¿Las piscinas de Málaga se pueden llenar? Los administradores de fincas no lo tienen nada claro

La piscina de una urbanización de Málaga.
La piscina de una urbanización de Málaga. / Javier Albiñana

Con el verano a la vuelta de la esquina ya son muchas las comunidades de propietarios que empiezan a plantearse la apertura de sus piscinas, pero el Colegio de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla no sabe cómo hacerlo este año. Todo se debe a que al intentar cumplir con lo que le exigen en los bandos municipales, en los decretos de sequía y en la normativa sanitaria observan que hay medidas contradictorias y son “incompatible”. Por ello, solicitan que todas las administraciones, tanto municipales como regionales, unifiquen las normas sobre el llenado de piscinas de este verano.

Actualmente, en la provincia de Málaga hay 78.606 piscinas, según los datos del catastro. Su apertura comienza a plantearse en febrero porque las comunidades de vecinos empiezan a reunirse para ver qué deben hacer para ponerlas a punto para la temporada de verano, pero este año la sequía tiene en el aire qué va a pasar con ellas. El año pasado hubo urbanizaciones que tuvieron que cerrarlas, sobre todo en la Axarquía, porque no podían permitirse cubas de agua para mantenerlas abiertas.

En este sentido, el vicepresidente del Colegio de Administradores de Fincas, Manuel Díaz, ha explicado que en junio de 2023 el precio de las cubas era de 110 euros y al final de la época estival, por la escasez y la demanda, ascendió hasta los 600 euros. Teniendo en cuenta que el agua debe mantenerse de manera constante y que los gastos aumentaban constantemente, el resultado fue que al final hubiera “comunidades que tenían la piscina abierta y otras no, generando problemas vecinales”.

Para evitar que se repita esta situación este verano y la convivencia vecinal empeore, el presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla, Manuel Jiménez, ha exigido que se aprueben “unas medidas coordinadas entre todos los municipios, supervisadas por la Junta y que sean lo más clara y contundentes posibles”. En este sentido, ha explicado que “los bandos, en la mayoría de ocasiones, dejan claro que no se pueden llenar o rellenar piscinas con agua potable, aunque el último decreto de la Junta precisa que se podrá realizar el primer llenado de piscinas de nueva construcción o el llenado que responda a obras de rehabilitación de la piscina o de modificación del vaso si lo autoriza la Comisión para la Gestión de la Sequía”.

Actualmente, la Junta permite su llenado, pero obliga a reducir el consumo a 160 litros por persona y habitante. Entonces “el Ayuntamiento toma medidas que al final van afectando a las piscinas”. En este punto, el presidente del Colegio ha precisado que “en un bando nos dicen que una piscina se puede rellenar con cubas sin coger agua de la red pública, pero retiran el suministro para las actividades que se realizan en la piscina como los baños", como resultado están incumpliendo el Reglamento Técnico-Sanitario de las Piscinas en Andalucía, según Jiménez. Además, para seguir cumpliendo estas normas, el agua de los camiones cisternas debe ser tratada. Esto implicaría que los vecinos deban adquirir un depósito auxiliar e instalarlo.

Por otro lado, también cabe la posibilidad de que este verano falten cubas de agua. Hay vecinos que se han planteado comprar agua de mar. En este punto, el presidente del Colegio ha incidido que ocurriría lo mismo que con el agua no potable, puesto que se necesitaría un depósito auxiliar de agua, pero también “cambiar los filtros por unos de sistemas salinos, hacer una junta de propietarios, aprobarlo pedir presupuesto, comprarlo, que el material esté disponible y hacer las obras”. Todo ello “si permiten rellenar la piscina con agua salina”, porque tampoco tienen claro si podrán adquirirla porque no hay nada que les diga que no, pero tampoco que si.

El peor de los escenarios sería que las administraciones prohibiera el llenado de piscinas, tanto con agua potable como no potable. El presidente del Colegio ha apuntado que en reuniones con la delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga, Patricia Navarro, le plantearon esta cuestión y se les informó de que esa medida sería una posibilidad si la situación pasara a ser mucho más crítica.

Asimismo, ambos colegiados han remarcado que “el agua debe ser prioridad en el consumo humano, pero se debe ser valiente con las medidas”. También han añadido que los administradores serán “valientes” a la hora de implantar las medidas de las administraciones, pero que expresen “claramente que es lo que quieren” y “cuanto antes para tener margen de maniobra”.

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