¡A patinar frente al mar!
l Plaza de la Marina. Hasta el próximo 11 de enero. De lunes a viernes, de 10:00 a 22:00; los sábados, de 10:00 a 00:00, y los domingos, de 12:00 a 22:00. Cada sesión dura 45 minutos y cuesta cinco euros, más 2 euros por los guantes, cuyo uso es obligatorio.
PLAZA DE LA MARINA
No es la pista del Rockefeller Center en Nueva York, no tiene ni su encanto cinematográfico ni sus dimensiones, pero poder patinar sobre hielo a pocos metros del Mediterráneo tampoco es una tontería. Hasta el próximo 11 de enero, la plaza de la Marina acoge de nuevo la pista de hielo portátil que desde hace ya varias temporadas está llenando de moratones a muchos aficionados esporádicos al patinaje.
Todos y cada uno de los días que pase en Málaga la pista de hielo estará abierta al público. De lunes a viernes, su horario será de 10:00 a 22:00, de forma ininterrumpida; los sábados estará más tiempo en marcha, desde las 10:00 hasta las 00:00, y los domingos sólo de 12:00 a 22:00. Y así hasta el próximo 11 de enero.
Al aire libre, frente al mar y con la torre de la Equitativa como silencioso testigo, son muchos los malagueños que están descubriendo en la plaza de la Marina el mérito que esconden los aburridos ejercicios de patinaje que rellenan las horas tontas de los Juegos Olímpicos de Invierno. Por siete euros, cinco por la sesión y dos por los guantes -su uso es obligatorio-, es posible dar tantas vueltas como la habilidad de cada uno permita en los 45 minutos de tiempo pagados. Recomendaciones: un buen chaquetón -bien acolchado-, gorro de lana y pocos testigos. Lo último no lo cumple nadie, porque si patinar es el objetivo principal para acercarse a la pista, no es el único: son muchos los que se paran en frente con una cámara en mano y la ambición de llevarse unas buenas risas. Claro, son todos familiares y amigos.
Otra ventaja de esta pista de hielo es la siguiente: si se tiene alguna noción avanzada sobre patinaje se trata del mejor lugar para captar la atención un público neófito y muy agradecido. Y vaya con sus hijos, sin miedo.
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