Los pantanos de Málaga vuelven a estar como en marzo antes de las lluvias de Semana Santa

Los embalses de la provincia, una vez más, vuelven a ser portadores de malas noticias. Enfilando el final de verano, el acumulado de las siete reservas malagueñas ha disminuido hasta los 114 hectómetros cúbicos, la misma cantidad que albergaban a finales de marzo apenas unos días antes de que se produjeran las generosas lluvias de la Semana Santa, tan esperadas como inoportunas para los cofrades, pero que en cualquier caso fueron vitales para salvar los muebles junto a las menos cuantiosas de abril, alzando los pantanos hasta los 170 hm3 en 30 días. Seis meses después, sin embargo, factores como el aumento de la evaporación por las altas temperaturas y el pico de consumo por el turismo; no hay que olvidar que algunas ciudades costeras hasta duplican su población, han devuelto la situación a la casilla de salida, con los embalses al 18,63% de su capacidad total.

No obstante, las restricciones al consumo de agua activas en estos momentos sí que han servido para diminuir el gasto en lo que llevamos de verano en comparación a los anteriores. Sin ir más lejos, el año pasado desde el arranque de la temporada alta hasta estas fechas ya se habían gastado 5,43 hm3 más que ahora: lo suficiente para abastecer a toda Málaga capital durante un mes y medio. Aunque bien es cierto que entonces se partía de un escenario algo más ventajoso con 185,51 hm3 a finales de junio por los 151,05 hm3 con los que se empezó este año.

Igualmente, este julio y agosto los malagueños, a tenor de los datos de la red Hidrosur, han mirado más por el agua registrando sendos récords de ahorro; en concreto, este julio se gastaron 15,77 hm3 (por los 19,01 de 2023 o los 23,11 de 2022, por ejemplo), mientras que en agosto fueron 18,71 hm3 (por los 20,69 de 2023 o los 23,80 de 2022). Otro tema, que corresponde al juicio experto, es que este ahorro haya sido suficiente para poder afrontar lo que queda hasta el próximo episodio de precipitaciones considerables con tranquilidad. A menos de un mes para que finalice el año hidrológico (el 30 de septiembre), la Junta de Andalucía ya ha comunicado que queda suministro para 12 meses y también que la comisión de sequía volverá a reunirse.

Analizando ahora la situación de cada pantano desde el 1 de mayo, fecha aproximada en que se registra el máximo acumulado tras la finalización de las escorrentías, la tendencia a la baja es muy clara en la mayor parte de los casos. En conjunto, como se apuntaba, se dejan 56 hectómetros cúbicos.

De esta manera, el que más agua ha perdido desde entonces ha sido el de Guadalteba, que ha pasado de 38,04 a 20,72 hm3, lo que se traduce en un descenso exacto de 17,32 hasta situarse al 13,52%. Le sigue en pérdidas La Concepción, con una bajada de 14,83 hm3 al disminuir su acumulado de 42,91 a 28,08 en estos meses; no obstante, este embalse de respuesta rápida sigue estando al 48,77% gracias tanto a su reducido tamaño como a su situación geográfica, pues se encuentra ubicado en la zona occidental de la provincia, por donde entran y comienzan a descargar gran parte de las borrascas, lo que le hace recoger buenos aportes.

La tercera reserva con más pérdidas, aunque a cierta distancia de las otras, es la de Guadalhorce, que se ha dejado por el camino 9,44 hm3 al experimentar un descenso de los 23,63 que tenía hace cinco meses a los 14,19 de estos instantes. Es, de hecho, la que atraviesa un momento más delicado si nos atenemos a valores porcentuales, puesto que apenas se encuentra al 11,25 %. Sigue gastándose agua también en La Viñuela, que lleva varios años en la cuerda floja rondando su mínimo histórico situado en 9,2% (ahora mismo está al 15,11%), y donde se ha pasado de 31,50 hm3 a 24,84 en los últimos meses, lo que se traduce en un descenso de 6,66. Prácticamente los mismos hectómetros cúbicos (6,31) se ha dejado por el camino Conde del Guadalhorce: correspondientes a la resta entre 23,47 y 17,16, lo que le sirve para marcar el 25,81% de su capacidad.

Sin embargo, no todos los embalses pierden recursos a pasos agigantados. El de Casasola, al 23,85%, tan solo ha perdido 1,16 hm3 al pasar de 6,33 a 5,17. Y justo lo mismo le ocurre al del Limonero, que ni siquiera completa el hm3 de bajada, con 0,87 menos, que lo sitúan en un 16,97%, aunque, igual que en el caso de Casasola, albergando muy poca agua por su reducido tamaño, apenas 3,79 hm3 por los 4,66 que tenía en mayo.