Las 'playas vírgenes' de Málaga
Naturaleza
El litoral malagueño todavía cuenta con algunos espacios no masificados que representan una oportunidad para desarrollarlos de un modo distinto, evitando los errores cometidos a lo largo de todos los años de desenfreno urbanístico
Málaga/Málaga ha perdido ocho de sus Banderas Azules y no digamos playas vírgenes. Se queda con 17 distinciones para ofrecer durante la temporada alta que está a la vuelta de la esquina y que promete mucho más de lo que ya tenemos: hordas de turistas por doquier. Esta pérdida de confianza en algunas de nuestras playas debería ser una llamada de atención para que pensemos más en nuestro litoral, para que lo cuidemos, para que recordemos lo que significaba tener una playa virgen en Málaga, pero, sobre todo, para que cuidemos la costa de otra forma, más respetuosa, quizá, desde el punto de vista medio ambiental, y menos desde el prisma turístico.
Porque este ritmo continuado está dejando a la provincia sin playas que no estén masificadas, sin líneas de costa en mayor o -más bien menor- medida, vírgenes. ¿Existe alguna playa que no esté repleta de bañistas en todo el litoral malagueño? Haberlas, haylas. Pero son muy escasas, y el cada vez mayor conocimiento de estas playas hace que día a día más turistas se animen a visitarlas y saturarlas.
Rafael Yus, Ecologistas en Acción
"La inmensa mayoría de nuestro litoral tiene graves desperfectos, fundamentalmente por la sobreabundancia de instalaciones, algo que rompe la sensación de contacto con la naturaleza"
Según el presidente del Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía (Gena-Ecologistas en Acción), Rafael Yus, "no quedan muchas" de estas playas. "Tras un estudio que hemos desarrollado, comprobamos lo que ya se sabe: que la inmensa mayoría de nuestro litoral tiene graves desperfectos, fundamentalmente por la sobreabundancia de instalaciones, algo que rompe la sensación de contacto con la naturaleza".
Entonces, ¿por qué dar publicidad a las calas malagueñas menos concurridas? Porque, irónicamente, lo que no se conoce, no causa preocupación y, por tanto, no se protege. Es por esto que debemos conocer las playas y calas de Málaga que aún no están masificadas. Como usemos este conocimiento es cosa de cada uno.
Playas de Maro en Nerja
Si clasificamos las calas de mayor a menor grado de invasión, las playas de Maro de Nerja son las más invioladas de Málaga. Debido quizá a la dificultad que entraña llegar hasta a algunas de ellas y, como señala Rafael Yus, a la falta de abundancia de innecesarias infraestructuras que degradan la cercanía con la naturaleza que pueden sentir sus visitantes. Precisamente por esta dificultad de llegar a ellas, los bañistas deben ser lo más respetuosos posible en estas zonas, evitando abandonar en su impresionante entorno natural residuos que serían difícil de limpiar.
Las playas de Maro, formadas por una mezcla de arena gruesa y oscura y piedras, no cuentan con paseo marítimo, ya que se encuentran a los pies del paraje natural Acantilados Maro-Cerro Gordo, lo que le confiere un aspecto salvaje. Su extensión es de medio kilómetro y en el año 2013 un medio televisivo hizo un sondeo y Maro fue votada como la mejor playa de Andalucía.
Este litoral está conformado por numerosas zonas delimitadas como son la playa de Las Alberquillas, la cala del Molino de Papel, La Caleta, la cala del Cañuelo, la cala El Pino, la cala de las Doncellas -situada entre el peñón del Fraile y Punta Caleta- o la playa de Cantarriján. Algunas de estas calas se esconden entre los Acantilados de Maro, que cuentan con desniveles que llegan a alcanzar más allá de los 200 metros de altura.
A pesar de ser aún tranquilas, las playas de Maro ya cuentan con una oferta abundante de deportes acuáticos entre los que destacan el buceo, el remo con kayak y el paddle surf. Por suerte, la pesca está prohibida en sus aguas, por lo que la vida marina es abundante.
Las playas de Maro son, por tanto, un bien que se ha de mantener lo más intacto posible. Una última oportunidad para hacer las cosas bien por una vez y evitar que el crecimiento excesivo acabe destruyendo el último trozo casi virgen de nuestro litoral.
Playa de Artola o de Cabopino, Marbella
El cordón dunar fósil y móvil de Artola en Marbella tiene una longitud de aproximadamente 20 kilómetros y ejercen de abrigo a una de las playas más bonitas de nuestra Costa del Sol que cuenta con una longitud mucho menor, de poco más de un kilómetro. También es conocida como playa de Cabopino. Las Dunas de Artola están consideradas Monumento Nacional y se convirtieron en zona protegida por su interés natural en el año 2001.
