Una paciente del Regional de Málaga: “Llevo nueve días esperando un quirófano”
El hospital dice que es un caso de gran complejidad y que se operará el próximo lunes
Málaga/“Indignada”. Así se siente Melody Atencia, una mujer que sufre una enfermedad rara y que está ingresada en el Hospital Regional, pendiente de una operación. “Estoy en una cama las 24 horas, entre cuatro paredes. Llevo nueve días [por ayer] esperando un quirófano. No me quejo de los profesionales; pero si no tienen medios, no pueden trabajar” , argumenta. Cansada de tanta espera, el martes puso una reclamación y este miércoles lanzó su queja a través de las redes sociales.
El hospital replicó que “se trata de un caso de gran complejidad que precisa de un estudio clínico detallado por parte de Neurocirugía”. Además, indicó que la paciente ya ha sido informada de que su intervención se realizará en los próximos días. Está prevista para el lunes.
Pero la mujer quiso contar su historia porque cree que “la sanidad pública está peor que nunca”. Desde la cama del Hospital Regional en la que está apuntaba: “Yo doy voz a mi caso, pero hay muchos pacientes como yo. Tengo 32 años, un niño, una familia y una casa. Me dijeron que no hay quirófano hasta finales de julio y sigo ocupando una cama, esperando un hueco. Somos humanos. No hay derecho a esto”.
El problema es la falta de recursos. No de neurocirujanos, sino de otros profesionales de los equipos quirúrgicos sin los cuales no puede acometerse una intervención. Y también, de medios materiales. Además, de los tres quirófanos con los que cuenta Neurociguría, uno está ahora destinado a las intervenciones de los pacientes con Covid. De manera que los cirujanos de esta especialidad sólo cuentan con dos.
Melody padece quistes de Tarlov en la zona del sacro. Son bolsas de líquido cefalorraquídeo fuera de su sitio. Eso le causa mareos y fuertes dolores. Lleva dos años en seguimiento. El 13 de mayo pasado la operaron en el Regional. El 21 de ese mes se fue de alta. El 11 de junio volvió al hospital por dolores de cabeza e inflamación debido a una fuga de líquido cefalorraquídeo. “Estuve 13 horas sentada en Urgencias esperando una cama”, asegura. La ingresaron. “Estuve 10 días ingresada para hacerme una resonancia magnética”, afirma. El 21 de junio, aunque sin mejoría, pero de mutuo acuerdo, se fue de alta. El 29 de junio volvió a ser hospitalizada para una segunda operación.
Tras más de una semana aguardando la intervención, estalló a través de las redes sociales:“¿De qué nos sirve que tengamos un equipo bueno de Neurocirugía si no dispone de quirófanos? Los médicos no son los culpables, sólo necesitan medios. Somos muchos los que estamos entre cuatro paredes, indignados... Y mientras, venga recortes en la sanidad...”
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