"Me asomé y vi a un muchacho gritando '¡Viva España!' con un ladrillo en la mano"
Pelea a ladrillazos por una bandera en Málaga
La vecina de Pozos Dulces, en Málaga capital, que fue testigo de la trifulca entre dos grupos de jóvenes a cuenta una bandera relata cómo todo "ocurrió en segundos"
Málaga/"Primero sentí que se rompía como un vaso o un cristal de una ventana, mi gato salió pitando y al asomarme veo abajo a un muchacho descamisado gritando '¡Viva España, cabrones!' con un ladrillo en la mano". Así ha relatado cómo sucedió la trifulca entre dos grupos de jóvenes en el centro de Málaga a cuenta de una bandera valenciana colgada en un balcón que uno de ellos confundió con la catalana.
Rosana, a la que este periódico ha identificado como vecina de la calle Pozos Dulces (pide identificarse con uno de sus nombres de pila para no sentirse 'señalada'), fue testigo de todo. Cuenta que "de repente", el joven que sostenía en su mano el ladrillo "lo tiró a una ventana" de una vivienda turística, de cuyo balcón colgaba lo que ella cree que era una toalla de la bandera de la Comunidad Valenciana.
"Debieron confundirla, porque si no la conoces bien parece una bandera independentista catalana", dice Rosana, que recuerda que cuando empezó a sentir el "jolgorio", ella estaba "con la ventana abierta viendo la televisión, tranquila", aunque precisa que esto último es "relativo" porque este jueves, primer día de Feria del Centro en Málaga, "con los gritos era imposible".
La cuestión es, según afirma, el ladrillo "entró en la vivienda" por uno de los ventanales que estaba abierto, y en ese momento, los inquilinos del apartamento turístico, situado en el primer piso, salieron al balcón. "Yo les vi la cara y se quedaron a cuadros", matiza.
Según continúa relatando la vecina, los de la bandera, desde arriba, "volvieron a tirar el ladrillo o trozos de cerámica y todos comenzaron a insultarse". La mujer reconoce que hasta ese momento los jóvenes de la vivienda turística "no estaban molestando", de hecho ella considera que "no era una provocación" tener en el balcón la toalla con la bandera.
Por tanto, la vecina insiste en achacar el incidente a un "problema de alcohol, porque iban muy borrachos", más que aun asunto de confrontación política. Asegura que todo "ocurrió en segundos" y que "estaba muy nerviosa, porque volaban los pedazos de ladrillos por todos lados".
Aunque no alcanzó a verlos a todos, sí dice que sintió "que eran muchos contra muchos". En el apartamento había unos seis o siete jóvenes y abajo, en la esquina de la calle, solo llegó a ver a uno (el que lanzó el ladrillo), que parecía ir acompañado de un grupo de personas que "le arengaban".
"Como vi que la cosa iba a más, les grité a los de arriba '¡Ya está bien!' y me respondieron que no, que habían sido los otros...", señala la mujer, que asegura que en ese momento les amenazó con llamar a la policía y les dijo que tenía fotos, instante en el que "metieron la bandera para adentro y se encerraron a cal y canto". El grupo de los que estaban en la calle, por su parte, salieron corriendo en dirección a la plaza Virgen de las Penas.
Todo tuvo lugar sobre las 20:00 horas, según ratifica la vecina, que llegó a hacer la llamada a la Policía Local, según ha podido comprobar este periódico en el registro de su teléfono móvil, y habló durante cerca de cuatro minutos con la Sala del 092.
"Me atendió una chica en la centralita, como yo estaba muy nerviosa me dijo que me tranquilizara; le conté todo esto y ella me dijo que no me preocupara que todo se estaba grabando", afirma Rosana, que añade que les dijo que tenía fotos por si las necesitaban y que le pidieron su teléfono, pero que "nadie me volvió a llamar". La mujer incluso constata que en un principio se puso tan nerviosa que llamó al 062 (Guardia Civil), pero que colgó al darse cuenta de la confusión.
La Policía Local acudió al lugar unos 20 minutos después de que tuviera lugar el enfrentamiento, en torno a las 20:20, tal y como confirman desde la Asociación de Vecinos del Centro, que denunció el altercado en su cuenta de Twitter. Fueron cuatro agentes del GOA (Grupo Operativo de Apoyo), con sus respectivos perros, si bien, Rosana indica que "cuando ellos llegaron ya estaba todo calmado".
"Ocurrió en segundos, el tiempo que tardé en sacar unas fotos, porque intenté grabar un vídeo pero con los nervios no pude", señala, agregando: "Alcanzó para pasar el mal rato". "No sé ni por qué me metí, pero me empecé a poner nerviosa porque sentía que había más gente y que eran muchos contra muchos, y que si eso se caldeaba íbamos a tener un problema...", declara la vecina, que de inmediato comunicó el hecho a la Asociación de Vecinos del Centro a través de un grupo de Whatsapp.
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