Las partidas de golf y los negocios 'turbios' del arquitecto municipal
La Policía sospecha que Cebrián pasaba información urbanística a empresas y se beneficiaba de ello
La figura de Arturo M. Cebrián, arquitecto del Ayuntamiento de Estepona, es una de las más relevantes en el seno del sumario del caso Astapa, especialmente por el tipo de información que maneja en sus responsabilidades. Entre las conclusiones a las que llegan los investigadores está el que comparte información "con personas ajenas a la función pública, como empresarios, promotores, constructoras..., los cuales estarían lucrándose gracias a dicha información". Asimismo, se señala que por este mecanismo el propio Cebrián estaría obteniendo "algún de tipo de beneficio".
En una conversación mantenida en septiembre de 2007 con el responsable de una entidad, Cebrián le informaba de la existencia de un terreno "de entre 600.000 y 800.000 metros de suelo por un valor de unos 60 millones de euros", quedando en estudiar el tema puesto que el interlocutor podría conocer a un inversor interesado con construir 300 viviendas.
Otra grabación, de 9 de octubre de ese mismo año, de Cebrián con un tal Guillermo, recoge cómo el arquitecto del Ayuntamiento le ofrece una operación que podría interesarle: "Tengo una cosa de menos de 30 millones de euros. Bueno..., yo no me dedico a estas cosas. Os pongo en contacto y ya está. Un suelo finalista, pegado a Marbella, para 162 chalés. Y es finalista, estoy aprobando ahora mismo la parcelación..." No obstante, en otros diálogos asevera: "Yo no me dedico a estas cosas, ni yo soy un comisionista, ni un intermediario ni soy nada, yo soy arquitecto municipal", a lo que agrega: "Digamos que es un valor añadido que yo intervenga en las cosas".
En una parte de la investigación se destaca, igualmente, el buen trato de Cebrián y Juan Simón, primo de José Flores y encargado de contactar con las empresas para lograr aportaciones económicas. Así, se señala que en las numerosas partidas de golf que ambos comparten, el arquitecto "le proporciona información de diversas fincas y obras que salen a concurso", al tiempo que Simón le demanda datos sobre expedientes urbanísticos concretos.
En otra parte del sumario se muestra también el malestar de Cebrián con el concejal de Economía, Francisco Zamorano, porque le ha quitado parte de su nómina, tema que le lleva a tratar directamente con el alcalde y a advertir de la posibilidad de iniciar acciones legales contra el Ayuntamiento. Una muestra de su preocupación se refleja en una conversación con una tal Patricia, que podría ser Patricia Rojo: "¿Sabes lo que ha hecho un pajarito? Quitarme 412 euros de la nómina y no me ha pagado la productividad anual de 1.300 euros...", a lo que Patricia responde: "Es un agravio comparativo, es un político y un concejal que van directamente contra un trabajador, es mobbing..." A ello añade Cebrián: "Mi mujer se dedica a las hipotecas y en la calle no hay un duro. No es que me falte para comer, pero he recortado gastos de muchos sitios. Este fin de semana no duermo de la impotencia, de la rabia...".
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