Los pacientes en lista de espera para una operación en Málaga aumentan, aunque la demora es menor

Un plan logra recortar en 17 días el tiempo que aguardan los enfermos para entrar en quirófano

También disminuyen en casi 23.000 los usuarios pendientes de una consulta con el especialista

Listas de espera en Málaga según los afectados: de un año para ver al traumatólogo a siete meses para una resonancia

Profesionales del Clínico durante una intervención.
Profesionales del Clínico durante una intervención. / M. H.

Málaga/¿Copa medio vacía o medio llena? La Consejería de Salud ha informado sobre las listas de espera a fecha 10 de junio de 2024 en comparación con el anterior corte de finales de diciembre del año pasado. Respecto a la provincia de Málaga hay datos malos y buenos. Porque, pese a la aplicación de un plan para reducirlas, lo cierto es que se incrementan en 370 enfermos más. El lado positivo es que aunque en su conjunto haya más pacientes aguardando, esperan menos días. Y también, que ahora hay casi 23.000 enfermos menos que entonces pendientes de una consulta con el especialista.

El informe del Plan de Garantía Sanitaria presentado por Salud ante el Consejo de Gobierno precisa que en la provincia hay a fecha de 10 de junio un total de 19.671 pacientes esperando pasar por el quirófano. En diciembre pasado eran 19.301. De modo que, a pesar de la puesta en marcha de ese plan, los hospitales públicos malagueños suman 370 pacientes más que entonces. Estos datos se refieren únicamente a aquellos enfermos cuyas patologías están protegidas por plazos máximos de espera; las llamadas intervenciones con garantía, que según las dolencias puede ser un tope de 90, 120 ó 180 días. Aparte de esos 19.671 hay que sumar aquellos pacientes que tienen que operarse de dolencias sin garantía, de los que la Administración sanitaria no da datos. Estos últimos son los enfermos que no tienen asegurado un límite de tiempo para pasar por el quirófano y los que, precisamente por eso, sufren mayores esperas. Salud tampoco detalla las cifras por hospitales, sólo da información provincializada. Hasta ahí, la copa medio vacía.

La parte positiva es que el plan logra reducir en casi 1.000 los pacientes con garantía que sin embargo estaban excedidos en los plazos marcados por los decretos de tope de espera. En el caso de la provincia de Málaga, de 3.388 enfermos fuera de plazo que había a finales del año pasado, se pasa ahora a 2.429. Es decir, 959 menos que entonces.

En diciembre los números eran 19.301 pacientes con garantía esperando una operación, 3.388 fuera de decreto y una demora media de 98 días para entrar en quirófano. A 10 de junio de 2024, las cifras son 19.671, 2.429 y 81, respectivamente. Este último es el otro dato para ver la copa medio llena: que ahora los usuarios esperan 17 días menos que antes al pasar en ese periodo la demora media de 98 a 81 jornadas.

Según los datos del informe de Salud al Consejo de Gobierno autonómico, también mejoran las listas de espera para una consulta con el especialista. A finales de diciembre había 219.855 pacientes esperando una cita. De ellos, 133.458 tenían una demora superior a los 60 días y la espera media se situaba en 132 jornadas. En este último corte facilitado por la Administración sanitaria los números son 207.031, 110.580 y 116. De manera que el total de enfermos aguardando una consulta con el especialista se ha reducido en 12.824 respecto a entonces (al pasar de 219.855 a 207.031). En el caso de los que tienen una espera superior a los dos meses, la cifra se ha rebajado en 22.878 pacientes (entonces había 133.450 y ahora suman 110.580). Por su parte, la demora media cae en 16 días (A finales de diciembre era de 132 días y a 10 de junio es de 116).

Los datos correspondientes al lunes pasado fueron facilitados por Salud mediante una nota, tras el Consejo de Gobierno. Aún no están colgados en la web del SAS, donde se suelen hacer públicos con una actualización de finales de junio.

Las estadísticas sobre listas de espera son farragosas; difíciles de traducir por los diferentes decretos que se aplican para garantizar demoras máximas. Éstas, en teoría, deben ser de 30 días para una prueba diagnóstica, 60 para una cita con el especialista tras la derivación del centro de salud y 90, 120 ó 180 para una operación según la patología de que se trate. Pero más allá de este guirigay de números y de las estadísticas que proporcione la Administración sanitaria, son los usuarios de la sanidad pública los que por experiencia propia o de personas de su entorno saben si la copa está medio llena o medio vacía.

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