El momento en el que se vio peligrar la Expo de Málaga: aparecieron ingenieros chinos en Belgrado

Movimientos geopolíticos con Rusia y los países no alineados decantaron la balanza tras cinco días de la primera ministra serbia de "cabildeo" en París

El alcalde de Málaga no plantea presentarse a otro evento internacional, tras el 'palo' de la Expo 2027

Decepción en Málaga: La Expo 2027 se va a Belgrado

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, durante la presentación de Málaga en París.
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, durante la presentación de Málaga en París. / EFE

Málaga/La candidatura malagueña para la Exposición Internacional 2027 era y se sentía favorita hasta la media mañana de este mismo miércoles, cuando un detalle de la presentación serbia hizo que en la delegación malagueña temblasen las piernas: Belgrado mostraba un vídeo en el que presentaba los avances en la obra del recinto y otras infraestructuras para su Expo protagonizado por dos ingenieros chinos, cabeza visible de empresas del país asiático.

Esto, que puede parecer un pormenor, no es ni mucho menos baladí: la presentación de Belgrado estuvo repleta de guiños a sus apoyos diplomáticos: carteles del ex presidente de Yugoslavia –centro neurálgico de los países no alineados en la guerra Fría–, Tito, invitados de Brasil, Australia, Djibuti o estudiantes de medicina de países africanos becados en Belgrado.

Además, el hecho de que fueran ingenieros y empresas chinas las que levantasen las infraestructuras del proyecto balcánicas es todo un símbolo del apoyo del país asiático, que extiende sus tentáculos de influencia no sólo por gran parte de su continente, sino también en África; según apuntan en los cenáculos diplomáticos.

También, según varios fuentes de la delegación española consultadas por este medio, Rusia jugó un papel importante. En el tablero de ajedrez de la guerra de Ucrania todos los mensajes son importantes para la antigua potencia soviética presidida por Vladimir Putin. Sólo un día antes, este martes, se defendían las candidaturas a la Exposición Universal de 2030, para la misma los países africanos en bloque vetaron a Odesa (Ucrania), cayéndose de la carrera en beneficio de Busan (Corea del Sur), Roma (Italia) y Riyadh (Arabia Saudí).

La sensación, verbalizada además por el alcalde, Francisco de la Torre, en la atención a medios justamente posterior al varapalo del segundo puesto, es que la candidatura malagueña era la más sólida, su tema el más interesante y la presentación, si no la más conseguida, la segunda mejor tras la de Phuket –que fueron, por otra parte, los segundos en caer después de parecer favoritos en los primeros impases de la carrera hace un año ya–. "Serbia ha sabido moverse mejor, no sé cómo, pero ha sabido moverse mejor. La primera ministra ha estado cinco días en París, no sé cómo influye eso", aseveró en caliente.

Más tarde, en la rueda de prensa que las cuatro administraciones presentes suavizó sus declaraciones y aludió a "estrategias geopolíticas". "La experiencia nos dice que no es definitiva la calidad de la candidatura y de la temática", apuntó De la Torre, que señaló que la malagueña era "la mejor y no son subjetividades localistas".

Por eso, varios miembros de la expedición malagueña coinciden en que el sentimiento es "que nos han robado la cartera". El hurto de la Expo, en este caso, lo fraguó Ana Brnabic, primera ministra serbia, en un "cabildeo" parisino durante los cinco días previos a la votación, según las fuentes consultadas.

A la misma, de los 179 delegados que contaban con derecho a voto –cada apoyo es completamente secreto–, no acudieron una veintena de ellos. Málaga recibió 70 apoyos, por los 81 serbios y las 3 abstenciones. "Algunos delegados comprometidos dieron por hecha la victoria malagueña" señalan las mismas fuentes, que hablan de "cierta relajación".

Prácticamente desde el primer minuto se advirtió que en este proceso no siempre gana la candidatura con mejor proyecto, sino que se decide por medio de los votos de los países representados en el Buró Internacional de Exposiciones (BIE) y que este apoyo se decanta, en gran parte por la acción diplomática.

Alain Berger, presidente de la misión de encuesta del BIE que evaluó la candidatura malagueña en septiembre del año pasado lo advertía junto al presidente del Buró, Dimitri Kerkentzes: "La decisión no es sólo alrededor de la candidatura y el proyecto, también influyen relaciones económicas, diplomáticas y políticas". También subrayaron que el voto es secreto, "lo importante ahora es que Málaga sepa explicar por qué su candidatura es diferencial", avisaban.

El cambio de apoyo de seis delegados de la Asamblea hubiese cambiado la historia. Málaga hubiera sido vencedora y ahora podríamos hablar de los 2.000 millones de euros que se preveían en inversión y que hubiesen cambiado la ciudad en los próximos cuatro años.

Las estrategias geopolíticas, evidenciadas en dos ingenieros chinos, acabaron decantando la balanza en favor de Belgrado.

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