La Policía detiene al presunto autor del tiroteo en Carretera de Cádiz, en Málaga, y le atribuye cuatro intentos de asesinato
El arrestado, de 30 años, abrió fuego a plena luz del día y provocó cuatro heridos
Un testigo del tiroteo en Málaga: “Era mi primer día en esta peluquería y he visto a tres heridos”

Apenas 48 horas después del último tiroteo que dejó sin aliento a los vecinos de calle Gaucín, donde cuatro personas resultaron heridas, la Policía Nacional ha detenido al que considera que fue el presunto autor. Los investigadores le atribuyen un supuesto delito de tenencia ilícita de armas, pero va más allá. Le imputan, además, cuatro asesinatos en grado de tentativa. Así lo han confirmado desde la Comisaría provincial de Málaga, que no ha ahondado, por el momento, en cuál fue el origen de la balacera.
La Policía tampoco ha proporcionado aún datos acerca del sospechoso de los disparos ni de si le constan antecedentes por hechos similares. La información aportada es que a las 20:30 de este viernes los agentes han procedido al arresto de un hombre de 30 años.
Todo ocurrió muy rápido y a plena luz del día, a las 18:00, en una zona situada entre los barrios de Vistafranca y El Torcal, en el distrito Carretera de Cádiz. Los testigos señalaban entonces que hubo una discusión entre dos hombres y que, sin mediar palabra, uno de ellos sacó un arma y disparó varias veces. En la zona se desplegó un fuerte dispositivo policial, con efectivos de la Policía Local de Málaga y de la Policía Nacional, que acordonaron el lugar para tomar pruebas. Asimismo, se desplazaron los servicios sanitarios del 061 para atender a los heridos.
Los primeros que fueron alcanzados por las balas ya tienen el alta médica. Uno de ellos, de 38 años, presenta una herida en muslo y abdomen. Otro, de 36, en un muslo. Los demás continúan ingresados en el Regional. Según fuentes sanitarias estos están estables y, de momento, fuera de peligro. Uno es un hombre, de 73 años con un balazo en el tórax. El otro, un individuo de 37 –al que el presunto agresor realmente quería atacar– sufrió impactos en un brazo.
El peluquero que inauguraba su local cuando le sorprendió el tiroteo en la puerta
Este periódico pudo hablar con un testigo clave en el caso. Se trata de Taoufik, un peluquero que nunca olvidará la tarde de autos. Era propietario de una peluquería en la calle Gaucín y decidió abrir una segunda unos metros más allá. La entrada de su nuevo establecimiento, que inauguraba precisamente ese día, fue el escenario del tiroteo que acabó con cuatro heridos en esa populosa zona de la Carretera de Cádiz.
“Era mi primer día en esta peluquería y he visto a tres heridos... Al cuarto no lo vi”, comentaba sereno, tras el susto de unas horas antes. Cuenta que uno –al que el agresor realmente quería atacar– tenía dos disparos, uno en el hombro y otro en el codo. De hecho, un conocido que lo acompaña en el establecimiento, ante el que se arremolinan sucesivamente los periodistas, muestra la foto de un hombre con impacto de bala y sangre chorreando por el brazo.
“Vi el momento de los disparos.Vi también a dos de los tres obreros heridos. Fue aquí mismo, ante mi peluquería. Uno se agarraba el abdomen y otro la pierna”, recordaba. El cuarto lesionado –el que el peluquero no vio– resultó con un balazo en el tórax.
Taoufik no olvidará este día no sólo por lo que presenció. También porque en la peluquería estaba su hijo, de 3 años, cuando comenzó todo.
Él estaba cortándole el pelo a un niño de unos ocho años. Su padre se quedó en la puerta, no quiso entrar. Se le notaba nervioso. De pronto llegó el presunto agresor y comenzó a discutir con el hombre. El hijo de éste advirtió la escena y le pidió que le quitara la capa. “Su padre le decía al otro ‘vamos a dejarlo ya’”, según alcanzó a escuchar.
Los tres empleados de la obra contigua a la peluquería de Taoufik estaban fueran porque se encontraban reformando la fachada. “Se dieron cuenta de la discusión, pero no esperaban que sacara un arma”, relataba.
De pronto, la víctima –a la que el presunto agresor realmente quería atacar– echó a correr. El atacante comenzó a disparar, los obreros recibieron algunos impactos de bala y el hijo del agresor desapareció. Sin titubeos, Taoufik bajó la persiana de su local para deja dentro y a salvo a su hijo. Entonces, salió a auxiliar a los trabajadores heridos.
Fue un momento de confusión. Unos vecinos llamaron a la Policía, otros huyeron y en unos instantes se desató el caos. A los pocos minutos, la calle –una zona muy de barrio, habitualmente tranquila y concurrida– estaba acordonada, llena de policías y sanitarios. Dos heridos fueron trasladados al Clínico y el resto, al Regional.
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