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El miedo a volar, los nervios que acarrea el viaje o, como en esta ocasión, un desencuentro entre pasajeros puede provocar situaciones de tensión. Una pelea desatada en un vuelo procedente de Rabat con destino a Málaga ha retrasado el aterrizaje, según han informado los controladores aéreos en la red social X (antigua Twitter).
Cuando se aproximaba a la Costa del Sol, la tripulación del vuelo, de la compañía Ryanair, tuvo que "realizar esperas". Los controladores redirigieron hacia la zona este. Mientras tanto, tuvieron que pedir presencia policial para que los agentes actuaran una vez que el avión llegara a tierra y coordinaron, con el aeropuerto de Málaga, la "posible atención médica". "La aproximación es una fase muy delicada del vuelo. Por eso prefirieron estabilizar la situación a bordo y luego realizar este proceso y el aterrizaje", han indicado las mismas fuentes.
Una vez listos para reanudar la "aproximación", los responsables de control aéreo dieron, de nuevo, indicaciones de posicionamiento, tras lo que el avión, un Boeing 737 MAX, pudo aterrizar "sin más incidencias".
El mismo colectivo ha mostrado su apoyo tanto a tripulaciones como a pasajeros, al tiempo que ha denunciado que estas situaciones a bordo "sean cada vez más habituales".
El pasado mes de febrero, otro percance causó que un avión que salía desde el aeropuerto de Málaga con destino a Tenerife tuviera que regresar después de que un pájaro impactara contra la aeronave en el despegue.
La tripulación del vuelo alertó entonces de que habían sufrido un impacto con un ave y de que necesitaban volver al aeródromo malagueño para realizar comprobaciones por seguridad.
El aparato, un A-320 que se dirigía al aeropuerto de Tenerife Norte, aterrizó sin incidencias y todo quedó en un susto.
En los últimos meses no han sido los únicos contratiempos a bordo de un avión. En octubre, un vuelo de la compañía Vueling con origen Santiago de Compostela y destino Málaga se desvió a Valladolid de urgencia debido a que un pasajero menor de edad estaba "convulsionando" y recibiendo asistencia sanitaria a bordo.
También en esa ocasión los controladores aéreos informaron a través de las redes sociales de que, tras la notificación de la tripulación del vuelo VY2654 se le facilitó el descenso, y coordinaron la maniobra con sus compañeros militares para tratar de recortar la aproximación en lo posible.
Después de repostar en Valladolid, la tripulación pudo despegar de nuevo y los controladores recortaron la ruta en lo posible hacia Málaga para "intentar minimizar las molestias al pasaje", añadieron.
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