Por tanto, esta playa de arenas doradas destaca por su valor paisajístico y encuentra sus mejores colores en la vegetación que la rodea. Los servicios e instalaciones tampoco son muy abundantes en este tramo del litoral que posee zonas dedicadas al nudismo. En esta playa se encuentra la llamada Torre de los Ladrones, una torre defensiva romana.
Playa La Carraca, Torrox
La playa La Carraca de Torrox también cuenta con un cordón dunar bien conservado en su frente (no tanto en su trasera) y es una playa que no dispone de paseo marítimo ni ningún chiringuito, por lo que es poco atractivo para el turista medio. Está ubicada en la zona del Morche y, generalmente, tiene un oleaje moderado y bastante vegetación.
Esta playa no es una de las playas más frecuentadas del litoral malagueño, aunque a su alrededor, al encontrarse en un entorno urbano, sí se dan otros servicios. La tentación del crecimiento en esta zona es alta por su cercanía con Torrox pero esperemos que se respete y no se masifique hasta quedar irreconocible.
Playa de Almayate, en Vélez-Málaga
Ejemplo de lo que fue el resto de la costa malagueña hace ya muchos años, mucho antes de la fiebre desmedida por la urbanización, la playa de Almayate, de unos 800 metros, se ubica en el litoral oriental de Málaga, entre la playa de Torre del Mar y la playa de Bajamar. Estar situada a 8 kilómetros de la ciudad de Vélez-Málaga, no disponer de paseo marítimo y contar con pocos servicios, le han permitido seguir siendo una playa casi virgen y muy aislada, destacando por su naturaleza inviolada.
En esta playa se practica el nudismo y es una de las tres playas más destacadas de todo el país según los aficionados a esta práctica. Aunque no toda la playa de Almayate lo es, sólo está permitido ir sin ropa en la zona cercana a Bajamar.
Playa de los Rubios, Rincón de la Victoria
Esta zona del litoral malagueño es ejemplo de lo que debería ser su futuro: hace unos años se inauguró un paseo ecológico a lo largo del trazado de la playa de los Rubios. Posee de este modo de una extensión de más de un kilómetro de largo que la convierte en una playa donde la naturaleza cobra especial protagonismo junto a Rincón de la Victoria.
Además, es un espacio verde que se suma al del parque La Serrezuela. Sin paseo marítimo ni grandes infraestructuras, la playa de los Rubios explora nuevas formas de atraer a visitantes sin destrozar por ello su espacio natural.
Playa de Calaceite, en Torrox
Ajena a construcciones, la playa de Calaceite, de arena oscura y ruda, discurre en paralelo a la carretera nacional, pero cobijada al amparo de unos macizos de sinuosas montañas. Pequeña pero resguardada, es uno de los espacios más recomendables en la costa malagueña para practicar esnórquel y submarinismo aunque sus 400 metros de largo y 40 de ancho son un secreto a voces que consiguen hacer de esta cala un lugar de baja presencia de turistas.
Es un entorno natural de excepción, siendo un espacio muy protegido, por lo que los servicios no son los propios de una playa urbana, como las que podemos encontrar en otros lugares de Torrox y del resto de la Costa del Sol.
Playa de Chullera, Manilva
La playa de Chullera está en Manilva lindando con la provincia de Cádiz. De hecho, delimita la separación entre Málaga y Cádiz, conociéndosela también como punta de Cala Sardina, por su proximidad con esta playa gaditana.
Esta línea costera carece de paseo marítimo y tiene especial interés paisajístico y riqueza ecológica por la formación rocosa que la rodea de la que surgen sus piedras, grava y arenas doradas. Es por todo esto que el principal interés turístico de esta playa es su riqueza ecológica y el precioso paisaje que Chullera ofrece a sus visitantes, así como la limpieza de sus aguas. Pero el difícil acceso a pie hasta llegar a esta cala hace que muy pocos puedan disfrutarla, lo que ha permitido su conservación.
Playa del Cable, Marbella
La playa del Cable no se puede decir que sea una costa virgen, pero incluso siendo marbellí es una playa que no está excesivamente masificada y sus servicios no son abrumadores, por lo que es perfecta para ir con la familia. Sin grandes sobresaltos, esta playa debe su nombre al cable que en la antigüedad la cruzaba para transportar minerales hasta los cargueros.
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