Las peligrosas carabelas portuguesas se estrenan en las playas de Málaga esta primavera

Expertos de la Fundación Aula del Mar detectan ejemplares en Puerto Banús, Benalmádena y Fuengirola

Málaga registra casi 800 incidencias tras los sucesivos temporales

Un ejemplar hallado esta semana en la zona de Puerto Banús
Un ejemplar hallado esta semana en la zona de Puerto Banús

La peligrosa medusa carabela portuguesa ya se ha estrenado esta primavera en las playas de Málaga. La presencia de esta especie en los arenales de la zona occidental genera "preocupación debido a su potente veneno", que se encuentra en sus largos tentáculos y puede causar un dolor intenso, reacciones alérgicas y, en algunos casos, complicaciones médicas. Aunque su picadura no es mortal, sí puede provocar molestias significativas y requerir asistencia sanitaria. Así lo ha confirmado la Fundación Aula del Mar Mediterráneo, que ha detectado en los últimos días ejemplares de 'Physalia physalis' en el mar de Alborán, y en concreto, en playas de Marbella, caso de Puerto Banús, Fuengirola y Benalmádena. Habían sido arrastrados hasta las costas malagueñas desde el Atlántico por el tren de borrascas que viene azotando a la provincia desde el pasado 28 de febrero.

El colectivo de expertos prevé activar un plan de seguimiento a través de la plataforma de voluntariado ambiental Red de Protección Marina y los grupos CREAMAR de Málaga, Mijas, Rincón de la Victoria y Nerja. Pero piden precaución a los bañistas y que tomen "conciencia" de la posible presencia de este organismo en el litoral.

Los expertos ya consideraban probable su llegada al entorno del Estrecho de Gibraltar tras los recientes avistamientos en la costa atlántica andaluza y las lluvias persistentes. Recuerdan que la carabela portuguesa no es una especie propia del Mediterráneo, sino del océano Atlántico, donde habita en aguas templadas y tropicales. Sin embargo, en determinadas condiciones climáticas puede ser arrastrada a través del estrecho de Gibraltar y alcanzar las costas mediterráneas.

Su flotador en forma de vela, su rasto más distintivo

A menudo es confundida con una medusa, pero en realidad se considera un sifonóforo, un organismo colonial formado por múltiples individuos especializados que actúan de manera coordinada como si fueran un solo ser vivo. Su rasgo más distintivo es su flotador en forma de vela, que le permite desplazarse impulsada por el viento y las corrientes marinas.

Las condiciones meteorológicas de este invierno parecen haber favorecido su llegada al Mediterráneo. La temporada 2024-2025 ha estado marcada por un tren de borrascas atlánticas que han dejado lluvias persistentes y fuertes vientos. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), hasta el 16 de marzo las precipitaciones han superado en un 64% la media habitual, y se espera la llegada de nuevos frentes en las próximas semanas.

En inviernos similares, caracterizados por la sucesión de borrascas intensas, se han registrado episodios de varamientos masivos de esta especie en las costas del sur de España. Los vientos de poniente y las corrientes marinas desempeñan un papel clave en su desplazamiento, favoreciendo su entrada en el mar de Alborán, como ya ha ocurrido en otras ocasiones.

El seguimiento de la carabela portuguesa es esencial para conocer su distribución y prever en qué zonas podría aparecer en los próximos días. Con la llegada de la Semana Santa y el aumento de visitantes en las playas, explican desde la Fundación Aula del Mar, disponer de información actualizada permitirá "alertar a los servicios de vigilancia costera" y adoptar las medidas preventivas necesarias.

La Fundación Aula del Mar Mediterráneo apela a la colaboración ciudadana, que ve "fundamental" para mejorar el control y la respuesta ante su llegada. "Cualquier avistamiento puede aportar información valiosa para anticipar su evolución y reforzar la seguridad en la costa", añaden los expertos.

Otra medusa hallada en una playa de Fuengirola
Otra medusa hallada en una playa de Fuengirola
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