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Málaga/Hace algo más de una semana, en concreto el viernes 3 de marzo, los remolcadoresSea Macaw y Sea Merlin eran reposicionados en el muelle número cuatro del puerto de Málaga. Esta enmendada, que así es como se denomina en términos portuarios el cambio de posición de un barco en un mismo muelle, atendía a la necesidad de dejar mayor espacio para el atraque y desatraque del buque que ha iniciado la línea de carga con Tánger; una maniobra, la enésima que experimentan estos dos remolcadores inactivos desde hace cuatro años y que está comenzando a generar un problema para la Autoridad Portuaria malacitana.
Llegados de emergencia el 9 de marzo de 2019 tras tener que cancelar un viaje que los llevaba al desguace, esta pareja de remolcadores diseñados para trabajar en plataformas petrolíferas, iniciaban una aventura malagueña repleta de vicisitudes. Después de permanecer atracados en diferentes muelles, pasar por el dique flotante para ser reparados, ser comprados por una compañía francesa y cambiar de nombres, estos barcos, sin tripulación ni consignatario han ido acumulando todo tipo de deudas y problemas judiciales; unas circunstancias que los ha llevado a la situación en la que se encuentran en la actualidad.
Amarrados en el muelle número cuatro desde enero de 2021, según ha podido saber Málaga Hoy, la hoja de ruta que espera a estos remolcadores pasaría por la instauración un expediente de abandono; un trámite que, una vez ejecutado los llevaría a una pública subasta. Frente a esta realidad que alargará la estancia de estos buques en aguas malagueñas; la opción de que una primera subasta quedara desierta podría llevar a una segunda puja e incluso a una adjudicación directa tal y como ocurrió en el caso del conocido como barco de la droga que, vendido por 153.861,32 euros en 2017 dejó las aguas malacitanas en mayo de 2020.
Ante estas expectativas y con muchas menos posibilidades de que pudieran salir a subasta con un precio base de enajenación de cero euros como ocurrió en el caso del buque Ratibor que, parado e inactivo durante siete años dejó el puerto en julio de 2021, los remolcadores Sea Macaw y Sea Merlin ya constituyen un problema para la Autoridad Portuaria malagueña que además de tener que gestionar su venta deberá movilizarlos cada vez que por necesidades de tráfico interno, como ocurrió hace unos días, tengan que usarse los metros de atraque que están ocupando estos barcos.
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