El padre del fallecido en Los Asperones: "Por un pollo me han quitado a mi hijo"
Achaca el homicidio del hombre, que recibió seis disparos, al robo de un gallo de un reñidero y pide "máxima justicia" para los tres autores
Málaga/En una barriada como Los Asperones en que la consigna suele ser que impere el silencio, resulta poco frecuente que las familias tomen la palabra para pedir la "máxima condena". Ayer lo hizo un hombre, que aunque prefirió preservar su identidad, quiso saltarse la norma y elevar la voz ante los medios de comunicación para denunciar la muerte a tiros en la calle de su hijo, de 32 años, la noche del jueves al viernes. El progenitor, como se presentó, mostró su convencimiento, entre insultos a los presuntos autores, ya detenidos, de que el crimen obedeció al robo de un gallo de un reñidero, que la víctima, al parecer, había protagonizado para venderlo. Según el testimonio del padre, fueron "tres hermanos" los que descerrajaron varios disparos al individuo, que, en palabras de los residentes, salía de un vehículo e iba acompañado de un sobrino suyo, de unos 12 años. "Por un pollo me han quitado a mi hijo. Eso no es de ser humano. Salieron corriendo en un coche, pero no se van a librar de la cárcel", aseveraba el progenitor a gritos a escasa distancia del lugar de los hechos. A su juicio, los presuntos responsables del homicidio "tenían cuatro vehículos preparados para irse" y llegaron a creer que la Policía "no iba a cogerlos". "Piensan que son animales a los que se les puede matar", denunciaba.
La versión que ofrecían otros allegados del fallecido, que según detallaban respondía al nombre de José, era muy similar. "Han cambiado un pollo por una vida", apostillaba una mujer entre lágrimas. Un familiar criticaba también que los autores no hubieran tenido "la valentía" de reprocharle el presunto robo del animal sin acabar con su vida. Otro vecino de la zona añadía que la víctima "no pudo defenderse" ya que fue abordado, supuestamente, por "tres personas armadas, que fueron "a por él". "Iba con un menor, que no puede ni dormir. Lo tenían todo planeado. Él no llevaba arma", agregaba un vecino. El subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, confirmó este último extremo al indicar que el individuo "no reaccionó con arma de fuego" y precisó que no hubo "un encuentro acordado para un ajuste de cuentas".
Un dispositivo conjunto entre la Policía Nacional y la Local se saldó con las detenciones. Las alarmas saltaron a las 00:30, cuando los agentes fueron informados de que un hombre que estaba herido de bala había fallecido en el Hospital Clínico horas después de que la familia lo trasladara hasta allí. La autopsia reveló ayer que tenía seis impactos. Las pesquisas llevaron a los efectivos hasta el Regional, adonde habían acudido los tres presuntos implicados en la muerte por el disparo en el hombro que presentaba uno de ellos. Agentes de la Jefatura de Policía de Barrio Distrito Norte de la Policía Local y también de la Nacional se entrevistaron con los vigilantes de seguridad del centro, que se encontraban junto a uno de los sospechosos. Reconoció que acompañaba al herido y tenía las llaves del coche en el que, al parecer, se habían desplazado. Tanto el lesionado como el conductor fueron detenidos en una actuación coordinada.
La investigación permitió localizar el turismo cerca del hospital. Junto a él estaba agazapado un tercer individuo, que huyó a pie. Una dotación del Grupo de Investigación y Protección (GIP) interceptó a un hombre que respondía a la descripción. Corría mirando hacía atrás y terminó arrestado. A la mañana siguiente, varios furgones policiales y un helicóptero vigilaban Los Asperones para evitar represalias, aunque, según los vecinos, los familiares de los autores ya han salido del barrio. "No volverán. Tienen sus propias reglas", auguraba un conocedor de la zona.
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