Patrullas de taxistas contra los piratas en el aeropuerto de Málaga: "No nos vamos a rendir"

Desde la puesta en marcha de Infotaxi, el pasado lunes, se estima que han logrado recuperar en torno a un millar de servicios

El conflicto de los 'taxis pirata' se agudiza en el aeropuerto de Málaga con la llegada del verano: "Van con el cuchillo entre los dientes"

Un voluntario de Infotaxi ayudando a una viajera.
Un voluntario de Infotaxi ayudando a una viajera. / JAVIER ALBIÑANA

Ninguna medida parecía efectiva para disuadir a los conductores ilegales del aeropuerto. Hasta que los taxistas, vista su proliferación sin freno, han decidido organizarse y ponerse manos a la obra. Una labor que, al menos de momento, está funcionando a la perfección. El objetivo: informar a los viajeros, que en no pocos casos llegan perdidos, de que aquellos que les acechan presentándose como taxistas o VTCs sin portar ningún distintivo son piratas. Y también guiarlos hasta las paradas o zonas de recogida habilitadas para los medios de transporte legales. Alguno, como Nicolás C., ya lo hacía por su cuenta. Pero ya se sabe que la unión hace la fuerza.

Bajo esa misma premisa nace Infotaxi, una iniciativa que cuenta con el visto bueno del Ayuntamiento de Málaga, la Policía Local y Aena, y que empezó a funcionar en el aeródromo el pasado lunes. Su modo de proceder, explican sus responsables, es muy sencillo. Están organizados en grupos de cinco taxistas (todos ellos voluntarios) que permanecen a las puertas de la terminal de llegadas durante un turno de unas cinco horas y media asistiendo a todo el que lo necesite. Hasta que son relevados por otros cinco. Al cabo del día pasan por allí un total de 15 repartidos en horario de 9:00 a 2:00. A cambio, cuando los voluntarios pican billete, se les compensa pudiendo trabajar el resto de jornada con su taxi en el aeropuerto. Por lo que cada voluntario porta una acreditación extra en su vehículo que lo habilita para ello. Además de un chaleco amarillo que los identifica.

Dos voluntarios durante su turno.
Dos voluntarios durante su turno. / JAVIER ALBIÑANA

Estos primeros días, según cuenta Paco Benítez, uno de los coordinadores, los miembros de Infotaxi ya han logrado recuperar en torno a un millar de servicios, aspecto que, de no ser por este proyecto ajeno a todas las asociaciones del gremio (aunque consensuado), habrían ido a parar a los ilegales. Lo que es sinónimo de "estafa segura" para el cliente.

También durante estas primeras jornadas se han vivido algunos momentos de tensión. "No quieren que estemos aquí. Es normal. Y seguro que en adelante se ponen más agresivos, pero no nos vamos a rendir". Por lo que ya piensan en ampliar los grupos de voluntarios a "siete u ocho". "Nosotros sólo informamos. Nunca entramos en su juego. Aunque muchas veces vienen a recriminarnos y a amenazarnos en grupos de más de diez y queremos que las fuerzas estén equilibradas", cuenta.

Acto seguido, Benítez saca su móvil y refrenda lo que dice con una fotografía en la que sale junto a un numeroso grupo de ilegales que se acercó a él para increparle. Eventualidad para la que igualmente se ha pensado una solución: la Policía Local tiene constancia del listado de miembros de Infotaxi (168 en total, más otros 50 que están en lista de espera para entrar en el cuadrante), por lo que en la medida de lo posible se dará prioridad a sus avisos.

Cinco voluntarios posan en la terminal de llegadas.
Cinco voluntarios posan en la terminal de llegadas. / JAVIER ALBIÑANA

Para paliar el desequilibrio de efectivos en estos primeros compases, algunos compañeros se están acercando en sus ratos libres a echar una mano, como Juanma Navarrete, que se aproximaba para ver cómo iban los ánimos antes de volver al coche a por su chaleco identificativo. Y, poco después, enfilaba la línea blanca que une la terminal con la parada de taxis acompañando a un grupo de turistas jóvenes (luego haría lo mismo con otro viajero, pero rumbo a su Uber).

Más de lo mismo, aunque él sí durante su turno reglamentario, se encontraba haciendo Manolo Delgado, quien, café en mano para aguantar el tirón, se reconocía muy satisfecho con la iniciativa al haberse traducido en un descenso instantáneo en el número de ilegales, que en buena parte se han ido a probar suerte a otro lado o retrocecido a posiciones más lejanas como el paso de cebra junto al Cercanías.

Y la previsión, claro, es que así siga siendo gracias a la labor de estos voluntarios, que podrían dedicar estas horas a cualquier otra cosa, pero prefieren emplearlas en velar tanto por los viajeros como por su propio oficio.

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