Entra la piqueta en los Callejones del Perchel de Málaga, en su lugar construirán 200 casas nuevas
Aún quedan dos vecinos de renta antigua, que no han aceptado la oferta de 170.000 euros de la empresa
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La historia pintaba fea, muy fea, cuando se anunció que Dazia, promotora inmobiliaria de Madrid, se hacía con los edificios de Callejones del Perchel, en Málaga y que su plan era demolerlos para levantar otros de nueva construcción. Los vecinos, que se pusieron en pie de guerra, acabaron firmando las paces e invitando a almorzar a los propietarios de la firma, una vez se llegó a un acuerdo del que todos salían bien parados. Este lunes esa historia, la que parecía imposible y se acabó dando, toma un viso más de realidad: la piqueta ya ha entrado en una de las manzanas de calle Malpica y compienza la demolición de Callejones del Perchel.
Este es el primer paso previo a que la inmobiliaria levante 193 pisos nuevos en la zona. Aún queda que se tramiten los expedientes para poder iniciar esa obra, de la que ahora está a nivel de estudio de detalle. La premura, entonces, para que entre la piqueta a demoler los edificios no es otra que la de evitar que entren okupas en los edificios, de los que Dazia ya ha tenido que expulsar a unos 40.
Aún así, no podrán derribar todos los edificios. Quedan dos vecinos de renta antigua que aún no han aceptado los 170.000 euros que les ofrecía la empresa para poder buscar un nuevo alojamiento. Por tanto, el proceso de demolición, que se espera se alargue un mes, dejará, al menos, un edificio, en pie si no llegan antes a ese acuerdo.
Enrique Gutiérrez, quien fuera portavoz de los vecinos, asegura que casi todos los que no contaban con renta antigua, están ya reubicados "en El Perchel o La Trinidad, hemos quedado casi todos en el barrio, menos algunos en La Victoria y otro en Carranque", apunta, sin ocultar su alegría por haber llegado a buen puerto. "Ya sabíamos que hoy [por el lunes] entraba la piqueta, pero por suerte, todos estamos ya despreocupados y en casas nuevas". Fue AVRA, la Agencia de Vivienda de la Junta de Andalucía, quien les encontró acomodo en su parque residencial.
Paseando por Malpica, Huerto de la Madera o Montalbán ya no queda vida, donde antes recibían bazares, peluquerías o asesorías, hoy es una barrera de hormigón que algún graffitero se ha encargado de customizar. Quedan pocos portales son los que resisten y aún son prácticos, algún vecino todavía utiliza sus calles para cruzar entre Cuarteles y Avenida de la Aurora. Son los últimos retales del barrio que un día fue y mañana será otro distinto. Si en febrero, cuando anunciaron el acuerdo con Dazia, aún la Peña Perchelera rebosaba de vida, este mediodía se encontraba con la persiana metálica a medio bajar, sin parroquianos ya a los que atender.
Es el final, pactado y amistoso de un grupo de vecinos que hace dos años se veían en la puerta de la calle y con pocas posibilidades de éxito en su lucha por un acuerdo con la promotora, atendiendo al histórico de casos. Por momentos, la batalla se puso muy cuesta arriba con los vecinos pancarta en mano y cerrados en su postura y la promotora dispuesta a seguir una única vía: la legal.
El punto álgido del conflicto se alcanzó con dos cartas de desahucio que llegaron a dos vecinos y un Pleno municipal en el que el alcalde prometió tomar parte y el concejal de Vivienda, Francisco Pomares, avisó a la empresa de que si quería hacer negocio en la ciudad "ese no es el camino a seguir".
Y se volvió a desandar el camino. Los vecinos bajaron la pancarta, la promotora retiró las demandas de desahucio y ambas partes se volvieron a sentar. Casi todos, este mes de febrero, han llegado a un acuerdo. Los que tenían renta antigua –excepto tres vecinos– han aceptado 170.000 euros como compensación. Para los que no tenían renta antigua, se han encontrado distintas soluciones habitacionales: algunos han acabado en VPO de la mano de la Junta de Andalucía, a otros se les ha encontrado soluciones de alquiler a medio y largo plazo.
"El acuerdo negociado entre los vecinos y el grupo Dazia Capital marca un hito importante no solo para los inquilinos de El Perchel, sino para otras situaciones similares que se están produciendo en otras muchas provincias españolas, demostrando que el camino no es el desahucio forzoso de los inquilinos, sino que es posible llegar a un acuerdo y a la negociación, así nos están solicitando información sobre el proceso distintos colectivos y asociaciones de diferentes lugares que se están enfrentando a la misma problemática", señalaron entonces desde la Plataforma El Perchel no se Vende, que defendía los intereses de los vecinos.
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