Un paciente llama a la Policía Nacional tras 27 horas en Urgencias del Hospital Regional de Málaga

El Defensor del Paciente asegura que dos agentes acudieron, requeridos por el enfermo, al centro sanitario, mientras que este no ha confirmado la presencia de los policías e insiste en que el paciente "recibió atención en todo momento"

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Una persona espera a las puertas del Hospital Regional de Málaga.
Una persona espera a las puertas del Hospital Regional de Málaga. / Javier Albiñana

Málaga/No era la primera vez que asistía a las Urgencias del Hospital Regional de Málaga por una herida interna que le sangraba. En Observación, le practicaron algunas pruebas. 27 horas después de poner un pie en el centro sanitario, permanecía en un sillón de esta área, esperando una cama en planta. "Cansado", decidió llamar a la Policía para denunciar la demora, ha manifestado él mismo en declaraciones a la Ser.

A continuación, una patrulla supuestamente acudió al centro hospitalario y pidió reunirse con el supervisor y el responsable de Urgencias. Tras esta entrevista con dos policías, el enfermo fue ingresado tan solo unos segundos más tarde, siempre según la versión del abogado del Defensor del Paciente, Damián Vázquez, que ha lamentado a este periódico que la situación actual sanitaria está "desbordada". "No hay medios humanos suficientes, no ha habido el refuerzo adecuado por parte del SAS con la llegada de las vacaciones. También han cerrado camas, pruebas diagnósticas, especialidades. Te dejan en Urgencias muchísimas horas esperando y cuando ya determinan que tienes que ingresar o ser intervenido, te ponen a esperar en una silla de ruedas o en una camilla en el pasillo. Ha habido personas que han estado incluso 72 horas".

Por su parte, desde la dirección del Hospital Regional Universitario de Málaga aseguran no tener constancia de ninguna denuncia policial por parte de ningún usuario de Urgencias. Tampoco han podido confirmar, apuntan, que se personaran en el hospital dos agentes tras la llamada de un enfermo.

A pesar de que explican que los días 31 de julio y 1 de agosto -cuando ocurrieron los hechos- esta área registró una mayor afluencia de casos, afirman que se dio respuesta a la demanda de atención requerida por los pacientes. Además, aseguran que el enfermo en cuestión recibió "atención en todo momento, se valoró y se le realizó una amplia batería de pruebas complementarias -tales como una analítica, una ecografía y un TAC- para llegar al diagnóstico que determinó su ingreso hospitalario". Insisten en que "la asistencia se realizó en tiempos adecuados teniendo en cuenta las distintas pruebas realidad y la situación clínica del paciente".

La dirección del centro hospitalario, asimismo, muestra su total disponibilidad para ofrecer al paciente denunciante la información que precise sobre la atención recibida.

Según la Unión General de Trabajadores (UGT), en el Regional, las 71.959 jornadas contratadas en el verano pasado, este año se han reducido a 44.169. Además, este sindicato denunció a mediados de julio que mientras pacientes esperaban más de la cuenta en Urgencias por sitio en planta para ser ingresados, había más de 140 camas cerradas. Luis Gutiérrez, a sus 80 años, tuvo que esperar unas 30 horas para su hospitalización. Al final, la presión asistencial obligó al hospital a abrir 30 camas. El centro sanitario niega el concepto de camas cerradas porque esgrime que "están disponibles en función de las necesidades".

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