Así está el pantano de La Viñuela, visto desde el aire

Así está el pantano de La Viñuela, visto desde el aire, en enero de 2024. / Domingo Mérida

Una imagen vale más que mil palabras, y observar cómo está el pantano de La Viñuela, el más grande de la provincia de Málaga y el que más está sufriendo por la falta de lluvias, es un golpe de realidad. Si además se ven las fotografías de cómo se encontraba hace unos veinte años, la bofetada es doble.

El pantano de La Viñuela, que recoge las aguas del río Guaro y abastece a los municipios de la comarca malagueña de La Axarquía, se empezó a construir en 1981. El embalse inundó un terreno de 900 hectáreas del término municipal llevándose por delante la aldea de Herrera y el cortijo de Matagallar. Tiene unos 90 metros de profundidad.

En esta fotografía tomada desde una avioneta se aprecia el raquítico estado del embalse, al que le caben casi 165 hectómetros cúbicos de agua. Ahora es un inmenso terreno seco que apenas guarda 12 hectómetros cúbicos, lo que supone el 7,4% de su capacidad, según los datos de la red Hidrosur.

Desde el aire se distingue la carretera A-356, cuyo trazado discurre a escasos metros del borde del pantano, hasta donde debería llegar el agua de no ser por la sequía -al menos, para eso está diseñada la presa-. Actualmente, desde esta vía apenas se observan a lo lejos las reservas del embalse. De la misma forma, la imágen aérea permite ver la aldea de Los Romanes, antes a orillas del embalse.

Otro de los elementos de referencia, la gran torre que encabeza la presa, también da buena cuenta de cuál es su estado. Hace ya bastante tiempo que el agua no moja dicha estructura, de cuya base cada vez se aleja más el agua. La diferencia con esta otra fotografía de 2005 es abismal.

El nivel del agua en el pantano de la Viñuela en 2005, en una imagen de archivo. / M. H.

En julio de 2005 el pantano de La Viñuela embalsaba 135 hectómetros cúbicos, es decir, estaba al 80% de su capacidad. Algo "nunca visto" y que según los expertos difícilmente se volverá a repetir. Paradójicamente, ese año la provincia de Málaga atravesaba otra sequía y el buen estado de sus reservas fue clave para superar la situación.

Entre 2005 y 2008 la capital se abasteció de este embalse a razón de siete hectómetros cúbicos al año, alrededor de 1,25 hectómetros mensuales (el 20% del agua que consumía al mes). Ya en 2008 se bajó a los tres hectómetros anuales, cuando el nivel del pantano empezó a ser preocupante.

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