsqueda
Más de 5.000 personas compartieron el cartel que Cristina Onaindia pegó en la marquesina de la EMT de la calle Salitre para intentar recuperar sus apuntes
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En la calle llovía. Cristina Onaindia acababa de salir de la cápsula de estudios de la estación de Autobuses de Málaga para coger un bus de la EMT en dirección a El Palo. Prefirió no mojarse y plegó su patinete para ir más cómoda en el colectivo. Su pareja la llamó al móvil y subió al nocturno 1 en la calle Salitre pasadas las 23:00, con el teléfono en la oreja y cargada de bártulos. Sin embargo, dejó olvidada en el asiento de la parada una mochila con su portátil y, lo más importante, los apuntes de sus oposiciones.
Cuando se dio cuenta de su pérdida estaba llegando a su casa. Pensó en darse la vuelta pero sabía que tardaría. El conductor del autobús no le supo decir qué hacer, le sugirió llamar a la Policía, pero ella contactó de nuevo con su pareja, que se trasladó al lugar lo más rápido que pudo. Pasaron unos 40 ó 50 minutos y ya no estaba allí la mochila. "La di por perdida", relata Cristina.
Esto sucedió el pasado 8 de diciembre y el domingo 18 esta bilbaína afincada en Málaga se enfrentaba al examen decisivo de su trayectoria profesional, luchar por una plaza de funcionaria de instituciones penitenciarias. No quería que el suceso le restara concentración en el tirón final. Por eso no dedicó mucho esfuerzo a la búsqueda del portátil. Pero escribió un cartel a petición de su novio y lo colgó en la parada.
"Ayer olvidé aquí mi mochila con un portátil y mis apuntes del examen más importante de mi vida. Ofrezco recompensa", rezaba el cartel. Y la posdata destacaba que "si no quieres devolverme el ordenador, por favor devuelve los apuntes". Dice Cristina que "intenté ser lo más honesta posible y decir lo que sentía, lo hice con el corazón".
Una niña de 9 años hizo caso a su llamada y se lo dijo a su padre, que lo fotografió y lo subió a las redes sociales. A partir de ese momento, más de 5.000 personas compartieron la publicación para intentar ayudar en su búsqueda mientras que Cristina se sumergía en sus estudios e intentaba salir airosa de la situación.
"Tenía que estar súper centrada, quedaban diez días para el examen que llevaba preparando desde hacía tiempo, lo malo es que perdí los apuntes del tema que peor llevaba", indica Cristina. Así que ella no fue muy consciente de que mientras se encerraba entre artículos, leyes y reglamentos, su mensaje pasada de móvil a móvil hasta que este lunes 19 de noviembre, un día después de su examen, recibió una llamada. Era una chica que la advertía sobre un comentario que decía que la mochila la habían dejado en objetos perdidos de la EMT.
"He llamado y me dicen que allí está, en la EMT", decía este martes Cristina, emocionada no tanto por recuperar sus cosas como por el apoyo de la gente. "Ahora mismo la mochila y su contenido no me hacen feliz, sino la gratitud por todas esas personas que se esmeraron más que yo en encontrarla", aseguraba con la bolsa ya en sus manos.
"Como recompensa estaba dispuesta a dar el valor del portátil, que no es excesivamente caro, por su contenido, que sí era muy valioso para mí", comenta sin saber, todavía, quién fue la persona que se lo encontró y lo puso a buen recaudo. A pesar del contratiempo, el examen asegura que le salió "muy bien".
"Lo más destacable de todo esto fue enfrentar toda esa emoción con la concentración, no perder tiempo en flagelarme por haberlo perdido y seguir hacia delante", comenta. "No tenía ninguna esperanza de recuperarlo y cuando me dijeron que se había hecho viral no me lo podía creer, estoy muy, muy agradecida a toda esa labor de difusión, ha habido gente más interesada en que lo recuperase que yo misma y eso me parece súper bonito", concluye.
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