Los pantanos de Málaga resisten el paso del verano y afrontan agosto con el 21% de reservas

En la primera semana de este mes la provincia ha consumido 3,15 hectómetros cúbicos de los embalses

El Ayuntamiento de Málaga recuerda que las fuentes son para beber, no son para lavarse los pies

Vista aérea del pantano de La Viñuela este 6 de agosto. / Domingo Mérida

Está claro que ningún verano es fácil para los pantanos, menos aún en Málaga, donde el calor aprieta con ganas evaporando parte de las reservas y donde la población aumenta considerablemente en plena temporada alta turística. Aún así, parece que los embalses malagueños están resistiendo el avance de la época estival y se está logrando ahorrar agua de las presas, que llegaban a estos meses tocadas por la sequía con el solo impulso de las generosas lluvias registradas en Semana Santa. Según el detalle de los datos registrados por la red Hidrosur, en esta primera semana de agosto la provincia ha consumido 3,15 hectómetros cúbicos procedentes de los embalses, que a fecha del martes 6 de agosto estaban al 21,4% de su capacidad, con 131,39 hm3 entre los siete.

La comparación con el año pasado muestra que se está intentando mirar por cada gota, pues en la primera semana de agosto de 2023 los pantanos perdieron algo más (3,84 hectómetros cúbicos). No obstante, conviene serguir alerta, pues las reservas de agua actuales están por debajo de las del año pasado por estas mismas fechas, cuando ascendían a 161,75 hectómetros cúbicos (30 más que ahora), y el mes de agosto suele ser el más difícil.

De hecho, en agosto de 2023 los embalses malagueños perdieron 21,44 hectómetros cúbicos, pasando de 165 a 144 hectómetros. La presa que más se resintió fue la de Guadalteba, que bajó 8,68 hm3, seguida de la de la Concepción (-6,34) y del pantano del Guadalhorce (-3,22). Por su parte, el Conde del Guadalhorce bajó 1,48 hectómetros; 0,75 perdió La Viñuela; 0,69 bajó El Limonero y 0,28 Casasola. El año anterior, el agosto de 2022 se consumió aún más agua (24,50 hectómetros cúbicos), siendo el embalse del Conde del Guadalhorce, en Ardales, el que peor parte se llevó (-11,89).

En lo que respecta a este verano, el pasado mes de julio se gastaron 16 hectómetros cúbicos, frente a los 19,23 de 2023 o los 23,49 de 2022. Una cifra récord de ahorro ahorro que se logró tras la puesta en marcha meses atrás de medidas paliativas contra la sequía como reducciones del caudal de los grifos, restricciones al consumo humano o a los riegos. Así, el gasto del mes de julio fue a razón de 4 hm3 por semana de media; mientras que en julio del año pasado ascendía a 4,8.

Aún así, la situación de los pantanos de la provincia dista mucho de ser buena. Con 30 hectómetros cúbicos menos que hace uno año, según Hidrosur, los que peor están son los del Guadalhorce y Guadalteba, con sus reservas al 14% y 15,81%, respectivamente. Le sigue el de La Viñuela, que está al 16,36% con algo más de 26 hectómetros cúbicos.

Peor imagen presenta también la pequeña presa del Limonero, que apenas atesora 4 hectómetros de agua, aunque esté en términos porcentuales esté mejor que los anteriores (al 18%), mientras que el embalse de Casasola está al 25% pero solo tiene 5,5 hectómetros. En cuanto al pantano del Conde del Guadalhorce, tiene más reservas que el año pasado por las mismas fechas (19,83 hectómetros frente a los 13,06 de 2023), al igual que también mejora su situación la presa de la Concepción, la que abastece a la Costa del Sol Occidental, que guarda 33,11 hectómetros cúbicos, tres más que el año pasado.

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