Un parking de otro tiempo

Movilidad

Las plazas de La Marina mantienen los 2,2 metros de ancho exigidos en el PGOU de 1985; la normativa actual eleva esa medida a los 2,5 metros.

Una plaza de La Marina inutilizada por los dos coches aparcados al lado.
Una plaza de La Marina inutilizada por los dos coches aparcados al lado.
V. Bayona · S. S. Málaga

08 de abril 2016 - 01:00

El aparcamiento público de La Marina no es para estos tiempos. El mercado del automóvil apuesta cada vez más por coches de líneas anchas que las familias no han dudado en incorporar a sus vidas y que chocan con la idea de estacionar en una plaza de parking con una anchura que apenas alcanza los 2,2 metros. La Federación de Empresarios de la Automoción en Málaga (Fedama) constata una tendencia al alza en la compra de vehículos "monovolúmenes, todoterrenos e incluso muchos urbanos que son grandes". Su presidente, Eduardo García Romero, concreta que aún sin estadísticas en la mano, "los coches son más anchos ahora que entonces", en referencia al año en que se remonta su construcción en 1985. Por lo que lanza una recomendación a quien se aventure hacia el aparcamiento subterráneo: "Dejar el coche en punto muerto por si a la vuelta te encuentras que no puedes entrar".

Cuando hace más de treinta años se habilitaron las plazas del céntrico parking la normativa urbanística marcaba unas dimensiones mínimas de aparcamiento de 2,2 metros de ancho por 4,5 de largo. En el caso concreto del edificio localizado entre la Alameda Principal y el Paseo del Parque, (sin contar las plazas para discapacitados, de 2,6 metros), los estacionamientos cumplen con esos 2,2 metros, parámetro que se reduce en 10 centímetros en las localizaciones próximas a las columnas.

Unas magnitudes que, con el paso de los años, se han actualizado. En el caso de La Marina solo en la teoría. De hecho, el Plan General de Ordenación Urbanística de 2011 hace crecer la anchura mínima para loas aparcamientos hasta los 2,5 metros (30 centímetros más). A pesar de esta variación al alza, la Sociedad Municipal de Aparcamientos, responsable de la explotación del edificio de La Marina no está obligado a adecuar las condiciones de los estacionamientos.

"Por muy incómodo que nos parezca no se puede ir en contra de un aparcamiento si cumple con la normativa, ya sea público o privado", confirma la gerente de la Asociación de Constructores y Promotoras de Málaga (ACP), Violeta Aragón, que lo compara, a modo de ejemplo, con la construcción de un bloque de pisos. "Cuando cambia la normativa, como lo ha hecho con la eficiencia energética, no se obliga al promotor a que luego tenga que ir renovando todas viviendas que ha levantado", expuso.

Ante una supuesta modificación de las plazas, Aragón recuerda que se trata de uno de los parlink más exitosos de la red municipal. "El problema si quitas aparcamientos es que hay que encajar la cuenta de resultados. No sé qué es peor, que se mantengan las plazas más estrechos o que la consecuencia de reducir el número de plazas sea la subida de la tarifas", comentó.

El debate se pone nuevamente sobre la mesa después de que el grupo municipal del PSOE en la Casona del Parque cuestionase las dimensiones y reclamase una reordenación del aparcamiento. ¿Qué va a hacer el equipo de gobierno del PP? La concejala de Movilidad, Elvira Maeso, asume su compromiso de estudiar la posibilidd de modificar las condiciones. Un anuncio que coincide con el que años atrás realizó su antecesor en el cargo, Raúl López, ahora gerente de Smassa, sin que se llevase a efecto.

"Efectivamente se dijo que se iba a estudiar pero no se estudió", comentó Maeso. "Soy partidaria de estudiarlo, ver como se puede mejorar; si para ello hay que perder aparcamientos hay que ver qué consecuencias tendría y si hay diferentes escenarios", comentó la edil del PP, que destacó la necesidad de evaluar la rentabilidad del aparcamiento "y ver como le afectaría esa reordenación".

¿83 estacionamientos menos?

A la espera de que el equipo de gobierno del PP ponga en marcha el estudio comprometido para ver la incidencia que una reordenación de las plazas tendría sobre la rentabilidad de la Plaza de la Marina, un simple ejercicio de aproximación permite apuntar una posible incidencia. De acuerdo con las dimensiones marcadas en el planeamiento de 1985 (con 10,1 metros cuadrados por plaza), la superficie ocupada por las 430 plazas de estacionamiento alcanzaría los 4.343 metros cuadrados. Tomando como punto de partida este dato, ¿cuántas plazas entrarían si se aplicasen las superficie ahora vigentes y exigidas en el Plan General de Ordenación Urbanística? La normativa, vigente desde 2011, obliga a que cada plaza tenga al menos 2,5 metros de ancho por 5 de largo, lo que hace un total de 12,5 metros de superficie. Así, en los 4.343 metros de planta estimados para La Marina podrían dibujarse unos 347 estacionamientos 'actualizados'. O lo que es lo mismo, 86 plazas menos.

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