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Las medusas son uno más de los bañistas en la Costa del Sol, pero este año el viento de poniente que sopla en el litoral de la provincia de Málaga las mantiene alejadas de las principales zonas de baño y esta temporada está “siendo tranquila”, según afirma Juan Antonio López, socio fundador y presidente de la Fundación Aula del Mar Mediterráneo.
Todos los años, con el inicio del verano surge la pregunta de si habrá medusas o no en las playas de Málaga, sobre todo para aquellos que han sufrido alguna picadura de esta especie.
Desde Aula del Mar explican que "aunque no estamos teniendo grandes grupos, hay que estar atentos al tiempo porque se está dando una subida paulatina de las temperaturas". A pesar de ello, los grados del mar no son un factor directo que provoquen el asentamiento de la principal avistada en Málaga, la pelagia noctiluca, un animal pequeño de color rosado de aspecto inofensivo, pero que puede provocar grades irritaciones y escozor con su picadura.
Las altas temperaturas son, por su parte, un factor indirecto para "las especies depredadoras, como las caballas o bonito, que se alimentan de las medusas en su etapa larvaria", comenta López.
Encontrar medusas en la orilla de la playa ha provocado miedo y rechazo por parte de los bañistas, pero "no es por que ellas quieran estar ahí", explica Juan Antonio López. Su presencia tan cerca de la arena se debe a otras causas como son el oleaje, las corrientes o el viento, los principales responsables de los grandes movimientos migratorios de las medusas pues "por si solas, tienen una capacidad de movimiento limitado".
El presidente y fundador de Aular del Mar, destaca que con la nueva versión de la aplicación Infomedusas, "está aumentando la participación ciudadana, los bañistas están reportando más sobre el estado de las playas" y deja claro que "no son una especie invasora, no hay que acabar con ellas".
Querer deshacerse de las medusas puede provocar un desequilibrio en el medio marino, "hay que apostar por una playa natural y la biodiversidad".
Los primeros cuidados tras la picadura urticante de una medusa van dirigidos a inactivar los cnidocitos que hayan podido quedar adheridos a la zona afectada, la extracción de restos que pueden contenerlos, miigar el dolor y procurar la desinfección de las lesiones.
En Infomedusas resumen estas actuaciones en los siguientes consejos:
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