Un paseo por las tumbas y la Historia

Los afortunados que pasearon el sábado noche por el Cementerio Histórico de San Miguel pudieron viajar en el tiempo hasta la Málaga decimonónica. En aquella época, el triángulo Larios-Heredia-Loring era lo más poderoso de la ciudad, el doctor Gálvez Ginachero ingresaba en el cuerpo facultativo del Hospital Civil y Trinidad Grund ayudaba a los más necesitados tras sobrevivir a todas sus desgracias. Son algunas de las historias que los habitantes del camposanto pudieron contar a sus visitantes a través de actores que representaron sus vidas.

Parcemasa y la empresa Eventos con Historia organizaron una visita guiada por la necrópolis. Eduardo Nieto, el principal productor, dio la bienvenida a los casi 200 personas inscritas en la ruta (divididos en dos pases, a las 21:00 y a las 22:30). Los asistentes se repartieron en cuatro grupos para facilitar el recorrido por el cementerio.

Los visitantes pudieron sentirse como viajeros en el tiempo. Iban acompañados por una guía, una personalidad difunta que yacía en el camposanto e iba explicando los símbolos más destacados: el mausoleo de los Heredia, el panteón de los Larios, el reloj de arena alado de Ánimas de San Juan, la historia del incendio de la cripta y el purgatorio. A lo largo del recorrido, los actores representaban a los personajes en los que la ruta se centraba. El doctor Gálvez atendía a una mujer a punto de alumbrar, Francisco Vicaría recordaba sus últimos momentos y la historia de un joven quinceañero fusilado por sumarse al pronunciamiento de Torrijos, Trinidad Grund guardaba luto por sus hijas fallecidas en un accidente marítimo (su embarcación chocó contra un buque y el remolino la arrastró hasta las profundidades), el torero Gómez Bradley recitaba su vida en el albero de la plaza donde vivió sus mejores momentos y Amalia Heredia Livermore cerraba la visita reuniendo a todos los grupos junto a la capilla central e invitándoles a un breve concierto de cuerda y flauta.

El plato fuerte de la noche llegó con Alvin Karpis, fundador de la banda de delincuentes estadounidenses Barker-Karpis, que irrumpió en la velada con su coche. El gánster cumplió condena en la prisión de Alcatraz, pasó sus últimos días en Torremolinos y sus restos mortales descansan en la necrópolis de San Miguel.

La siguiente visita nocturna será el próximo 29 de julio, centrado en las Bellas Artes y en la figura de José Moreno Carbonero.