Roberto Scholtes
Un castigo exagerado a la deuda alemana
Quizás pueda parecer presuntuoso afirmar que desde Málaga se dirige gran parte de la política pesquera del Mediterráneo. Pero así es desde que en 2008 fuera elegida por la Organización de las Naciones Unidades para la Alimentación y la Agricultura (FAO) como centro de operaciones de un ambicioso proyecto que pretende lograr una pesca sostenible con más cooperación internacional y con un mayor refuerzo de la investigación científica en países con poca capacidad técnica y económica.
Siete países forman parte del proyecto de coordinación en apoyo a la ordenación pesquera en el Mediterráneo occidental y central, más conocido como Copemed II, y que es una continuación del camino que ya se emprendió en una primera fase desde 1996 también con el Gobierno español a la cabeza. Libia, Túnez, Malta, Argelia, Marruecos, Francia, Italia y España, que es el que lo financia en colaboración de la Unión Europea, están embarcados en esta idea que ya ha dado resultados importantes.
El objetivo a largo plazo es la gestión sostenible de la pesca a todos los niveles. Y los inmediatos disponer de estadísticas pesqueras, reforzar la colaboración internacional para la gestión de las pesquerías y mejorar la investigación en los países incluidos en el proyecto. La posibilidad de ostentar tan reconocida sede fue una forma de compensar a la capital de la Costa del Sol al haberse quedado sólo unos años antes sin ser elegida como sede de la Comisión General de Pesca de la FAO, que finalmente se llevó Roma.
Juan Antonio Camiñas, ahora director del proyecto Copemed II y en ese momento director del Centro Oceanográfico de Málaga, fue uno de los artífices de que la iniciativa recalara en la provincia como centro de operaciones. "Era lógico por la posición estratégica de Málaga en el Mediterráneo y por sus buenas conexiones", aseguró a este periódico. Tres personas forman la oficina de esta importante organización mundial que tiene su sede en la Subdelegación del Gobierno en Málaga. El director, un experto en aspectos socioeconómicos y una secretaria, que ocasionalmente cuentan con la colaboración de consultores específicos para algunos proyectos. Hasta ahora se ha conseguido lo que hasta hace años era impensable y es que expertos de los países del sur del Mediterráneo participen en grupos de trabajo con los países europeos para evaluar la situación de las pesquerías y buscar la forma de mejorarlas en una región "problemática donde la gestión de las administraciones es muy distinta", según Camiñas.
Lo primero era realizar campañas de evaluación de los recursos y formar a los expertos de estos países con la ayuda de los centros oceanográficos europeos y fijar una metodología común. Sobre todo, dijo el director del Copemed II, porque los siete países que lo forman comparten especies. Es el caso del mar de Alborán donde la sardina o la gamba de profundidad son especies que pescan tanto las flotas de España como las de Marruecos o Argelia. También del voraz, que se captura en la zona del Estrecho de Gibraltar, es uno de esos stocks compartidos que conviene gestionar de forma conjunta.
Será el siguiente paso del proyecto la realización de planes de gestión que deberán recibir el visto bueno de la Comisión General de Pesca de la FAO para que sea de aplicación en estos países y de paso garantizar la protección de los caladeros de los que tantas familias comen. Al amparo de esta iniciativa tan ambiciosa, también se ha llevado a cabo otro proyecto localizado en Marruecos y Túnez, llamado Artfimed, donde la pesca artesanal es una de las principales formas de subsistencia de sus habitantes y donde se ha hecho un trabajo concienzudo para registrar las embarcaciones, guiar sobre las especies y el tamaño al que se deben capturar, y, en definitiva, "ofrecerle recursos para hacer las cosas bien", señaló.
Los temidos recortes y los efectos de la crisis económica no están dejando indiferente a la iniciativa que Málaga lidera y que tiene garantizada la financiación solamente hasta abril de 2013. Los 500.000 euros de media que cuesta cada año mantener vivo el proyecto son una incógnita a partir de ese momento, si bien el director del Copemed II confió en poder contar con nuevos fondos para un proyecto de futuro al que le queda un largo camino por recorrer.
Grupo de pescadores
artesanales de Marruecos
sobre los que ha actuado
el proyecto ArtFiMed.
También te puede interesar
Lo último
Roberto Scholtes
Un castigo exagerado a la deuda alemana
Visto y Oído
Esa diva
La esquina
José Aguilar
Sánchez ignora al Parlamento
No hay comentarios