Una idea de bar que se convierte en empresa de éxito: la malagueña Pilarbox ya está presente al otro lado del charco

Una idea de barra de bar convertida en una empresa que ya consolida su negocio al otro lado del charco. "Estaba un día tomando algo con mi hermano y le propuse poner cartulinas de publicidad en los servilleteros y de ahí pasamos a poner una pantalla digital para no tener que estar cambiando papelitos", recuerda José González, fundador de Pilarbox. La iniciativa malagueña, tras el éxito de los servilleteros digitales, amplía ahora su catálogo e incidencia geográfica: ya cuenta con proyectos en Honduras, Estados Unidos o Guatemala.

"No es pivotar, es ampliar nuestra línea de negocio y ser especialistas en cualquier tipo de pantalla digital de cualquier punto de venta", explica González, que admite ser un culo inquieto del emprendimiento desde bien pequeño –"me encanta"–. Fundada en febrero de 2019, y tras un "parón muy gordo" durante la pandemia, afronta el próximo curso económico con el objetivo de consolidar su posición en el nuevo continente y convertirse en la empresa referente en proyectos de pantallas digitales.

De momento, va por el buen camino. Los clientes principales de la firma –que mantiene el centro de operaciones en Málaga aunque cuenta con sede en Madrid y Barcelona– se concentran en el sector hostelero y hotelero. No obstante, Pilarbox –cuya oficina en Málaga se encuentra en el Polígono Santa Bárbara– está comenzando a introducir sus productos y servicios en mercados como el de la sanidad o el comercio, así como en Aeropuertos.

En el extranjero, más allá de su presencia en ciudades estadounidenses como Miami, trabaja de la mano de multinacionales en diferentes países europeos. Sin ir más lejos, está desarrollando un proyecto con Coca-Cola en Portugal, país vecino en el que también trabajó con la petrolera Galp. En Reino Unido, por su parte, diseñan un plan para Dyson, empresa especializada en secadores de pelo. 

Consultoría digital integral

En la práctica, se trata de pantallas digitales de cualquier tamaño y en cualquier soporte en tipología lumínica LCD o LED. Atriles, menús o escaparates, entre otros productos, y en cualquier sector: "La digitalización ya ha llegado a bancos, farmacias, tiendas de ropa, restauración... y el cliente ya demanda y busca esos puntos digitales para consultar información, interactuar, comprar o recibir recomendaciones personalizadas".

En este sentido, González asegura que 2025 va a marcar un antes y un después para Pilarbox. "Ya no es una herramienta que montan las empresas para probar si funciona la interacción con su cliente, sino que realmente es una necesidad", argumenta González en conversación con este periódico. La empresa, que mantiene su nombre idéntico al de su primer producto –los servilleteros, cuya patente disfrutan en exclusiva en hasta ocho países– reconoce haber "renacido" tras la crisis sanitaria.

Y lo ha hecho, según reiteran, reconvertida en una consultoría integral para cualquier negocio. "Atacamos la atracción, la elección y el consumo", enumera González, que con 25 años también preside la Asociación de Jóvenes Empresarios de Málaga (AJE). "Cómo consigo que entre más gente gracias a esta tecnología, cómo consigo que elijan el producto que a mí me interese y cómo consigo que consuman más", explica en relación a los objetivos empresariales que se proponen en cada proyecto.

Un software propio

Esta nueva ampliación del porfolio de productos de Pilarbox también viene acompañada de un software propio para la gestión de estas pantallas digitales. "Hemos desarrollado un sistema de gestión de contenidos que proporciona a los dueños de los negocios una plataforma interactiva y muy fácil de usar para impulsar todo este ecosistema digital", comenta el CEO de la compañía.

En cuanto al tamaño de sus clientes, González admite que están desde las cadenas minoristas hasta tiendas boutique y "sectores muy amplios", precisamente por esa digitalización de toda la economía que está aconteciendo en los últimos años. Meses que para Pilarbox han supuesto un crecimiento a ritmo de transatlántico. Los mismos que trasladan sus exportaciones a las costas estadounidenses.

"Si pesa mucho va por barco y sin son cosas ligeras como pantallas o dispositivos va por avión", puntualiza. Lo que no le pesa a González es la valentía. "Si creo que algo voy a muerte con ello". En la diversificación de su negocio tiene fe ciega. "Sabíamos que este año íbamos a tener que trabajar muchísimo y creemos que 2025 va a ser un año muy potente y muy próspero", concluye en diálogo con Málaga Hoy.