Unos padres denuncian que un colegio de Málaga no deja ir a clase a su hija “tras ponerse el velo”

La Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes ha puesto el caso en conocimiento de Educación, que asegura estar estudiándolo

La menor, de 14 años, afirma estar "perdiendo muchos exámenes y muchas clases"

La madre de la menor, en un vídeo que ha difundido la Asociación Marroquí
C. Clavijo

07 de marzo 2022 - 17:03

"Mi hija tiene un problema en el colegio porque decide llevar el hiyab". Así comienza la denuncia de una madre que ha difundido un vídeo en el que asegura que el centro educativo en el que estudia la niña, de 14 años, no le permite entrar en clase con esta prenda islámica. La progenitora también recalca que ha sido la propia menor, de 14 años, la que a finales de febrero optó por quitarse el gorro y la bufanda que se había colocado "como medida provisional impuesta por el equipo directivo".

La Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes considera que se trata de un caso de "islamofobia" y ya lo ha puesto en conocimiento de la Delegación Territorial de Educación, que afirman que el servicio de Inspección ha recibido un escrito firmado por este colectivo y estudia lo ocurrido. Asimismo, han explicado a este periódico que la previsión es dar una respuesta "a la mayor brevedad posible".

El colectivo que ha denunciado la situación entiende que la menor está siendo "aislada", junto a su hermana, por el colegio concertado religioso San Juan de Dios, conocido como La Goleta, en la capital, y que, además, la "obligan a decidir entre su identidad religiosa o su derecho a la educación".

Por su parte, la estudiante entiende que el "pañuelo, la religión y los estudios" son para ella lo más importante". "No puedo hacer una cosa sin la otra", explica. En las imágenes que han hecho públicas la menor lamenta haber "perdido muchos exámenes y muchas clases".

Desde la asociación a la que la familia, de nacionalidad egipcia, acudió el pasado 22 de febrero, destacan que el colegio "se ha mostrado tajante e inflexible con permitirle tanto a ella como a su hermana llevar el hiyab, ya que aseguran que el régimen de funcionamiento y organización establece que no es posible hacerlo". "A pesar del diálogo por parte de la Asociación Marroquí con varias instituciones, dos semanas más tarde, las dos alumnas siguen en la sala de recepción y no se les permite entrar en clase", denuncian.

El colectivo explica que las hermanas se matricularon en el colegio La Goleta hace más de un año. Sin embargo, el pasado 10 de enero, "como medida provisional impuesta por el equipo directivo del centro, la hija mayor comenzó a vestir con gorro y bufanda".

Una semana más tarde, en una reunión del centro educativo con la familia, los padres trasladaron que sus hijas llevaban el velo por voluntad propia. "Asimismo, a fin de hacerlas cambiar de opinión, el centro les ofreció la ayuda de un profesor, también psicólogo. Una propuesta que la familia rechazó rotundamente", apuntan.

El pasado 21 de febrero, la niña decidió quitarse el gorro y la bufanda y ponerse el hiyab "al tener calor y estar incómoda". Ese mismo día, según la asociación, "el equipo directivo decidió enviarla a la biblioteca donde permaneció durante toda la jornada lectiva aislada, excluida de sus compañeros y sin la posibilidad de avanzar en sus estudios".

"Durante su estancia en la biblioteca, según palabras de la niña, no le mandaron tareas a realizar, siendo el único objetivo conocer las consecuencias de usar el hiyab en el centro. Una jornada que se saldó con la orden de que la alumna saliera por la puerta secundaria para que ningún familiar del centro la viera con el hiyab dentro de las instalaciones", añade la asociación.

Al día siguiente, según el presidente, Ahmed Khalifa, "desde dirección les ofrecieron un ultimátum: si la alumna decidía seguir llevando hiyab, tendría la obligación de permanecer en la biblioteca durante todo el curso académico o, en su caso, debería buscar otro centro educativo. A partir de ese día, el centro educativo obligó a la niña a permanecer en la sala de espera durante todo el horario lectivo, sin poder entrar a clase".

Los padres de la alumna están dispuestos a llevar el caso hasta el final para que otras familias "no tengan que volver a sufrir el acoso que han vivido sus dos hijas". "Su prioridad es además que reanuden sus estudios lo antes posible ya que han perdido más de dos semanas completas de clase e incluso exámenes", han lamentado.

Un "ultimátum"

El presidente de la asociación subraya que si la alumna decidía seguir llevando hiyab tendría la obligación de permanecer en la biblioteca durante todo el curso académico o, en su caso, debería buscar otro centro educativo.

La Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes, a petición de la familia, ha intentado reunirse con el centro educativo para buscar alguna solución, "pero este ha rechazado cualquier intento de mediación".

Aun así, la asociación al considerar que es una decisión "discriminatoria que va en contra del código ético del centro educativo, se ha trasladado a Sevilla para reunirse con el Comité Ético de las Hijas de la Caridad, provincia España-Sur, que es el órgano que evalúa el cumplimiento del Código Ético de la institución, a fin de abrir un proceso de diálogo para garantizar la vuelta regulada a las clases de las dos hermanas".

El pasado 27 de febrero, el colectivo solicitó la intervención de la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía en Málaga, la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, la Dirección General de Coordinación de Políticas Migratorias de la Junta de Andalucía y la Delegación del Gobierno de Málaga.

Asimismo, han solicitado la "intervención inmediata" de la Junta de Andalucía "que es la máxima responsable de esta situación, permitiendo la reincorporación normalizada de las dos alumnas en el centro educativo, pudiendo realizar los exámenes que esta situación imposibilitó y teniendo la opción de recibir todo el conocimiento al que le han impedido el acceso".

"Es un derecho reconocido"

La Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes considera que el uso del velo en las personas musulmanas "forma parte del ejercicio de los derechos fundamentales constitucionalmente reconocidos a toda persona: la libertad de conciencia y el derecho a la propia imagen".

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