Dos de cada tres pacientes se curan con un trasplante de médula ósea
El tratamiento se ha cuatriplicado en menos de dos décadas ya que a principios de 2000 se hacía una treintena al año y en 2016 se realizaron 127
Málaga/Pablo Ráez, el trasplantado de médula ósea más conocido de España y el paciente que más sensibilizó a favor de la donación, falleció hace poco más de una semana. No pudo superar la leucemia contra la que luchó dos años. Málaga sigue conmocionada por su caso. Pero su muerte no debe llevar a una conclusión pesimista a personas que se enfrenten a este tratamiento ya que los trasplantes de médula ósea salvan a dos de cada tres enfermos. La curación es muy variable. Depende de las patologías -hay algunas en las que supera el 90% y otras en las que ronda el 30%-, del estadío en el que se detecte la enfermedad y de la salud previa del paciente. Por eso los especialistas son reticentes a dar un porcentaje en términos generales, pero calculan que dos tercios de los enfermos salen adelante gracias a un trasplante de médula ósea. El Hospital Regional realiza estos tratamientos desde hace 28 años. Entonces, la proporción de curación rondaba el 40%. En la actualidad, en cifras muy globales oscila en torno al 65%. Desde entonces y hasta finales del año pasado, el centro ha llevado a cabo 1.437 trasplantes de médula ósea.
Pero además de que se eleva el porcentaje de curación, también se incrementan los trasplantes. De una treintena que se hacían en el año 2000 se ha pasado a 127 en 2016. "No aumenta la patología, lo que aumentan son las opciones de trasplante porque hay posibilidades de tener un donante y porque cada vez los pacientes llegan en mejores condiciones al trasplante", aclara María Jesús Pascual, hematóloga de la Unidad de Trasplantes de Médula Ósea del Hospital Regional.
Leucemias, mielomas, linfomas y tumores pediátricos son algunas de las patologías para las que se emplean estos tratamientos. Los trasplantes se incrementan porque cada vez hay más fuentes de las que se obtienen las células madre que se le ponen al paciente para que cree una médula nueva y sana. Al principio sólo se obtenían de la médula ósea, de ahí el nombre de estos trasplantes. Esa fue la primera fuente, que en Málaga comenzó a utilizarse en 1989. Luego vino la segunda: las células madre de la sangre periférica; otro hito alcanzado en el Regional en 1993. Y finalmente la tercera fuente fue la sangre de cordón umbilical, que empezó a usarse en el hospital malagueño en el año 2000. Con tantas fuentes, es más fácil encontrar un donante compatible para cada paciente que años atrás. Pero ha habido más avances. Entre ellos, los llamados trasplantes de intensidad reducida, que comenzaron a realizarse en el Regional en 2003. Estos permiten adaptar el tratamiento a los riesgos de cada paciente. Son una alternativa para enfermos de avanzada edad o con muchas patologías. Hasta hace un par de años, el Regional no hacía trasplantes a pacientes con más de 65 años. En la actualidad, tiene algunos casos que superan los 70.
Y otra mejora que suma opciones de curación: los trasplantes haploidénticos, que son aquellos en los que la compatibilidad entre el donante y el receptor es del 50%. El Regional incorporó esta técnica en 2012. Sus buenos resultados han propiciado que esta modalidad gane terreno en detrimento de los trasplantes en los que se usa sangre de cordón umbilical, que van en descenso; una tendencia que se registra a nivel mundial.
Otro avance en los tratamientos ha sido un nuevo quimioterápico que el hospital comenzó a utilizar en octubre de 2014 y que se emplea de forma preventiva tras el trasplante para prevenir el rechazo. La sanidad pública malagueña cuenta con nueve habitaciones de aislamiento para estos pacientes; ocho en el Regional y una en el Clínico. Cuando un paciente necesita un trasplante de médula ósea, primero hay que barrerle la suya que está enferma con quimioterapia y/o radioterapia. Y luego transfundirle las células madre -de la fuente que sea- que deberán crearle una médula ósea sana. Pero en ese proceso, el enfermo se queda sin defensas y es vulnerable a cualquier infección. Por eso debe permanecer en torno a un mes en una habitación de aislamiento.
El Regional comenzó su andadura con cuatro habitáculos. Pero el aumento de estos trasplantes obligó a duplicar la capacidad. En 2010, tras una ampliación pasó a ocho. A finales del año pasado se sumó la del Clínico. Sin embargo, las instalaciones ya empiezan a quedarse cortas otra vez.
"El balance de los trasplantes de médula ósea es positivísimo. En cuanto a resultados, por la ampliación de la técnica a más pacientes y en cuanto a la tolerancia", dice Pascual. Las personas que se hagan donantes aquí en Málaga deben saber que si algún día al final es necesaria su médula, pueden salvar a un paciente de un lugar remoto. Pero que también los que se salvan aquí lo hacen porque encuentran un donante compatible a veces muy lejos. Al Regional han llegado donaciones de médula de Alemania, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, España, Israel, Australia, Argentina y muchos más países. Porque a la hora de salvar una vida, no hay muros ni fronteras.
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