Pacientes con diabetes y TDAH de Málaga, los más afectados por la falta de fármacos

Hay unos 700 fármacos con problemas de suministro y aunque la mayoría tiene alternativas, su escasez repercute en pacientes, farmacéuticos y médicos 

Farmacias de Málaga tienden a vender por encargo los fármacos contra la obesidad ante sus elevados precios

Un profesional buscando medicamentos, en una imagen de archivo. / Juan Ayala

Hay más de 700 fármacos con problemas de suministro. Pero los farmacéuticos llaman a la calma porque aseguran que entre los boticarios y los médicos, al final la amplia mayoría de los pacientes encuentran alternativas para sus tratamientos. La verdadera dificultad radica en aquellos fármacos que son muy específicos y cuya sustitución es complicada o imposible.  

En la actualidad, los más afectados por estas faltas son los pacientes con diabetes y trastornos de déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Pero el listado de “problemas de suministro” de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) es tan largo que se pierde la cuenta. “Son más de 700”, precisa el vocal del Colegio de Farmacéuticos de Málaga, Alberto Barrionuevo. Concerta, para el TDAH, y Ozempic, para la diabetes, son algunos afectados por el desabastecimiento. 

Barrionuevo reconoce que “las familias lo viven con angustia”, aunque insiste en que “entre el farmacéutico o el médico, un altísimo porcentaje de los pacientes encuentra una solución”. Bien porque el boticario le puede dispensar un fármaco alternativo, o en caso de que esto no sea posible, porque lo remite al facultativo para que le prescriba un sustituto. 

La presidenta de la Asociación de Diabetes de Málaga (Adima), Esther Galicia, le pone voz a las familias. Cuenta que falta un spray nasal para casos de hipoglucemia grave (Baqsimi) y un tipo de insulina rápida (NovoRapid). Comenta que mueven las búsquedas de los fármacos hasta por grupos de whatsapp y que ha llegado a remitir a familias de Málaga a farmacias de Benamocarra o Puente Genil (Córdoba) para que consiguieran sus medicamentos.

Galicia reconoce que para los cuadros de hipoglucemia grave hay opciones inyectables. Pero hace una acotación importante para comprender las razones de la angustia de los familiares:“Nos preocupan sobre todo los niños. En los colegios, da más tranquilidad que lleven su inhalador [de rescate ante una hipoglucemia grave] a que tengan que pincharlos”. 

El listado de medicamentos con problemas de suministro es extenso e incluye numerosas patologías. Hay también fármacos para la ansiedad, las infecciones de las vías respiratorias, la tensión, las escaras, el tratamiento tras una operación de cataratas, el dolor, el herpes labial... y así, un largo etcétera.  

Muchas veces, los farmacéuticos pueden dispensar una alternativa. “Pero yo no puedo cambiar un comprimido por un sobre”, explica Barrionuevo. En esos casos, el boticario de turno remite al paciente a su médico para que le cambie la prescripción. 

“Los más perjudicados ante estos problemas de suministro son los pacientes, que acaban mareados, y los facultativos, por que si nosotros no podemos darle una alternativa, las personas tienen que ir de nuevo a la consulta, lo que genera duplicidad de citas”, resume un farmacéutico. 

El director de relaciones con la industria de la distribuidora farmacéutica Bidafarma, Ignacio Pérez, aclara que cuando hay un problemas de suministro, afecta a toda España y que los primeros en dar la alerta –si no lo ha comunicado ya el laboratorio al Ministerio de Sanidad– son precisamente las empresas que distribuyen los medicamentos a las farmacias. “No debe cundir la alarma porque no suele faltar un medicamento alternativo”, tranquiliza. Pone como ejemplo que “si no hay un Ibuprofreno de un laboratorio, hay de otro”. No obstante, admite faltas ante las que los boticarios no pueden hacer nada. “En el caso de Concerta [para TDAH], el laboratorio manda pocas unidades”, puntualiza. En esas situaciones de “productos cuotados” en los que el abastecimiento es con cuentagotas, Bidafarma hace “un reparto solidario para que el producto esté en todos los territorios”. Una distribución que tiene en cuenta la población de cada área. “Aunque cuando no hay, no hay”, reconoce. 

Los problemas de suministro llevan casi una década. Arrastran desde hace tantos años que los farmacéuticos tienen una herramienta informática llamada Farmahelp para localizar en otras boticas de su entorno los medicamentos a fin de poder aportar soluciones a los pacientes. También cuentan con un sistema para comunicar los desabastecimientos al Colegio. Éste luego los notifica al Consejo General de Colegios de Farmacéuticos y a su vez, esta entidad a la AEMPS

Causas muy diversas para un problema de casi una década

Las causas de los problemas de suministro de fármacos son diversas. Pueden ser por falta del material para los blisters o del principio activo para fabricarlos. O que, como España fija precios más baratos para los medicamentos, los laboratorios abastecen mejor a los países donde estos son más altos. En resumen, mero funcionamiento de la ley del mercado, de oferta y demanda. Los expertos apuntan más razones para explicar la situación. En el caso del Ozempic –que es para la diabetes–, porque se usa también “fuera de indicación” para la pérdida de peso. La clave es que mientras este fármaco está financiado por el sistema sanitario, el del mismo laboratorio para adelgazar –el Wegovy– no lo costea. De manera que aunque los dos los fabrica Novo Nordisk, hay personas que consiguen la receta de Ozempic para bajar de peso gastando menos. Entonces, al haber más demanda, el fármaco les falta a los diabéticos. Los endocrinólogos ya han advertido que el Ozempic debe usarse con la indicación adecuada; para la diabetes. También influyen los estrictos requisitos de la Agencia Europea del Medicamento, que no todos los laboratorios cumplen, y hasta el hecho de que gran parte de la industria farmacéutica está en países remotos como India o China.  

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