Las peticiones de pisos turísticos siguen creciendo en Málaga pese a necesitar entrada independiente

La primera medida del Ayuntamiento de Málaga para evitar que haya nuevos pisos turísticos, de momento, no ha cortado de raíz los registros en la Junta de Andalucía. El consistorio anunció a principios de junio que obligaría a tener una entrada independiente a los posteriores al 22 de febrero, haciendo uso de la normativa del PGOU. Entonces, cifraban en unas 800 las que estaban pendientes de revisión. Ahora son unas 1.100, lo que supone 300 más en un mes.

Este nuevo requisito hacia muy difícil que se cumpliera con las condiciones para poner una nueva vivienda turística si para tener el permiso debía tener entrada y servicios independientes. Quedaban varios resquicios: edificios completos dedicados al vacacional, viviendas unifamiliares y locales comerciales reconvertidos.

La oposición de izquierdas –PSOE y Con Málaga– pidió tras el anuncio aumentar la presión a la turística y poner en marcha una moratoria, a lo que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se negó aduciendo que el término suena a contenido vacío, "parece que es algo que no tiene fundamento, que se dice de manera genérica e imprecisa". Así, afirmó que, de facto, la necesidad de una entrada independiente suponía que las nuevas viviendas que pudieran ejercer serían muy pocas.

Estos nuevos registros no tienen por qué mantenerse en el listado andaluz una vez que la administración regional compruebe si cumplen o no con los requisitos, por lo que los más de 1.100 pisos que se registraron desde que la Junta publicó el nuevo decreto sobre la vivienda turística siguen en el aire.

A principios de julio la Junta de Andalucía dio de baja un total de 435 licencias para viviendas turísticas en Málaga por incumplir los planes generales y "otras normativas". Así lo ha manifestado el Gobierno andaluz, que cifró en 2.445 pisos turísticos los que han visto revocadas sus licencias en las ocho capitales andaluzas a petición de los respectivos ayuntamientos. De estas, indican desde Urbanismo, ninguna tiene que ver con la nueva instrucción municial.

En la capital, según el registro de la Junta de Andalucía, había más de 12.000 viviendas de uso turístico registrado, por lo que se cayeron algo más de un 3% de los pisos que computaba la administración. En estos momentos quedaron unas 11.600 casas completas registradas sólo en la capital para ese uso. Al cierre de este artículo hay 11.792, por lo que en unos diez días se han incrementado en una centena las peticiones.

El alcalde de Málaga rebajó sustancialmente esta cifra, al entender que no todos estaban activos a pesar de formar parte del listado autonómico. Estimó de esta manera que hay unos 8.000 o 9.000 pisos turísticos que se usan para ello en la provincia, aduciendo el incremento a aquellos que se incluyeron "por si acaso en el futuro" quieren dedicarlo a esa actividad.

La cifra real, aseguró, se conocerá una vez terminen un estudio que está llevando a cabo Urbanismo y sobre el que se dibujarán las zonas tensionadas en la ciudad. La intención es que en estas zonas, según afirmó el regidor, "no haya ni un piso turístico más, aunque cumplan con la entrada independiente".

En Comisión de Urbanismo este lunes la concejal del ramo, Carmen Casero, anunció que la nueva ordenanza se conocerá "en las próximas semanas", toda vez que el departamento jurídico está aún perfilando cuál es la mejor opción. A preguntas de la portavoz de Con Málaga, Toni Morillas, ha precisado que, con la presentación de la nueva figura legal que usen para restringir las turísticas, le acompañará el estudio por zonas de base que permite conocer cuál es el estado real de las viviendas turísticas que encargó el Consistorio y que vendrá a mostrar qué barrios están saturados y en cuáles puede seguir creciendo esta figura de manera sostenible.

Si se sigue el ejemplo de Sevilla para esa norma, todas aquellas que pasen de un 10% sobre el total de viviendas no podrían sumar nuevos anuncios. En Málaga, según datos del INE, en La Merced siete de cada diez viviendas son de uso turístico y todo el centro histórico pasa del 20% de presión, el doble de lo que permite la capital andaluza.